Conducir con lluvia en ciudad no es fácil… Aquí van algunos consejos

por admin · 5 noviembre 2021

En primavera y con el calor que está haciendo estas últimas semanas, las tormentas en muchas partes de España están a la orden del día, especialmente en el norte. Vamos a daros cuatro consejos para que la conducción urbana en mojado no signifique necesariamente ir siempre por el filo de la navaja, especialmente si circuláis con un scooter.

Conducir con lluvia en ciudad no es lo más aconsejable. Si tienes que hacerlo, sigue estos consejos.

Dejando de lado que, en caso de lluvia en ciudad, lo ideal sería dejar la moto en casa -ya no sólo por el hecho del riesgo de caernos, sino porque el tráfico suele ponerse imposible- lo primero que hay que tener en cuenta es que hay que disponer de un traje de agua como Dios manda y de guantes y botas impermeables (valen los cubrebotas). Y sí, aunque solo sean diez minutos -que serán más- acabaréis empapados si no disponéis de ellos.

Si lleváis bolso o mochila acordaros de meterlos bajo el impermeable, o bien dentro de una bolsa de plástico (dentro del cofre, si tenéis un scooter).

La conducción

Olvidaros del estrés y conducid como si llevaseis en brazos a un bebé: con mucha suavidad en todas las maniobras. Al acelerar -incluso con un simple scooter de 125- sobre una raya blanca mojada, os podéis encontrar en el suelo sin saber cómo.

Siempre que sea posible, pasad entre las rayas blancas y no sobre ellas. Evitad también las tapas de alcantarilla, y mucho cuidado en las rotondas, cuyo asfalto siempre está más gastado y deslizante. Sorteadlas tiesos como un palo.

Suavidad también a la hora de frenar: todas las 125 actuales deben llevar ABS (obligatorio en motos superiores a 125 c.c.) o freno combinado. Este último no garantiza que las ruedas no se bloqueen al frenar fuerte, y si la delantera lo hace, la caída es inevitable. Recordad también que el ABS alarga la frenada, por lo que, en general, aumentad la distancia con los vehículos precedentes.

Siempre, pero especialmente si vuestra moto o scooter no dispone de ABS, frenad con ambos frenos a la vez, con poca presión en la maneta del delantero: en lluvia, al revés que en seco, el freno delantero no es vuestro mejor aliado.

Del mismo modo, estad aún más atentos de lo habitual a las reacciones de los otros conductores: los atascos suelen provocar nervios y con ellos, maniobras bruscas e imprevistas. Lo dicho: dejad más distancia.

Otro tema que parece obvio -pero que no siempre se tiene en cuenta- es que, cuanto menor sea el diámetro de las ruedas, menores son la estabilidad y el agarre, ya que por un lado las ruedas de mayor diámetro generan un mayor efecto giroscópico estabilizador y por otro tienen una mayor huella de contacto con el asfalto.

Además, en caso de firme mojado, las reacciones aumentan por diez, y si con una rueda de 16” o 17” es posible llegar a sentir el momento en que el neumático pierde adherencia al inclinar, con una de 10” o 12” lo descubriréis cuando ya estéis en el suelo. Nada de inclinar en mojado, ni de entrar frenando en la curva: frenad con suavidad antes de ella, soltad frenos y trazadla suavemente con un poco de gas.

El ABS no lo es todo

El ABS y el control de tracción son una gran ayuda para evitar las caídas por bloqueo de las ruedas al frenar (ABS) o por deslizamiento al acelerar fuerte (TC), pero no garantizan la adherencia. En este apartado tienen un papel más determinante los neumáticos, tanto el dibujo de ellos, como su estado y presión. Para un scooter urbano, cuanto más dibujo mejor, ya que evacúa más agua. Los dibujos no están ahí para decorar el neumático.

Revisad las presiones una vez al mes -nada de “a mí eso me lo miran en las revisiones”- y si el neumático muestra signos de desgaste, cambiadlo sin dudar: el precio de un neumático es mucho menor del que deberéis pagar por una reparación en caso de caída, posibles heridas aparte. Además, los de scooter son mucho más económicos que los de una moto.