Seb quería una Yamaha R9, y como no existe, se la fabricó él mismo
Son muchos los fans de Yamaha que están esperando como agua de mayo la llegada de la nueva R9, una deportiva que vendrá a cubrir el dilatado hueco que actualmente existe entre la R7 de 75 cv de potencia y la gran superbike de Iwata, la YZF-R1 de 200 cv. Entre ellas, a día de hoy, sólo existe la YZF-R6 en su versión Race, exclusiva para circuito, ya fuera de las carreteras tras quedar abandonada su adaptación a la normativa Euro5.
A pesar de que todavía no se ha filtrado ni una sola imagen espía -algo habitual en las marcas japonesas-, los registros comerciales que Yamaha ha realizado del nombre YZF-R9 en todo el mundo indican que esta deportiva de motor tricilíndrico y 890 cc será presentada a finales de este mismo año, con motivo del EICMA de Milán, prácticamente un año y medio después de la llegada de su hermana pequeña, la R7, desvelada al público en mayo de 2021.
Para muchos, Yamaha ha dilatado en exceso el desarrollo de esta R9, y no son pocos los que han tomado un camino alternativo y han optado por hacerse ellos mismos su propia deportiva con motor de MT-09. Entre ellos se encuentra Sebastian Hipperson, un preparador afincado en Londres que hace poco culminó un proyecto personal en el que se embarcó a comienzos de 2019, cuando se hizo con el motor de una Yamaha MT-09.
Desde entonces, Hipperson ha ido dando forma a esta máquina deportiva de forma paciente y pausada; el motivo es fácil de entender: más allá del motor, casi toda la moto se ha hecho a mano, empezando por un chasis que algunos ya habrán identificado con el bastidor usado por Yamaha en su TRX850, aunque con profundos cambios y modificaciones mediante soldadura TIG y nuevos tubos de acero.
Para el basculante -una pieza más difícil de fabricar en un garaje-, ‘Seb’ optó por una unidad heredada de una Ducati 749, pidiendo a Mupo Race Suspension un amortiguador trasero específico para las medidas de la zaga trasera de su Yamaha R9.
Las horquillas delanteras también son herencia ducatista, concretamente de una Panigale bicilíndrica, mejoradas en su interior con muelles y cartuchos Bitubo ajustados al peso del piloto. La parte ciclo de esta preciosa moto artesanal la completan unas llantas de aluminio usadas anteriormente en una Aprilia RSV Mille y unas pinzas radiales Brembo adquiridas en el mercado de segunda mano.
Para el carenado, Hipperson quería algo agresivo y personal. Primero cubrió la moto con bloques de espuma y empezó a darles forma con un cuchillo, y una vez perfeccionó su imagen, realizó unos moldes y utilizó fibra de vidrio para crear el guardabarros delantero, el carenado frontal, los paneles laterales y la quilla.
El depósito de aluminio queda completamente a la vista, en aluminio cepillado, y delante del mismo se encuentra la caja del filtro del aire rematada por un pequeño respiradero al más puro estilo muscle-car, inspirado en los coches americanos.
La instrumentación es la misma que emplea la Yamaha MT-09, mientras que la ECU, de serie, se ha reprogramado para darle algo más de potencia a los 110 cv originales del motor de la MT-09 2018, que ahora expulsa mejor los gases gracias a un conjunto de colectores Lextek rematados por un escape de titanio Arrow.
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Sebastian Hipperson finalizó este proyecto hace unos meses, y desde entonces ha tenido la oportunidad de rodar en circuito con su Yamaha R9 personalizada en varias ocasiones. Según recoge Bikeexif.com, la moto se maneja de maravilla y es realmente efectiva en pista, un sueño cumplido para este adelantado a su tiempo.
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Tomado de Todocircuito.com