Akkan: viajar a través de una geografía imaginaria
2021. Comienza el año entre la incertidumbre. Nuestra especie bajo amenaza pandémica. Y el arte como escudo, como trinchera para hacer frente a un estado de angustia permanente. Por ello no deja de ser representativa la primera recomendación del año de parte de este escribidor, que se aúna al sentido que tiene el oficio -que no se olvide que el objetivo es hacer el mejor periodismo musical posible-.
Muchas preguntas existenciales se agolpan y la música propicia ese viaje interno en el que se vale especular sin límite. Desde el cierre del año Akkan ofrece un trance electrónico que propicia la digresión -la mente vuela-. Mientras regreso varias veces a su álbum debut y me dejo ir, la lectura de Lejos de todo (Ed. Jekyll & Jill, 2017) primera novela del periodista musical español Rafa Cervera me ofrece un párrafo memorable:
“Con la escritura puedes hacer algo parecido al rock & roll. La diferencia es que no necesitas ser adolescente para seguir haciéndolo bien. Esta disciplina funciona al revés, el tiempo y la vida te ayudan a ser cada vez más puro. Es posible incluso que al final tu escritura sea lo que mejore tu vida”.
Akkan hacen electrónica con acentos étnicos y no rock, pero es posible aseverar que su escucha hace más llevadera la vida -la mejora- y le añade algo de misticismo y sofisticación -bastante-. El resultado se vincula con eso que se nombra espiritualidad, un concepto que necesariamente tiene que ver con la pureza. Akkan y Cervera conectados -así funciona la máquina del azar y el arte-.
Se trata de una pareja experimentada de músicos que por largo rato han sostenido carrera en solitario; beGun es Gunsal Moreno y Ocellot (Marc Fernández) y juntos crearon Akkan, donde se permiten mixturar gran cantidad de sonoridades procedentes de diferentes culturas. El proyecto les sugirió realizar grabaciones en India, Hungría e Islandia e incluso recabar registros en México. El material acumulado se combinó con lo que habían compuesto en la campiña irlandesa -lugar de residencia de Marc-, para luego complementarlo en el estudio de Gunsal en Barcelona. El disco fue cobijado por un sello catalán que se destaca por su convencimiento total del valor de la electrónica avanzada: Foehn Records.
Los creadores dan cuenta que el disco resume su experiencia viajando por diversos países para tocar en festivales (cuando se daban) y luego ampliaban en camioneta el tour para explorar otros lugares. En el vehículo montaban su equipo para ir tocando en directo para ellos mismos e ir dejando que las cosas fluyeran y sumando lo que la improvisación aportara.
Al presentar el disco a la prensa europea han dado una declaración muy interesante y que gira alrededor del hecho de que la música electrónica “ha mamado demasiado de la teta anglosajona”. Y es una verdad inapelable, es por ello que han buscado otras rutas estéticas, lo que se nota desde el tema de apertura –“Star Sitar”- (con obvia referencia a la India).
A la postre tienen también buenos amigos entre las figuras de que lo que ha sido llamado folktrónica, ethno-tecno o algunas otras etiquetas similares; el caso es que en “Amores” aparece El búho -ese inglés trotamundos-, Huaria hace presencia en “Ánima”, mientras que Chancha Vía Circuito hace lo suyo en “Ananda”. A lo largo de los 11 tracks que conforman al álbum es natural que nos acordemos de Nicola Cruz, ya que esa influencia del entorno natural sobre el sonido es algo crucial para ambas propuestas.
Akkan saben procesar house, techno, deep house e IDM hasta llevarlos a un sonido muy propio; basta recordar que el legendario Andrew Weatherhall en uno de sus últimos Dj´s sets incluyó “El mutal” -y ello ya es mucho decir, un verdadero logro-.
Akkan recurren a instrumentos orgánicos tradicionales que se funden con las programaciones para impactar y emocionar -ahí están “Vola Topi” y “Bananat” para reconfirmarlo-. En el cierre del disco incluso se dan tiempo para homenajear a Cataluña a través de “Tramuntana”.
He aquí un álbum que es un mapa que contiene una vasta y maravillosa geografía imaginaria. Sólo basta con desearlo para embarcarse en un viaje absolutamente fascinante.
Tomado de https://marvin.com.mx/
