Vuelta a España BMW 2021 día 2: Dios de la lluvia

por admin · 14 abril 2021

Después de un primer día intenso, y un día largo y empapado no falto de emociones, a las 23.47 horas del martes 13 (vaya fecha…) estoy escribiendo lo vivido a los largo del día 2 de la Vuelta a España BMW 2021.

Tres horas bajo la lluvia desde Aranda del Duero hasta cuando me paré a comer en Alaejos pasando por Tordesillas, Pollos o Castronuño. Una parte de la ruta por general bajo la lluvia y otra más revirada, también con agua.

Bajo el líquido elemento saqué algunas conclusiones tanto de la BMW R 1250 RT, como del equipamiento de BMW (Street Guard Suit) que llevo para la ocasión.

La verdad es que la RT cubre bastante y te mantiene bien protegido de la lluvia. Con la pantalla en la posición más alta el tronco queda prácticamente protegido. Las manos solo se mojan en la parte superior puesto que los deflectores frontales protegen el resto. Las piernas también quedan resguardadas gracias a las hendiduras del depósito de combustible a la altura de las rodillas. ¿Quiere eso decir que uno llega completamente seco? Sí y no.

Después de tres horas bajo el agua y de que afortunadamente dejara de llover tras la comida (judías con jamón, pollo a la plancha) del restaurante París-Lisboa de Aleaejos, tengo que decir que gracias al equipamiento en cuestión no tuve esa desagradable sensación de que una gota de agua (ni una sola) contacte con tu propia piel. Es decir que el agua (mucha) no traspasó gracias a un buen sistema de cierre en su unión con los guantes. Todos los cierres (cuello, muñecas) te mantienen estanco y el agua no llegó a calar en ningún momento.

Sí que es cierto, inevitablemente, que mi equipación pesaba más en Alaejos que en Aranda del Duero, pero repito: puedo asegurar que el Street Guar Suit funciona tras tres horas de lluvia intensa y entre otras cosas, la denominada BMW Climate Membrane protege y transpira.

Dicho esto, vuelvo al restaurante porque me llamó la atención que en el París-Lisboa, así se llama, a los extraños nos cobran 1,5 euros más en su menú de medio día (12,5 euros), que a los que ellos consideran “trabajadores”. Es decir que los camioneros, operarios o lo que consideren como trabajadores (no me quiero ni imaginar si llevas americana y corbata…), tienen un descuento.

Carreteras secundarias

Más allá de la anécdota, tengo que decir que comí un buen menú de carretera, que dejó de llover y que volví a disfrutar del paisaje de las buenas sensaciones que me transmite esta RT.

Mi idea era, a pesar de cierto retraso, llegar a Cáceres pero evitando la autovía. Así que con el ambiente húmedo, pero sin lluvia, me marqué una “bajada” en dirección a Salamanca en paralelo a la autovía (Guijuelo, Béjar…), hasta retomar la autovía y llegar a Cáceres.

Me tomé un café en la Plaza Mayor de Cáceres y de nuevo en dirección al Sur, ahora por autovía y con ganas de encontrar un hotel, me planté en Mérida.

Lo del hotel no fue tarea sencilla. Muchos están cerrados y otros, no sirven cena. Mi sorpresa fue cuando me enteré de que en Extremadura el toque de queda es hasta las 23 horas así que pude encontrar alojamiento, poner la ropa a secar y cenar una tapa con una copa de vino autóctono antes de ponerme a escribir. Mañana, hoy para vosotros, iré a Sevilla y no tengo muy claro donde acabaré mi etapa.

Lo que sí tengo claro es que hacer una etapa de casi 400 km con más de la mitad bajo la lluvia, con un nivel de protección y confort sorprendente y disfrutar entre curvas incluso con el piso mojado y parcheado, es una situación que pocas motos pasan con tan buena nota como esta BMW R 1250 RT.

“Dios de la lluvia, apiádate de las bestias y de mi”, sonaba El Último de la fila. Pues eso. Desde Mérida, iniciaré ruta en busca del Mediterráneo.