Italika DM 250X: Evolución todoterreno
La marca mexicana Italika lanzó una nueva ofensiva en el mercado de las motocicletas de doble propósito con una evolución de su modelo de un cuarto de litro, que estrena la nomenclatura X en su nombre.
La Italika DM 250X presenta cambios interesantes que la llevan un paso adelante con respecto al modelo anterior: el más evidente, una nueva decoración que combina negro, gris, blanco y azul, que le dan al conjunto una apariencia radical.
Otras adiciones de esta nueva generación de la DM250 son la inclusión de freno trasero de disco en lugar de tambor, placa deslizante, defensas de motor, toma USB, y tablero con pantalla digital e indicadores de aguja.
El modelo X, el tope de gama, tiene un aspecto más Premium, definido por la decoración, y la inclusión de horquilla invertida y luces exploradoras.
Por lo demás, esta 250 es la misma que conocemos, una máquina de estilo deportivo y endurero, con ruedas de 21 y 18 pulgadas, alerones laterales en el tanque, faro afilado y una salpicadera delantera muy pronunciada.
La línea de doble propósito de la marca mexicana, que se completa con los modelos de 150cc y 200cc, ha crecido en popularidad porque cada vez son más los conductores que buscan motos polivalentes que los lleven por las calles de la ciudad y caminos de tierra.

ERGONOMÍA
El diseño de la DM250X es deportivo: se trata de una moto alta y de apariencia robusta, aunque ligera. De entrada, se ve y se siente quizá demasiado alta, el conjunto se controla con sencillez incluso en parado.
Con un poco de práctica, un piloto de 1.70 metros la manipulará sin problemas; el asiento se sitúa a 870 mm del suelo, pero es estrecho, por lo que no exige arquear las piernas. Las estriberas en posición central contribuyen a la comodidad en cualquier terreno, ya que la moto es fácil de manejar sentado o de pie.
La posición de conducción es erguida y con la espalda recta, y el manillar, bastante ancho, incremente la sensación de control, sobre todo en terrenos no asfaltados, donde esta máquina saca su mejor nota.
El asiento es corrido y espacioso, así que siempre habrá lugar para moverte a lo largo y maniobrar con libertad. Los posapiés del pasajero están colocados en posición más bien baja, para mayor comodidad.
El tablero deja atrás la idea de las doble propósito austeras y sube un escalón: ahora incluye una pantalla digital con información de velocidad, nivel de gasolina, marcha engranada y registro de kilómetros; contador de revoluciones de aguja, y testigos luminosos, con los que la información de la moto siempre está bien identificada de un vistazo.
Debajo de la pantalla se encuentra el interruptor de encendido, que ahora incluye un mecanismo de bloqueo de acceso de la llave; por encima sobresale la entrada USB para cargar el teléfono.
En los extremos del manubrio hay un par de cubrepuños, que cuidan las manos de los elementos y le dan a la moto un toque de rudeza. En el extremo trasero hay una superficie de hule para poner una caja sin peligro de que el chasis se raye, misma función que cumple el sticker del tanque.

MOTOR
El monocilíndrico de 250cc, carburado y enfriado por aire, entrega potencia máxima de 16.2 caballos. No es una moto para correr, ya que alcanza como máximo los 120 km/h y su velocidad crucero ronda los 100km/h; saca su mejor nota con el torque de 16.5 Nm: al tratarse de una doble propósito, esta característica es especialmente útil en terrenos no asfaltados, ya que el motor responde con creces al llevarte sobre cualquier obstáculo.
Incluye arranque eléctrico y por patada, algo que comparte con la mayoría de los modelos de la marca y que se agradece, ya que la falta de batería no te detendrá en tu camino.
El escape sale por la derecha y está situado en posición alta, justo debajo del asiento; esto abona al renglón estético, ya que se integra muy bien al conjunto, y permite llevar a la moto por cuerpos de agua sin problemas.
La transmisión manual es de cinco velocidades, suficientes para una motocicleta de este tipo. Al tratarse de una doble propósito, responde bien en todos los caminos, pero no es para correr.
La autonomía del tanque de 11 litros es de unos 280 kilómetros, un rendimiento adecuado para las necesidades del día a día.

