La difícil Honda de MotoGP
Marc Márquez arrebató en Silverstone el liderato, en lo que se refiere a caídas, que hasta el momento ostentaba su compañero de equipo, Pol Espargaró. El de Cervera se fue hasta tres veces al suelo en Inglaterra, una de ellas a 270 km/h, por suerte, sin graves consecuencias.
Con estas tres, Marc suma 16 desde su regreso, una más que Pol. Pero es que el hermano de Marc, Álex, tampoco está muy lejos: 11 veces se ha caído el menor de los Márquez, mientras que Nakagami lo ha hecho en 6 ocasiones. Los cuatro pilotos de Honda suman 48 caídas.
La Honda siempre ha sido una moto difícil, crítica, pero este año parece serlo más aún: la temporada pasada, el debutante Álex Márquez fue capaz de hacer dos podios. Este año no ha podido ni siquiera acercarse.
A una moto con poco agarre en la rueda trasera se une una electrónica que no acaba de funcionar. El tremendo ‘highside’ de Marc en Holanda debería de haber sido evitado por el control de tracción. Si a los problemas de agarre le sumas la falta de confianza en la electrónica, es difícil lograr resultados:
“Si tienes ‘highsides’ te quitan mucha confianza, porque no sabes cuándo te volverás a caer de esa manera”, dijo Márquez, tras su caída en Assen. “Tenemos que intentar evitarlo a toda costa, porque es donde un piloto se puede hacer daño”.
“La electrónica dificulta un poquito el hecho de ser preciso al 100%. Hay caídas en las que dices ‘Se ha caído el piloto’: frenas más, inclinas más… Es error humano”, explica. “Pero en caídas como la de Países Bajos es donde la electrónica te lo tiene que salvar. Si los otros son capaces de trabajar bien, nosotros también tenemos que buscar la forma de hacerlo”, contó tras su fea caída.
Todo esto no ha facilitado su regreso a la competición, y es que aún es más difícil recuperarse anímicamente de una grave lesión si la moto no te inspira confianza:
“La vuelta está siendo dura, difícil…”, admite Marc. “Lo tienes que aceptar, tienes que entender siempre que no puedo pilotar natural, sino siempre cometo muchos errores”.
“Tengo que ir mucho más fino, más preciso. Esto te resta ese plus, pero, poco a poco, parece que estamos un poquito más cerca de los de delante, cada vez más constante, en diferentes circuitos. Es la progresión que quiero. Prefiero ser estable entre los cinco primeros que no ganar una y en tres sufrir”.
Una moto difícil
“Yo ya lo dije: con esta moto…”, empieza, aunque luego corrige: “Bueno, no es que vaya muy mal la moto. Es una moto como la que he tenido estos últimos años: una moto difícil, a la que ahora yo no puedo sacarle todo el jugo, pero cuando se le saca todo el jugo es una moto competitiva. Lo que pasa es que es difícil y tenemos que trabajar en el futuro para hacerla más competitiva en unas condiciones más fáciles”.
El buen fin de semana de Pol Espargaró en Inglaterra, obteniendo su primera pole y su 5º puesto en carrera, podría ser tan sólo un paréntesis. El agarre del asfalto de Silverstone fue clave en las prestaciones de Espargaró:
“Sin duda, el trazado se adapta bastante a mí. Me gusta, porque yo soy agresivo. La temperatura era baja, el asfalto tiene agarre… la temperatura baja ayuda a que haya aún más agarre”, dice Pol.
Aunque esto enmascara la realidad: “Eso también cubre muchos problemas de la moto: cuando hay agarre -nos ocurría en el pasado en otras marcas también- todos los problemas se van un poco, se eliminan un poco”, dice el de Granollers.
Perdida esta temporada, a Honda y a sus pilotos les toca trabajar duro para que 2022 sea un año muy distinto. El fabricante de motos más poderoso del mundo no puede permitirse un tercer año sin resultados… porque este año tampoco va a ser, y Honda lo sabe.
Sigue el Mundial de MotoGP en
Tomado de solomoto.es