Pol Espargaró, de vuelta 133 días después: «Hoy no llevaba yo la moto, el tren delantero iba a su bola»
Pol Espargaró y una ‘vuelta al cole’ «súper estresante»
«Técnicamente, mi cerebro no es capaz de asimilar tanta información. Es como intentar interpretar la velocidad. Todo pasa tan rápido que el cerebro no es capaz de entender todo con la rapidez que debería. Tú quieres frenar más tarde, pero el cerebro no te deja», decía Pol tras reaparecer en MotoGP casi cinco meses después de su lesión.
133 días después de sufrir una grave caída en Portimao, Pol Espargaró ha vuelto a sentirse piloto de MotoGP. El piloto del GasGas Tech3 no se subía a su KTM desde aquel 24 de marzo en el que se lesionó y este viernes ha podido, por fin, regresar oficialmente a la competición.
El piloto español ha ido de menos a más durante la jornada, mejorando casi tres segundos del primer entrenamiento al segundo, aunque evidentemente ha comenzado muy lejos de los primeros puestos, terminando 21º -penúltimo- a 2.6 segundos del registro con el que ha liderado su hermano, Aleix Espargaró.
Aun así, el #44 hacía un balance positivo de la jornada, en la que no ha tenido ningún imprevisto y ha podido completar el plan de trabajo volviendo a sentir el estrés de la competición: «El día ha sido súper estresante, pero ha salido bien, sin ningún percance. Estos días de vuelta, como hay mucho descontrol porque falta musculatura y falta la técnica, son muchos los errores que cometes. Ha sido importante no terminar por los suelos hoy».
Polyccio ha puesto el foco en la diferencia respecto a las dos KTM oficiales de Binder (3º) y Miller (8º): «Intento compararme con mis compañeros de KTM y he terminado a un segundo y medio de ellos -n.d.R de Binder, a 1.9-, así que no está muy mal. Evidentemente, no está bien, porque un segundo y medio es muy lejos, pero es ahí donde tienes que sudar la gota gorda para llegar. Aunque no me lo parezca ahora mismo, hay mucho margen por delante», dice Pol, que se ha quedado sorprendido con el nivel de la KTM: «La moto funciona increíblemente. Es una pasada lo rápida que es en las rectas, cómo corre y la estabilidad que tiene en frenadas, así que eso también me ayuda muchísimo», decía.
«El cerebro aún no es capaz de entender todo con la rapidez que debería»
Sobre el porcentaje en el que se encuentra, Pol asegura que todavía es «muy bajo, aunque no más bajo de lo que me esperaba», y hacía esta interesante reflexión sobre cómo ha sido volver a ponerse a los mandos de una MotoGP: «Técnicamente, mi cerebro no es capaz de asimilar tanta información. Es como intentar interpretar la velocidad. Todo pasa tan rápido que el cerebro no es capaz de entender todo con la rapidez que debería. Tú quieres frenar más tarde, pero el cerebro no te deja. Y tú dices: «Voy a frenar ahí», pero cuando te das cuenta tu mano ya está agarrando el freno. Es una sensación un poco rara, de no entender la velocidad y toda la potencia, y te sobrepasa todo. Vas un poquito detrás, a contrarreloj aprendiendo todo. Es difícil. Estas motos corren muchísimo».
Y tiene claro que, debido a esa inactividad, hoy la moto ‘le ha llevado a él’, más que al contrario: «Hoy yo no he llevado la moto. En algún momento de la vuelta rápida, quizá, pero el tren delantero iba a su p*** bola», decía.
Mañana vivirá su primera carrera sprint, en la que se pone como objetivo terminar, algo que no tiene tan claro que pueda ocurrir en la carrera larga del domingo: «No voy a salir muy adelante, así que no voy a tener muchos rifirrafes en la primera curva y me lo voy a tomar con mucha calma. Quiero terminar la carrera sprint. La carrera larga me va a costar más terminarla por el tema del físico, pero mañana el objetivo es intentar coger el ritmo. Intentar que mi cerebro asimile todo eso y no tener que estar pensando tanto, porque cuando piensas es cuando estás perdiendo tiempo. Al final de la sprint espero que todo salga mucho más natural. Esta noche ya el cerebro se va a poner en su sitio y supongo que mañana será todo mucho más fácil».
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