El motor de la Yamaha M1, en el punto de mira de todos

La Yamaha 2020 de MotoGP son claramente más veloces que las del año pasado y parece que ya no tienen el problema de degradación de neumáticos, pero el motor de la Yamaha M1 es también visiblemente más frágil.
La imagen de Valentino Rossi ‘aparcando’ su M1 junto al muro en el GP de España, con el motor roto, fue muy indicativa de que algo no marcha bien.
Si la mayoría de equipos han usado dos propulsores en las dos primeras citas del calendario, los pilotos de Yamaha han utilizado cuatro, y en el caso de Maverick Viñales, cinco nada menos.
Si Maverick tuviese que usar un sexto motor en Brno (caso de que fallase en los entrenamientos), sería penalizado con una salida desde el pitlane.
Parece que hay un claro problema de fiabilidad que hay que resolver, pero los motores ya están sellados desde el último test de pretemporada en Qatar.
“Hemos perdido tres motores en dos fines de semana, así que estamos preocupados. Primero debemos entender si el problema es siempre el mismo, luego encontrar una solución”, admitió Lin Jarvis, director del equipo oficial Yamaha.
Pendientes del resto de equipos
El resto de equipos está a la expectativa. Paolo Ciabatti, director deportivo del equipo Ducati, habla sobre el ‘asunto Yamaha’ a Speedweek.com:
“Las regulaciones de MSMA establecen que debe ser entregada la mejor versión posible cuando la especificación del motor está homologada. Si uno tiene los motores sellados, debe estar convencido de que la fiabilidad y el rendimiento son los correctos. Pero puede suceder que se produzca una pieza defectuosa del motor en algún lugar de la cadena de suministro. No sé si ése es el problema de Yamaha”, afirma el director deportivo de Ducati.
Si el problema se demuestra que es por un tema de fiabilidad debido a una pieza defectuosa -y se puede demostrar ante el resto de miembros de la MSMA- entonces éstos lo permitirían, mientras quede claro que esta pieza hace referencia a la fiabilidad y no a un aumento de rendimiento.
Yamaha ha pedido a la MSMA instalar un sensor en su tubo de escape para analizar los gases y así localizar su problema. Tanto esto como el cambio de una posible pieza defectuosa que altere la fiabilidad deben ser aprobados por la asociación de constructores.
“Es un asunto delicado, porque Quartararo lidera el campeonato por delante de Viñales, y aparentemente, todos los pilotos de Yamaha tienen problemas después del segundo Gran Premio. Los otros fabricantes deben poder comprender claramente qué es lo que está causando este problema. Entonces se podrá tomar una decisión”, concluye Ciabatti.
El motor de la Yamaha M1 tiene un evidente tema de fiabilidad y si no dan con la cusa deberán reducir la potencia para evitar nuevas roturas, y eso sería un grave traspiés para los intereses del equipo azul.
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Tomado de solomoto.es