KTM 790 DUKE / KTM 790 Adventure
¿CUÁL ES LA TUYA?
Este mes analizamos dos máquinas sobresalientes con las que KTM ofrece a sus usuarios una increíble experiencia de manejo. A pesar de compartir elementos clave, ambas motos tienen propósitos muy diferentes. En Revista Moto te ayudamos a escoger la tuya
¿Cuáles son las piezas que comparten?
El motor es prácticamente el mismo: un bicilíndrico en línea de 799 cc que se se ha adaptado a cada máquina para ofrecer la mejor experiencia al piloto. Así, si en la Duke ofrece 87 Nm a 8,000 rpm y 105 CV de potencia máxima, la Adventure reduce sus números hasta 95 CV maximizando la suavidad en la entrega. Las dos KTM también comparten chasis.
¿Cuáles son sus principales diferencias?
Dado que la vocación es, esencialmente, distinta en ambas motos, la ergonomía cambia, como también lo hacen los equipos de suspensiones, la protección aerodinámica o el tamaño de las llantas, entre otras muchos aspectos.
¿Para qué usos se recomienda cada una?
La 790 Adventure es una doble propósito con la que se disfrutan al máximo los viajes largos en todo tipo de carreteras y, también, fuera del camino. La 790 Duke, sin embargo, presenta una clara vocación asfáltica y promete más nervio y emociones en las curvas.
A riesgo de invocar una letanía, en esta Casa Editorial tenemos la firme opinión de que no existe la moto perfecta o, mejor sea dicho, una máquina sobresaliente para todas las circunstancias y personas. Parece obvio si atendemos a que el uso de una motocicleta es, desde luego, muy variado; por eso en Revista Moto queremos ayudar a nuestros lectores a que hagan una buena elección respecto a dos modelos muy interesantes que están disponibles en la red de agencias oficiales KTM: la 790 Duke y la 790 Adventure, que comparten piezas clave como el motor o el chasis, pero su propósito es muy diferente.
Bastaría un simple vistazo para darse cuenta de que estamos ante dos modelos creados para un uso muy diferente: asfáltico (790 Duke) y doble propósito (790 Adventure). A partir de esto conviene tener en cuenta que ambos modelos comparten piezas clave como el motor o el chasis. En cuanto al propulsor, LC8c -que estrenó la 790 Duke-, es un motor DOHC de 8 válvulas refrigerado por líquido de 799 cc y que cuenta con una caja de cambios secuencial de seis velocidades, un avanzado sistema Ride-by-wire que garantiza un tacto suave y bajos niveles de consumo y de emisiones.
A partir de estos parámetros compartidos, el bicilíndrico en línea se ha adaptado a cada máquina para ofrecer la mejor experiencia al piloto. Así, si la Duke ofrece 87 Nm a 8,000 rpm y 105 CV de potencia máxima, la Adventure reduce sus números hasta los 95 CV maximizando la suavidad en la entrega y la autonomía (450 kilómetros por tanque).
En cuanto a la entrega de potencia, mientras la Duke cuenta con los modos de manejo Sport, Street, Track y Rain; en la Adventure la configuración de serie tiene tres modos de funcionamiento de motor: Street, Rain y Off Road, además de un modo Rally de serie en la versión R, y opcional en el modelo estándar, que también actúan sobre la respuesta del motor y el control de tracción. El mapeo del motor de la Adventure prioriza que se pueda rodar a bajas vueltas sin estridencias en el motor.
Parte ciclo
El chasis tubular es otro de los elementos que introdujo la 790 Duke y que se adaptó a la moto de la firma naranja para el doble propósito. Fabricado en acero con algunos componentes de aluminio -como el basculante y el bastidor trasero- para reducir el peso lo más posible y permitir una parte ciclo rígida para darle mayor precisión en curvas. De estas mejoras se aprovecha la 790 Adventure, que también se muestra ágil en carretera y muy capaz en su desempeño fuera del asfalto, ya que el motor actúa como elemento portante para reducir el peso.
En los equipos de suspensiones encontramos notables diferencias de la mano de dos equipos WP que, en el caso de la 790 Adventure presentan unas características más adaptadas al Off Road: 200 mm de carrera en ambos trenes. En asfalto son firmes; la horquilla delantera no se puede regular, pero sí la precarga del amortiguador trasero. Respecto a la Duke, también monta una horquilla invertida WP de cartucho abierto de 43 mm con tecnología de tipo dividido, en la que la compresión y la extensión actúan en barras separadas, permitiendo un mejor ajuste en la respuesta de la horquilla.
Los rines también son, esencialmente, distintos. La KTM 790 Duke equipa rines de aleación fabricados mediante un proceso de fundición a baja presión. El bajo peso de las ruedas hace que la motocicleta sea, en general, más ligera, pero, además, minimiza las masas no suspendidas y el momento de inercia, con un impacto positivo en la manejabilidad y la dinámica de marcha. Los neumáticos son MAXXIS Supermaxx ST desarrollados específicamente para este modelo.
En cuanto a la Adventure, los rines de radios son de 21 pulgadas delante y 18 detrás para facilitar el manejo fuera de la carretera, asimismo las llantas no tienen cámaras y cuentan con la opción de equipar un sistema TPMS (Control de Presión de los Neumáticos). Los neumáticos AVON Trailrider son perfectos para las largas distancias y para la aventura.
Otra diferencia importante (y necesaria) en ambas KTM tiene que ver con la protección contra el viento. Al tratase de un modelo naked, la 790 Duke carece de cúpula, mientras que la Adventure cuenta con una cúpula de buen tamaño que protege del viento. En este sentido, la ergonomía de esta moto se beneficia de un tanque de combustible bajo y alargado que baja el centro de gravedad. Asimismo, el asiento biplaza es amplio para maximizar la comodidad del piloto y del pasajero.
Los frenos también presentan diferencias. Mientras en la Duke trabajan dos discos de 300 mm de diámetro en la Adventure el delantero es de 320 mm y el trasero de 260 mm. La Duke presenta dos pinzas fijas de cuatro pistones delante y una detrás, mientras que en la Adventure las pinzas de anclaje radial de cuatro pistones hacen el trabajo en el tren delantero y una pinza flotante de doble pistón en la trasera. Ambas motos equipan de serie ABS.
En conclusión
Dado que estamos ante modelos muy diferentes con vocaciones muy distintas, la elección entre una u otra máquina debe de estar fundamentada en las necesidades (y gustos de cada piloto). Mientras la Duke nos parece una moto superlativa para desarrollar grandes dosis de adrenalina en carretera, tramos de curvas y ciudad donde en la mayoría de las ocasiones el piloto usa la moto solo, la Adventure es la opción si lo que se busca es salir a carretera y escapar de ella (a gusto del piloto); también es más adecuada para viajes largos y en compañía.
Desde Revista Moto recomendamos a todos nuestros lectores que quieran formar parte de la familia naranja a que repasen las características de cada modelo y acudan a las agencias oficiales para agendar una prueba de manejo. Estamos ante dos motos sobresalientes que requieren una considerable inversión que no debe hacerse a la ligera porque sabemos que los productos KTM ofrecen alto rendimiento, motos ligeras, compactas y muy capaces para pilotos exigentes que quieren dar el salto desde la baja a la media-alta cilindrada, un segmento muy polivalente en el que seguro tendrás experiencias únicas.
Tomado de revistamoto.com