Indian FTR 1200 Carbon: Inspiración flat track
La herencia de las flat track de Indian se mantiene intacta en una moto hecha para caminos asfaltados.
En las décadas de 1940 y 1950, el fabricante de Massachusetts dio inicio a una tradición ganadora en el deporte motor de su país con victorias del Indian Wrecking Crew en célebres carreras como la Springfield Mile, y óvalos y trazados de tierra por todo el territorio estadounidense.
Desde el lanzamiento de la línea FTR 1200 en 2019, la marca le hace honor a ese pasado con motos que mantienen el ADN deportivo de la Scout FTR750 que ha vuelto a dominar el campeonato American Flat Track, pero refinadas, orientadas al uso en calle, plagadas de tecnología de punta y con denominación Street Tracker.
Indian México nos facilitó una FTR 1200 Carbon para realizar esta prueba activa, en la que vivimos una vez más las sensaciones de diversión y deportividad que sólo una motocicleta con inspiración en una Flat Track Racer puede ofrecer.

Cambios puntuales
Sus actualizaciones son pocas, pero sustanciosas. Las modificaciones mecánicas para cumplir con la normativa Euro 5 no merman la potencia ni el par motor con respecto al modelo anterior, el cual fue presentado al mundo en Intermot 2018 y que probamos en California en 2019.
La Indian FRT 12000 Carbon marca el tope de la gama, que se completa con los modelos FTR, FTR S y FTR Rally. Como su nombre lo dice, presenta un extensivo uso de fibra de carbono en piezas de la carrocería, el guardabarros delantero y la tapa del depósito de combustible, que le dan un toque muy especial.
Otro cambio significativo está en el rodado, ya que ahora presenta ruedas de 17 pulgadas en ambos ejes, a diferencia de la anterior de 18’’ y 19’’. Con esa modificación y un manillar más corto y plano, la moto está configurada para un mejor desempeño en el asfalto.

En marcha
El motor es el V-Twin de 1236 cc, hecho para entregar lo mejor de su repertorio en carretera, pero que cumple con creces en caminos asfaltados, en ciudad o carretera.
Para el uso urbano el sistema electrónico desconecta un pistón para evitar que el impulsor emita más calor en parado, lo cual se agradece en los constantes altos que exige el manejo urbano.
El sistema de refrigeración se apoya en un radiador de generosas dimensiones que, además de ayudar a mantener la temperatura controlada, le da la conjunto emotividad y musculatura.
Nos llamó poderosamente la atención el arranque de la moto porque es muy explosivo y empuja con fuerza desde las bajas revoluciones, por lo que alcanza su máxima potencia en distancias cortas, lo cual es más evidente en los modos de manejo Sport y Road, mientras que en Rain la disminución de poder es notoria.
Después de todo, se trata de una moto agresiva desde su apariencia y el impulsor actúa acorde, aunque controlado por las intervenciones electrónicas.
El espíritu deportivo de la máquina se remata con el ronco sonido que produce el escape Akrapovic de doble salida que viene de serie en esta versión.
En el consumo, sin embargo, la motocicleta no saca su mejor nota, ya que alcanza cuando mucho unos 250 kilómetros de autonomía en un régimen más bien suave, debido a que el tanque es de apenas 13 litros y alimenta a un motor de alta cilindrada.
El torque es simplemente fenomenal y empuja con fuerza en todo el rango de revoluciones: se puede meter quinta o sexta a 60 km/h, y sentir el jalón instantáneo en el cuerpo y los brazos.

