Italika RT250 2020
Lo da todo
Este mes probamos la nueva versión de la RT250, una moto que se actualiza para potenciar su imagen deportiva con un nuevo esquema de color y algunos detalles que mejoran uno de los modelos más vendidos de Italika
¿Cuáles son los cambios más significativos que presenta la versión 2020?
Aparecen en su nuevo esquema de color, donde el gris toma el protagonismo en un conjunto más deportivo que no renuncia a su vocación citadina.
¿Cómo es su motor?
Un monocilíndrico de cuatro tiempos, OHC y 250 cc, que ofrece un consumo contenido (más de 360 kilómetros con un solo tanque de combustible brindando un consumo de 23 km/l), un tránsito suave y el poder suficiente para salidas desde cero que permitan tomar ventaja sobre los automóviles y los vehículos pesados.
¿Es una buena opción para ser una primera moto?
Sin duda. Además de que se trata de un producto muy consolidado (y mejorado), la moto es sencilla de manejar, ágil y permite corregir errores a pilotos poco experimentados.
La Italika RT250 se renueva con un aire más deportivo que no merma sus capacidades citadinas. Este mes el recién estrenado modelo pasó por nuestra redacción y aquí te contamos los resultados de una Prueba Activa en la que comprobamos que, a pesar de que el modelo no ha sido sometido a una renovación profunda, presenta buenos argumentos para seguir siendo una de las motos más buscadas de la marca.
En esta Casa Editorial conocemos un modelo que forma parte de la estampa de cualquier ciudad del país. Sus atributos son de sobra conocidos: agilidad, buenos componentes y un precio accesible para dar el primer paso en el mundo de las dos ruedas. El modelo 2020 no ha hecho sino reforzar estas características pues en Italika saben que cuentan con una base muy sólida que gusta a sus usuarios.
El cambio más aparente a primera vista son sus esquemas de color, que ahora tienen el plata como principal protagonista en un conjunto que también alterna el negro y un precioso color vino tinto en el monoamortiguador trasero.
En su frontal encontramos otro detalle que destacamos por lo acertado: los nuevos espejos retrovisores retráctiles montados al frente (no sobre el manubrio), que a pesar de ser algo largos para nuestro particular gusto, se convierten en el complemento perfecto para un frontal donde destaca el faro delantero, en forma de cara de águila. Este faro cuenta con lupa y un borde de luces LED.
Sin abandonar la parte delantera, observamos que el carenado completo cuenta con una quilla diseñada mantener la aerodinámica y resaltar la deportividad al tiempo que permite mejor refrigeración del motor. Idéntico propósito encontramos en la mica que cubre la cúpula protectora.
Más detalles interesantes aparecen en su tanque de combustible (de 16 litros de capacidad), que tiene una buena forma que ayuda a la ergonomía y, además, tiene un proyector que evita ralladuras cuando el piloto se coloca en posición deportiva.
La parte trasera se resuelve de un modo muy atractivo, con el remate de las direccionales cortas y un nuevo escape deportivo que emite un ruido sobrio que no ensordece. Respecto a su manubrio, nos gustó la posición del manejo, pues permite una postura racing que no da fatiga tras horas de manejo. Idéntico resultado es el del asiento de dos alturas, con buen espacio para el copiloto. En cuanto a las estriberas, la posición nos resultó agradable, como también los agarres que permiten al pasajero más seguridad en marcha.
Motor citadino
Las características del monocilíndrico de cuatro tiempos, OHC, y 250 cc, están perfectamente ajustadas a un tránsito por ciudad, para lo cual se ha priorizado un consumo contenido (más de 360 kilómetros con un solo tanque de combustible a razón de 23 kilómetros por litro), un tránsito suave y el poder suficiente para salidas desde cero que permitan tomar ventaja sobre los automóviles y los vehículos pesados. Las cifras de potencia máxima apuntan a los 17.3 Hp a 8,500 revoluciones y un torque máximo de 16.6 Nm a 7,500 vueltas.
El manejo de la RT250 es muy sencillo, como corresponde a una moto que recomendamos como primera máquina, facilitando el aprendizaje de nuevos motociclistas, perdonando errores (especialmente en curvas) y con pocas vibraciones, que crecen a medida que se exige al propulsor. Nuestra unidad de pruebas, una moto completamente nueva (y no asentada todavía) respondió perfectamente a duras condiciones de circulación, con un buen desempeño de la caja de cambios de seis velocidades con transmisión final por cadena.
En curvas su comportamiento es muy congruente con un conjunto que prioriza la seguridad de un manejo especialmente rápido (a pesar de que es capaz de superar los 122 km/h de velocidad punta), con una entrada sosegada, un peso no tan rápido y una salida bastante precisa. En este sentido, la parte ciclo luce muy completa con un chasis de aleación con rigidez suficiente para el tipo de uso para el que está indicada.
En sus suspensiones destaca lo llamativo del monoamortiguador trasero (en un color vino tinto que contrasta con el resto de la moto) que, además, responde perfectamente a los baches. Del mismo modo, la horquilla telescópica invertida delantera frena las numerosas imperfecciones del asfalto, absorbiendo impactos de un modo suave y proporcionando mucha estabilidad. El equipo de frenos es enteramente de disco (sencillo) delante y detrás, con equipos lobulados para mejorar el desempeño a la hora de frenadas bruscas. Su tacto es algo duro, pero nos pareció apropiado para motociclistas noveles. Ayudan, en este sentido, unos rines de 17 pulgadas de buena manufactura.
En cuanto al panel de control, Italika incorpora un tacómetro análogo de buen tamaño y un dispositivo digital que ofrece información como la velocidad, la velocidad engranada o el consumo de combustible.
Además de su reducido precio y la facilidad para encontrar esta moto en la amplia red de agencias y distribuidores autorizados en todo el país, la marca ofrece una garantía de dos años o 20,000 kilómsetros, así como una amplia disponibilidad de refacciones.
Desde Revista Moto recomendamos agendar una prueba de manejo para que conozcas de primera mano la versión 2020 de la RT250 de Italika.
Tomado de revistamoto.com