41 años desde que Bruce Dickinson se unió a Iron Maiden: Del recelo inicial a la gloria absoluta
26 septiembre, 2022 12:59 pm
El 26 de septiembre de 1981 los caminos de Iron Maiden, una emergente banda británica que había sorprendido con sus dos primeros lanzamientos, y el vocalista Bruce Dickinson, que comenzaba a llamar la atención en las filas de Samson, se unieron, cambiando para siempre las vidas de ambas partes y las de los seguidores del heavy metal.
Los dos primeros discos de La Doncella habían contado con la inconfundible voz de Paul Di’Anno, cuyo deterioro en relación al crecimiento de la banda llevó a su definitiva salida de la formación. Como recuerda Malcolm Dome en ClassicRock, «cuando fueron cabeza de cartel en el Hammersmith Odeon, en su primera vez en esa posición en el venerado recinto, no había sido capaz de cumplir. Di’Anno parecía y sonaba fuera de su alcance. No se sentía cómodo en el gran escenario. Además, Di’Anno era cada vez menos fiable. Ya estaba faltando a los conciertos por abrazar el estilo de vida del rock ‘n’ roll».
El pesimismo reinó entre los primeros seguidores de Iron Maiden frente a la llegada del sustituto como vocalista tras la elección de un joven por entonces conocido como Bruce Bruce, cuyo papel al frente de Samson no había sido tan destacado como llegaría a ser en un futuro en su nueva banda, y nombres de la NWOBHM como los de «Jess Cox de Tygers Of Pan Tang o Reuben Archer de Lautrec«, que Dome asegura «podían haber sido más convincentes». Un mes después de debutar en directo en Bolonia (Italia), los fans recibieron a la nueva formación en el Rainbow Theater de Londres, donde Dome recuerda que «sentía bastante pena por Dickinson. La actitud de los fans era: «¡Vamos, impresiónanos!» Pero él tenía que cantar lo que esencialmente era un setlist de Di’Anno, y apenas había tenido tiempo para poner su sello en la banda».
El momento de hacerse fuerte en su nuevo puesto al frente de Iron Maiden se vio con la presentación de «22 Acacia Avenue» y «Children Of The Damned», donde se puedo presenciar el verdadero potencial del que terminaría poniendo voz al clásico ‘The Number of The Beast’: «La sombra de su predecesor se cernió sobre él durante gran parte de la noche, pero hubo claros indicios de que podía llevar a Maiden a un nivel superior. Los detractores que habían sido tan ruidosos de antemano, se silenciaron. Dickinson no se los había ganado, pero había hecho lo suficiente para convencer a la gente de que le diera una oportunidad», asegura Malcolm.
La prueba definitiva era la llegada del tercer álbum de Iron Maiden, el que terminó de asentar a Dickinson como referencia del heavy metal y a Iron Maiden como la leyenda que se encaminaba a ser, y ya han pasado más de cuatro décadas.
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Tomado de https://mariskalrock.com
