Runa Llena: Escuchamos ‘Aon’, el primer disco de la banda de Frank y Carlitos

13 abril, 2022 8:11 pm Publicado por  Redacción –

La jornada de ayer, 12 de abril, fue la elegida por Runa Llena, la nueva banda capitaneada por Francisco Javier Gómez de la Serna «Frank» y Juan Carlos Marín «Carlitos», otrora pareja de hachas de Mägo de Oz, para dejarnos escuchar el resultado definitivo del álbum al que han estado dando forma en los estudios New Life de Madrid bajo la producción de José Garrido y Dani Melián, el esperado ‘Aon’, cuyo lanzamiento llegará de manos de Maldito Records el 21 de abril.

Los citados estudios fueron el escenario de la escucha en la que pudimos disfrutar de la grata compañía de la banda al completo, con Joaquín Arellano «El niño» (batería), el vocalista Nacho Ruíz, el violinista Santiago Vokram, el bajista Alex Tørmëntor, y el teclista Edu Ortiz.

Antes de pasar a hablar de cada uno de los trece cortes que componen el álbum, he de decir que la sensación generalizada no pudo ser más sorprendente y satisfactoria, ya que las expectativas creadas por los primeros adelantos que la banda ha ido mostrando hasta el momento fue mucho más que sobrepasada, haciendo que el trabajo realizado en la producción, mezcla y masterización del álbum pueda contarse como un miembro más de la banda.

Dos cosas a tener en cuenta: si te gustaron los adelantos, el disco te va a flipar; pero si no te gustaron, dale una escucha al disco, me lo agradecerás; y sería un error esperar una versión paralela de la que fue banda de los guitarristas, aunque por supuesto que encontrarás momentos en los que te acuerdes del camino de baldosas amarillas.

Aon Overture

La escucha comienza con una onírica introducción, en la que pronto empiezan a llegar potentes sonidos de percusión, cuerdas y orquestaciones que se dan cita con una atmósfera más moderna, que nos saca de la idea inicial de que el folk celta vaya a ser una dominante. No faltará, pero no es el denominador común de la escucha.

Keltoi

Esa misma sensación es la que nos recibe en el primer tema del álbum, que parece querer partir de lo conocido en la carrera de los guitarristas para empezar a adentrarse en nuevos terrenos, especialmente en lo que se refiere al sonido. Una vez situados, la potente base de metal parece saludarnos con unas guitarras mucho más compactas, contundentes y afiladas de lo que esperábamos. Un trato brutalmente actual de la mezcla de todos los elementos se sigue percibiendo mientras Nacho empieza a demostrar el amplio rango vocal que posee. De la misma forma, ese sonido más moderno lo apreciamos en cómo se introducen las teclas y el violín, que en esta ocasión cuentan también con el apoyo de los vientos y gaitas de Fernando Ponce de León, otro viejo conocido de Mägo de Oz, y la colaboración con un Hammond marca de la casa de Manuel Ibáñez, el virtuoso teclista de Medina Azahara.

Lado Oscuro

Una de las primeras sorpresas que nos ofrece el disco es la temática de esta canción, en la que encontramos el viaje hacia el Lado Oscuro de Anakin Skywalker, el futuro Darth Vader de Star Wars. Los contrastes empiezan a hacerse dominadores de las composiciones de la banda, con la contundencia de las guitarras y la melodía de la voz en primer plano (no me extrañaría que sea rápido de las favoritas de sus seguidores), pero con infinidad de detalles entre cuerdas y teclas que van llamando la atención del oyente con un sinfín de recursos bajo la estructura de un tema de heavy metal muy actual. Elementos folk, cadencia metalera, el más clásico enfoque del violín, que da en el clavo en cada arreglo y cuando le toca ser solista también, y un barniz más moderno en forma de arreglos y sonidos electrónicos nos anclan a una escucha en la que si pestañeas te aseguro que te pierdes algo.