PARTE CICLO DE ITALIKA
Desde el modelo base, la Italika DM250 ya viene con frenos de disco en ambos trenes, mordidos por pinzas de doble pistón adelante y un pistón atrás.
Las suspensiones están conformadas por horquille telescópica invertida y amortiguador central ajustable con resorte rojo, que, además de contribuir a la estética del conjunto, hace muy buen trabajo para absorber los impactos en caminos complicados.
La horquilla invertida es una adición muy atinada y que marca a este modelo en específico, ya que el base tiene una convencional. En cualquier superficie, la moto se comporta con aplomo, ya que la amortiguación es sobresaliente y uno de los grandes aciertos de esta máquina. En ningún terreno sentimos sobresaltos, ya que las suspensiones, sobre todo la trasera, se comen con facilidad cualquier obstáculo, lo que contribuye a un manejo decidido. Los neumáticos de tacos y las ruedas de rayos declaran la vocación off-road de la moto.
Aunque puede sacarse a carretera, no es su vocación, pues el paso por curva carece de la agilidad necesaria y la velocidad crucero sirve para traslados más bien cortos. Además, la tracción de su tipo llantas no da para tumbar la moto al extremo en las curvas.

ILUMINACIÓN
El kit de luces incluye dos faros auxiliares para aumentar la visibilidad, algo que se agradece en terracería, donde la luz escasea. Éstas vienen con focos LED y van montadas en las defensas; hacen muy buen trabajo.
Los controles de la iluminación son de muy fácil acceso por medio de la piña izquierda, que incluye direccionales, luces altas, bocina e intermitentes, que se estrenan en este modelo.
Las direccionales y el faro trasero también son LED, por lo que la decisión de mantener el faro frontal con foco de halógeno resulta cuestionable.
CONCLUSIÓN
La Italika DM250X tiene todo para hacerse de un lugar privilegiado en el mercado de las motos de doble propósito de baja cilindrada. Es una muy buena opción para iniciarse en el segmento y aprender a hacer off-road en dos ruedas.
Por equipamiento, sobre todo, está en la cima de la gama de doble propósito de la marca mexicana y es un digno contrincante, por características, equipamiento y precio, de modelos como la Vento Crossmax 250 Pro, la Dínamo Scorpion 250 y la Honda XR190L.
Se trata de una apuesta segura para pilotos novatos y para quienes cierto nivel de experiencia, ya que es una máquina que te llevará a donde quieras en terrenos urbanos y de terracería con una buena dosis de rudeza y diversión.

Italika DM250X
MOTOR
Tipo: Monocilíndrico, cuatro tiempos
Cilindrada: 250 cc
Enfriamiento: Aire forzado
Potencia máxima: 16.2 CV A 8,000 rpm
Torque: 16.50 Nm a 5,500 rpm
Sistema de arranque: Eléctrico y de pedal
Embrague: Multidisco en baño de aceite, con accionamiento mecánico
Marchas: Cinco
Transmisión final: Cadena
PARTE CICLO
Chasis: Cuna tubular de acero
Suspensión delantera: Horquilla telescópica invertida
Suspensión trasera: Basculante doble brazo con monoamortiguador
Freno delantero: Disco
Freno trasero: Disco
Ruedas: 21’’ y 18’’
DIMENSIONES ITALIKA
Longitud: 2,070 mm
Anchura: 830 mm
Altura: 1,190 mm
Altura del asiento: 870 mm
Distancia entre ejes: 1,360 mm
Peso en seco: 123 kilos
Tanque: 11 litros
Precio: $43,499

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