¿Te atreves a tomar el Camino de la Muerte?
México es un increíble lugar para los motociclistas y, a lo largo y ancho de su territorio, nos ofrece rutas con impresionantes paisajes y caminos retadores que ponen a prueba nuestras habilidades de conducción.
Una de ellas se encuentra en Chihuhua, en la Sierra Tarahumara, y es popularmente conocida como El Camino de la Muerte, ya que es considerada una de las carreteras más peligrosas de México y del mundo, debido a su trazo sinuoso y plagado de subidas y bajadas.
El tramo, que lleva al pueblo mágico de Batopilas, está ubicado en la barranca del mismo nombre (una de las más profundas del Estado) y forma parte de las Barrancas del Cobre. El viaje representa una gran aventura de principio a fin.
Partiendo desde la ciudad de Chihuahua, el trayecto a Batopilas toma unas cuatro horas. Hasta hace unos años, esta carretera no tenía asfalto y recorrerla tomaba el doble de tiempo. Además, la carretera asciende y desciende. Las vistas, sin embargo, provocarán asombro constante.
El descenso al pueblo mágico y al río de Batopilas debe hacerse con cuidado, porque el camino es intransitable durante la temporada de lluvias, ya que existe caída de rocas y escombros, además, es una carretera de un solo carril, lo que hace imposible rebasar, pero en algunos tramos han construido ampliaciones y cuenta con adecuadas medidas de seguridad.
El camino después de Nuestra Señora de Guadalupe requiere pericia, pero el viaje completo es una aventura para el recuerdo. El Camino de la Muerte es estrecho, accidentado y empinado, con giros cerrados y esquinas ciegas, comparables con las de épicos recorridos de India o Nepal.
La recompensa por terminar el tramo es llegar a Batopilas, un antiguo pueblo minero en lo profundo de las Barrancas del Cobre, a mil 828 metros debajo del borde del cañón. Ofrece al viajero ruinas y sitios naturales de sinigual belleza. La bajada hasta los 500 metros sobre el nivel del mar se nota, ya que la temperatura sube.
Son muy recomendables las visitas al Templo de la Virgen del Carmen, el Museo Comunitario, los miradores, las casas Barffuson, Cural, de Raya y Biggler, y la misión de Satevó, que permiten conectarte con la cultura del lugar.
Para los motociclistas, sin embargo, todo esto es un bono, ya que casi todos se darán por bien servidos al recorrer el célebre Camino de la Muerte.
Te invitamos a conocer México en moto. Lleva siempre tu equipo de protección completo y maneja con seguridad.
Tomado de revistamoto.com