Un nuevo comienzo

Tenemos aquí el mejor ejemplo de lo que decía al principio. Quienes ya escucharan este tema cuando se nos presentó Runa Llena puede que casi ni lo reconozcan ahora, ya que se ha regrabado y remasterizado para que todo el cuerpo de ‘Aon’ sea homogéneo, y el resultado le da nueva vida al tema. Un nuevo comienzo para «Un nuevo comienzo», que hace aplastante la carga de cuerdas y guitarras con la que comienza, con esas armonías extremas propias de composiciones contemporáneas y alocadas, que dejan espacio para que la voz nos conduzca entre la primera parte más contundente de la canción, que desemboca en uno de esos estribillos que se hacen adictivos en géneros más progresivos y que aquí te pega en toda la cara cada vez que entra. Nuevamente los arreglos del violín «pellizcado» y las teclas reclaman atención entre los originales juegos de guitarras, dando paso a un solo de violín que me recuerda el estilo vertiginoso de Ara Malikian. Mucho ojo con Vokram, que puede ser uno de los miembros en los que más se ponga la lupa, y la nota que saca en este disco no baja de sobresaliente.

Mi universo

Mientras escucho cómo el bajo destaca en este tema me doy cuenta de que no he nombrado su trabajo hasta ahora… y es que Alex se une a la pegada que aporta de forma constante el ritmo de cada tema. En esta ocasión nos reciben con sonidos electrónicos antes de que Joaquín marque con su batería la dirección de un tema que mantiene la línea de lo dicho hasta ahora, pero esta vez sin violín, quedando estos sonidos electrónicos y las orquestaciones como base de un tema de los que provocan dolor de cuello… una vez más destacando el sonido y la forma de atacar los riffs que nos encontramos en todo el disco en las guitarras. Ahora es el piano el que reclama atención incluso bajo el solo de guitarra.

El propio Vokram, que no participa en este tema, fue el que quiso destacar tras su escucha cómo la banda se ha centrado en crear «por y para la música», sin buscar más que el beneficio de cada tema.

Primera llamada

Nos encontramos aquí con el tema que nos devuelve a terrenos «mágicos», con una mezcla del gusto por la combinación del folk y el heavy metal y los ritmos más acelerados que siempre se le reclaman a la antigua banda de Frank y Carlitos. Es el propio Frank el que nos señala que se trata de «dos canciones en una», poniendo la atención en lo que podría ser «la evolución de lo que hacíamos». En esa evolución también encontramos la colaboración de Paco Ventura, guitarrista de Medina Azahara, que os podéis imaginar el solo que se marca. Orquestaciones muy dominantes y un solo de violín nos llevan dentro de este vértigo celta a un intermedio acústico que nos da aliento para rematar de nuevo los casi siete minutos de tema en alto.

Dagda (El druida irlandés)

La cima de la combinación folk y heavy metal la encontramos en este corte instrumental al que no se pudieron resistir Narci Lara y Paco Garrido (Saurom), que han ayudado a dar forma a cinco festivos minutos que pueden ser dinamita en los directos (y gran descanso para Nacho, que en todos los temas está dando siempre el máximo en notas altísimas). «Back to basic», comenta con simpatía Frank. Nuevamente, la diferencia con lo ya conocido de la etapa anterior de los guitarristas la marca el sonido más duro que han adoptado, aunque en este tema los que son protagonistas son todos los elementos folk que van llevándonos hacia el final en el que se vaciarán todas las jarras de cerveza del local (o las latas que tengas en el frigorífico).

Inspiración

La ruptura con todo lo anterior llega con un tema de entrada netamente metalera, un brutal inicio, de vértigo, al que se une el violín, que se irá alternando con la melodía de la voz hasta encontrar un punto común, desde donde se vuelve a empezar. Un tema realmente singular, con guitarras dobladas y el doble bombo sumándose al arsenal de la banda, que sigue ofreciendo nuevas posibilidades a sus composiciones, que ten envuelven sin darte cuenta, llegando a emocionar en la parte final con la combinación de todos los elementos y el remate de nuevo a toda velocidad.

