Se ponen a 300 km/h sobre una BMW S 1000 RR… ¡sin casco!
Dicen que la estupidez humana no tiene límites, y si a la sabiduría popular le añadimos ese punto de locura que todo ruso tiene en la cabeza, el resultado es un vídeo como el que hoy os traemos. Hace unos años -más de una década- un motorista ya se volvió viral en YouTube tras grabarse a más de 200 km/h sobre su Suzuki GSXR sin casco, dejándonos unas divertidas y curiosas muecas fruto de la fuerza que el viento ejercía sobre su rostro.
Ahora, más de una década después, una pareja de motoristas rusos ha cogido el relevo y ha elevado la apuesta de forma sustancial; en el último vídeo grabado por Vlad1000RR, este amante de las emociones fuertes y su pareja se graban a lomos de su BMW S 1000 RR sin casco y a 300 km/h entre el tráfico de una autopista, y viven para contarlo.
Para llevar a cabo esta hazaña, se plantan un domingo a primera hora, a las 07:00, para conseguir su reto; es una mañana fresca para el baremo español, 15º C en el ambiente, lo que para un ruso es prácticamente estar en pleno verano. Quizás por eso ambos van bien fresquitos, aunque no tardan en arrepentirse.
Su única protección queda confiada a unas simples gafas de piscina con el fin de evitar que les entre algo en los ojos. «Una vez una mosca me golpeo en el ojo a 160 por hora y tuve que avisar a mis amigos, me tiré al suelo de dolor», relata el youtuber ruso antes de iniciar la hazaña.
Una vez en autopista, las cosas van más o menos bien hasta los 150 km/h. A partir de ahí, el fortísimo aire al que deben hacer resistencia empieza a entrar por todos los orificios de la cara, y les resulta imposible mantener la boca cerrada por encima de los 200 km/h.
Su primer intento por alcanzar los 300 km/h acaba en fracaso, y tras solucionar un inesperado problema con la batería de la BMW, vuelven de nuevo a las andadas. En esta ocasión, Vlad logra su objetivo y alcanza los 299 km/h de marcador (la moto sigue acelerando, pero no muestra más cifras) para desesperación de su pareja, que casi acaba estrangulada tras perder las gafas de piscina, incapaz de respirar durante unos agónicos segundos.
Ella intenta avisarle dándole con el dedo en el pecho -no se atreve a soltarse por miedo a salir volando-, pero su pareja no se entera y sigue acelerando más y más hasta que, por fin, decelera y se para en una zona cebreada de la autopista.
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Si quieres ver la cara que se te queda cuando pones a 300 km/h por hora, solo tienes que darle al play:
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Tomado de Todocircuito.com
