El poder del pasaporte y las televisiones en MotoGP: Jake Dixon aspira a una Yamaha pese a su pobre nivel en Moto2
La salida de Maverick Viñales del equipo oficial de Yamaha ha provocado un seísmo en el mercado de fichajes de MotoGP. En los dos equipos de la marca de Iwata va a haber mucho movimiento, ya que se espera que a la marcha de Viñales se una pronto la de Valentino Rossi. Quedarían dos huecos libres.
Para pilotar en el Petronas hay una opción que no debería ser tal a tenor de su rendimiento en pista, pero cuyo pasaporte le está abriendo una puerta para subir a MotoGP: se trata de Jake Dixon, y después de tres años sin un solo podio en Moto2 es uno de los mejor posicionados para sustituir a Valentino Rossi.
BT Sports quiere que vuelva a haber un británico en MotoGP tras la marcha de Crutchlow
La candidatura de Dixon cuenta con un fuerte punto a favor: su nacionalidad. Nacido en la localidad de Dover, este piloto luce la bandera británica por el paddock, y eso es algo muy necesario ahora mismo en MotoGP. Especialmente por la presión que ejerce el operador de televisión británico, BT Sports, para que así sea.
Gran Bretaña se quedó sin pilotos en MotoGP cuando Cal Crutchlow decidió rechazar la oferta de Aprilia e irse a Yamaha como piloto probador. Para BT Sports, el operador que paga un precio más alto por los derechos de MotoGP en el mundo, fue un contratiempo bastante importante que están padeciendo en 2021.
Por eso, el objetivo es que vuelva a haber un británico en MotoGP en 2022. El mundial de Superbikes está plagado de ellos, pero ninguno parece interesado en cambiar de categoría. En Moto2 está Sam Lowes peleando por victorias, pero ya tuvo su oportunidad y la desaprovechó, así que parece que es Dixon, más joven y además carismático, el elegido.
Dixon, de 25 años, además tiene a su favor que ya milita en las filas del Petronas, aunque en la categoría de Moto2. Su ascenso sería una buena forma de justificar por parte de los malasios que la estructura funciona, aunque fuese con intereses extradeportivos presionando por detrás. No está hecho, pero hay bastantes opciones.
El gran problema es que el palmarés de Dixon es, como mínimo, limitado. En tres años en Moto2, dos con Kalex y uno con KTM, su mejor resultado es una cuarta posición en MotorLand. Es cierto que el año pasado en Le Mans, bajo la lluvia, iba liderando la carrera con holgura hasta que se cayó en las últimas vueltas. Fue su gran fogonazo.
Esta temporada tan solo ha puntuado en dos carreras y lleva once puntos, mientras que Xavi Vierge, su compañero en el Petronas, acumula 50 y ya se ha subido al podio. Pero es español. Una prueba del interés que hay en su ascenso es que a John McPhee, también británico y del Petronas, pero en Moto3, le han quitado su equipo técnico para dárselo a Dixon, algo de lo que se quejó amargamente en Sachsenring.
Los últimos rumores que vienen del paddock apuntan a que Yamaha y el Petronas están cerca de llegar a un acuerdo para que Franco Morbidelli sea el sustituto de Viñales, por lo que quedarían dos huecos libres en la estructura satélite. Si finalmente Marco Bezzecchi se puede confirmar como piloto del VR46, hay dos claros candidatos.
El otro, el que no es Dixon, sería Garrett Gerloff, con un perfil muy parecido al del británico. La otra gran nacionalidad que no está cubierta en MotoGP en la estadounidense, y ahí encajaría Gerloff. El problema sería que el Petronas, un equipo eminentemente competitivo, se quedaría con dos pilotos novatos sin demasiado relumbrón, pero ese ya es otro problema.
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Tomado de Motorpasion – Moto