Mi momento

Pero si hablamos de velocidad, ahora damos paso al power metal, «un tema más Helloween» decía Nacho, en el que el propio vocalista se hace dueño de la canción junto a la batería de Joaquín, algo realmente complicado. El estribillo a doble bombo y la combinación con el violín en las estrofas termina llevándonos del power europeo a un corte clásico de manos de Vokram que nos recuera la «Marcha Húngara» de Brahms a ritmo de heavy metal como invitación al precioso solo que dibujan entre guitarras y violín. Un torbellino de tema al que Carlitos pone la puntilla con su habitual sentido del humor: «El primer buen tema compuesto por un bajista».

Nunca apagarán tu luz

La que sí podéis disfrutar ya tal cual ha quedado (con la sutil diferencia con la que Youtube machaca la música) es este corte que nos abre las puertas a los temas más duros en lo que a sentimientos se refiere. En este nos encontramos el mensaje de apoyo para quienes sufren bullying, como fue el caso de la hija de Carlitos, cuyo conocimiento del tema se nota, tanto en cómo se trata el tema como en la estructura más dura y angustiosa de las estrofas que se abre como una ventana de aire fresco en cada estribillo. Comentaba el guitarrista que «me hubiera gustado no tener que hacerlo», además de destacar que quisieron que fuera el videoclip que llegara antes del lanzamiento del disco para dar visibilidad a esta situación de acoso que viven muchas personas, a la que hay que poner fin en nuestra sociedad. En lo musical, otra belleza y brutal ejercicio de arreglos y combinación de todos los elementos, dando esa fuerza a un corte más intenso.

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Tu luz

La emoción cubrió el estudio tras la presentación en la que Frank nos comentó que la gran balada del disco está dedicada a dos personas que se fueron recientemente, su amigo Lemmy Peralta y, Sara, la hermana de un Joaquín Arellano, que no pudo evitar emocionarse al recordar que se nos fue mientras grababan este disco.

Ya en lo musical nos encontramos la colaboración de Isra Ramos, el que fuera cantante de Avalanch y que actualmente pone su voz a Gräce y Amadeus. Una tremenda balada, que va adquiriendo intensidad desde el delicado inicio de guitarra y voz, hasta terminar realmente potente con un estribillo muy abierto, súper melódico y emotivo, como no podía ser de otra forma. De las canciones que te dejan necesidad de tomar aire tras su escucha.

Océanos de Soledad

Acercándonos al final del disco nos encontramos con otro de los adelantos que han sufrido una inyección de esteroides en los New Life. Un tema atmosférico y moderno que parece ir alimentándose a sí mismo, entre distintas líneas de violín y teclas sobre la base de heavy metal que se unen a transiciones muy actuales contrastando con el sonido del violín, haciendo que sea apto para los seguidores que gusten del aire más hardrockero, de los más modernos y los que disfrutan de la combinación de folk y rock. Además tiene otra brutal interpretación del Niño, yendo mucho más allá de llevar el peso rítmico del tema.

El vocalista se encargó de explicarlo mucho mejor que yo: «Más épico que los putos Vengadores».

Actos de fe

¿Cerrar de forma tranquila o con un tema normal? De eso nada. Para terminar nos encontramos con el tema más duro y quizá el más original. Metal y aires árabes se unen rompiendo todos los moldes del disco, con un riff que termina constantemente haciendo gritar a la guitarra con un afilado armónico a lo Zakk Wylde, y la colaboración de Alberto Marín (Def Con Dos, Ankhara) aportando todavía más gasolina a la mezcla. No falta el contraste con un estribillo que arrasará en los directos y luminosos arreglos por parte de las teclas en un tema también muy reivindicativo en su letra, cerrando la escucha marcando a fuego la pegada de este nuevo mundo de posibilidades que se ha abierto con este primer álbum de Runa Llena.

Jorge Bobadilla

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