¿Qué tal jala una moto eléctrica?
Cada vez podemos ver más motos eléctricas en la calle y más las marcas que trabajan en el desarrollo de modelos con prestaciones cercanas a las de los de combustión interna.
En un cambio de paradigmas a mediano plazo en la industria de la movilidad, se prevé que las energías renovables ocupen cada vez mayores espacios que los combustibles.
En un vehículo eléctrico la energía de baterías genera el movimiento. Como no existe combustión, no se producen gases ni ruido, lo que elimina, de entrada, dos tipos de contaminación.
Otras ventajas son que requieren escaso mantenimiento, son fáciles de manejar, no consumen aceite, cargarlas es más barato que comprar gasolina, no se calientan, sus baterías son reciclables, cuentan muchas menos piezas, son más ligeras y no generan vibraciones.
Las desventajas, por otro lado, son contundentes: su precio es mucho mayor, permiten recorrer distancias muy cortas en comparación con las de combustible, cargar las pilas puede tomar hasta ocho horas y la potencia de sus motores es muy limitada.
Si tienes una moto eléctrica te acostumbrarás a que la gente se te acerque para preguntarte por ella, muy probablemente por su diseño, ya que no es fácil de identificar el tipo de motor a primera vista. Los cuestionamientos más comunes son sobre la cilindrada, la autonomía y la velocidad.
Para empezar, casi todos los modelos actuales tienen el motor dentro de la rueda trasera y carecen de cadena. La ausencia de ruido al rodar y de un escape también llama la atención.
La respuesta sobre la cilindrada es sencilla: no tiene cilindros, pero podemos calcular con facilidad el equivalente de la potencia del motor eléctrico con uno de combustión interna.
La potencia de un motor de gasolina se mide en caballos de fuerza y la de uno eléctrico, en watts. Como no podemos comparar peras con manzanas, debemos buscar un valor estandarizado: un caballo equivale a 745.7 watts.
Así, la potencia máxima de 1,500 watts de una Italika Voltium Gravity, por ejemplo, equivale a 2.03 caballos. En motos de combustible, esa potencia se encuentra en cilindradas de 50cc o 25cc, reservadas para ciclomotores y motos para niños.
El común de las motos eléctricas alcanza velocidades máximas de 60 km/h, que suele ser suficiente para traslados cotidianos en calles de la ciudad, pero demasiado baja para vías rápidas.
Una Super Soco TC Max, que tiene transmisión por cardán y motor en posición central, genera potencia máxima de 5,100 watts, equivalentes a 6.7 caballos, y velocidad tope de 100 km/h. Esa potencia es como la de una moto de 100 cc, aunque como la cilindrada no define la potencia, las cifras pueden variar.
Además, factores como el peso del piloto, las condiciones de camino, el clima y las subidas afectan directamente al consumo de energía y la potencia de cualquier vehículo. Al ser más ligeras, las motos eléctricas mueven menor masa y alcanzan su potencia máxima en menor tiempo. La Voltium Gravity pesa apenas 69 kilos, súper ligera si se compara con la pequeña Honda Navi (109cc y 7.83 hp), de 101 kilos en orden de marcha.
Las motos de gasolina requieren más tiempo para alcanzar las revoluciones necesarias para ofrecer el par máximo. Esta cifra se expresa en Newton/metro, la unidad de medida que cuantifica el esfuerzo de torsión o par motor. Un Nm equivale a la torsión que resulta de un Newton aplicado al final de un momento de fuerza en un metro.
En un motor eléctrico, el par motor se entrega desde cero y se mantiene constante en todo el rango de vueltas. Ese torque inmediato en una moto más ligera se traduce en un rendimiento similar al de una más grande y pesada, aunque sea menos potente.
Así que, cuando te pregunten si tu moto eléctrica “jala” bien, recuerda que el torque de 100 Nm del scooter Italika Voltium City, por ejemplo, es equivalente al de una BMW F900 XR. Pero no te emociones demasiado, ya que la potencia máxima llegará muy pronto y dejará de acelerar a los 52 Km/h. El torque de la Vespa Elettrica es de unos impresionantes 200 Nm, aunque su potencia máxima es de 4,000 watts (5.4 caballos) y su velocidad tope, de 70 km/h.
En el mercado mexicano aún no existen motos eléctricas de altas prestaciones. Hasta ahora sólo la Harley-Davidson Livewire está en la lista de futuros estrenos en el País. El motor Revelation de esa máquina ofrece potencia de 78 kilowatts, equivalentes a 105 caballos; 105 Nm de par motor; velocidad tope de 152 km/h, y una hora para la carga completa de la batería. Otras marcas como Zero, Arc y Damon tienen sus propias motos eléctricas de altas prestaciones, pero no se venden en México.
Por ahora en el País existen modelos interesantes para la movilidad diaria en ciudad, con velocidades de 60 km/h en promedio, de marcas como Vespa, Super Soco e Italika, y de distribuidores independientes que importan de China.
La mayoría viene con motor Bosch, muy confiable y libre de mantenimiento. Las baterías de ion-litio reemplazan a las de ácido y, aunque son más caras, cuentan con mayor tiempo de vida útil, de hasta 2,000 ciclos de carga completos. Cuando la pila se agota, se reemplaza, pero no hay que cambiar la moto.
Como motorista sabrás que la máquina perfecta es la que mejor se adapta a tus necesidades. Lo mejor es no pedirle peras al olmo y sacarle el mayor provecho a la tuya, sea de combustible o eléctrica.
Tomado de revistamoto.com