Crónica de Spike + Del Bromham en Madrid: Caótico rock and roll
Lo pasamos realmente bien en la descarga de Spike en Madrid, pero hay que recalcar que nos encontramos un Spike más caótico que nunca, que se alargaba muchísimo hablando entre tema y tema, llegando a cortar la mayoría de las canciones, e interactuaba con el público de manera continua, como si estuviéramos todos reunidos en una casa tomando cervezas y con Spike a la guitarra.
¿Bueno? ¿Malo? Sinceramente, no lo sé, pero no me quiero olvidar del lujo tan exquisito de ver sobre un escenario al legendario Del Bromham abriendo la noche, que me dejó sin respiración, siendo consciente de ver a alguien brillante y lleno de talento que es único e irrepetible.
Admito que solo conozco por encima su material discográfico propio y la historia musical a sus espaldas con Stray, pero me quedé absolutamente fascinado por viajar de pasajes de rock más setentero al blues más intenso, o incluso a sonoridades musicales más densas y arenosas propias del rock más americano.
Cada tema era una maravilla, pero reconozco que temas heredados de ese sonido puramente a lo Allman Brothers en “The Ballad of JD” o “Land of the Free” me dejaron totalmente fascinado, o el «hendrixiano» “After the Storm”, lleno de fuerza demoledora. Sin duda, insisto, único e irrepetible.
Y llegó Spike, acompañado de Chris Heilmann (Torme) a la segunda guitarra, con una simpatía desbordante y, sobre todo, sin parar de bromear y contar continuamente anécdotas que hacían las delicias de los seguidores más acérrimos. Siendo sinceros, vi un show brillante y lleno de sentimiento, pero… un caos.
Nos quedamos sin aliento con temas de los Quireboys como “Then She Goes Again” , la sensibilidad a flor de piel de “Roses and Rings” o el himno de “7 O’Clock”. Una perfecta sacudida eléctrica para nuestra espina dorsal que, junto a un buen puñado de versiones para tributar con cariño a diferentes músicos, nos hizo disfrutar al máximo.
El recuerdo a Tyla era obvio que no podía faltar en este homenaje de Spike con una maravilla de los Dogs D’Amour como “How Comes It Never Rains”, que fue para mí uno de los momentos más intensos de la noche junto a una sorprendente “House of the Rising Sun”, gran clásico de los Animals, que me dejó sin palabras.
A esta se sumaron otras covers como “Here I Go Again” de la serpiente blanca como tributo a Bernie Marsden y un “Parisienne Walkways” para acordarse de Gary Moore bastante desastroso.
Buen concierto de un músico que es consciente de que tiene un toque muy especial y gusta muchísimo a toda la gente. Sus seguidores le siguen apoyando fuera de The Quireboys, pero necesita un concierto más estructurado, inclusión de más temas propios en el directo y, como se dice en argot deportivo, «sudar más la camiseta”.
#LargaVidaalMotociclismo #BikerSonora #SonoraRiders #MotociclismoyRocknRoll #Motociclismo #MotociclistasdeMexico
Tomado de https://mariskalrock.com