Parte ciclo
Las suspensiones son de los elementos más interesantes y acertados de esta máquina. Firmadas por Öhlins, le brindan a una máquina pesada (232 kilos en orden de marcha con todo y la fibra de carbono) una sensación superior de suavidad al pasar por baches o en caminos técnicos, es decir, plagados de curvas, subidas y bajadas.
La horquilla invertida y el amortiguador son regulables en extensión, compresión y precarga. La motocicleta se siente muy deportiva y su tarado es un tanto duro, lo que evita que se hundan las suspensiones en frenadas súbitas.
Al frente, la Indian FTR 1200 frena con un par de discos de 320 mm, mordidos por pinzas Brembo Stylema, que entregan un tacto progresivo y contundente. Atrás cuenta con un disco de 265 mm y pinza de doble pistón.
Mantiene el chasis tubular enrejado de acero al cromo-molibdeno de las máquinas de flat track, que otorga alta rigidez; esta característica, combinada con el nuevo rodado, convierte a la moto en una máquina polivalente que ataca las curvas con suavidad y precisión.

Deportividad
En el renglón de ergonomía esta Indian saca muy buena nota, ya que el manillar es plano y elevado que contribuye a una posición semierguida, y los posapiés levantados producen una posición de manejo marcadamente deportiva que genera buenas sensaciones al interactuar con los mandos bajos, ya sea para activar los cambios o el freno trasero.
La entrada a las curvas es fenomenal: simplemente la mirar la moto se mete, aunque el paso es un poco lento debido al peso del conjunto, y la salida es trepidante. El manejo es predictivo, aunque demanda cierto nivel de experiencia del piloto porque no permite muchos errores.
Se trata de una máquina para usuarios que ya saben conducir, por lo que será una gran opción de segunda moto.
Agradecemos a Indian Motorcycles México por su invaluable ayuda para realizar esta prueba activa.

¿Cómo es su diseño?
Indian celebra con esta línea su regreso a las carreras de flat track en Estados Unidos. Aunque son más pesadas y su uso es de calle, la estética y chasis de estas Street Tackers son idénticos a los de las máquinas de competición. En el caso de la Carbon, el extensivo uso de fibra de carbono le da un toque especial, aunque en realidad no abona a una ligereza significativa.
¿Cómo es su motor?
Se trata del V-Twin de 1236 cc, el mismo de la línea Scout. A pesar de que se modificó para cumplir con Euro 5, no merma en potencia ni par. Empuja con fuerza desde las bajas revoluciones, sobre todo en los modos de manejo Sport y Road. El paquete electrónico ayuda a manejar la explosividad, pero no deja de ser una motocicleta que demanda experiencia del piloto.
¿Cómo es su manejo?
El hecho de que para este modelo Indian haya optado por neumáticos de 17 pulgadas en ambos ejes le otorga a la moto sensaciones mucho más deportivas que en el modelo antrerior. Su paso por curva, aunque lento por el peso del conjunto, es fenomenal. La posición de conducción semierguida abona al feeling de las flat track, aunque se trate de una moto refinada y asfáltica.

Indian FTR 1200 Carbon
Motor
Tipo: V-Twin a 60º, DOHC, con doble árbol de levas y refrigeración líquida
Cilindrada: 1,203 cc
Alimentación: Inyección electrónica
Potencia máxima: 123 CV a 8,250 rpm
Par máximo: 120 Nm a 6,000 rpm
Normativa anticontaminación: Euro5
Transmisión secundaria: Cadena
Embrague: Multidisco en baño de aceite y de accionamiento mecánico
Marchas: Seis
Parte ciclo
Chasis: Tubular de acero al cromo-molibdeno
Suspensión delantera: Horquilla Invertida de cartucho de 43 mm y 150 mm de recorrido, ajustable en precarga, extensión y compresión
Suspensión trasera: Basculante de doble brazo con monoamortiguador IFP de 150 mm de recorrido, ajustable en precarga, extensión y compresión
Freno delantero: Doble disco de 320mm con pinzas Brembo de cuatro pistones
Freno trasero: Disco del 265mm con pinza de dos pistones
Dimensiones
Largo: 2,223 mm
Ancho: 830 mm
Alto: 1,295 mm
Altura del asiento: 780 mm
Distancia entre ejes: 1,524 mm
Tanque: 13 litros
Peso en orden de marcha: 231 kilos
Precio: $319,900
Tomado de revistamoto.com