La “Yambretta”, la Lambretta más bestia
Especialmente en el Reino Unido existe un curioso movimiento que consiste en montar el motor de una Yamaha RD 350 en una Lambretta, con todo el trabajo de adaptación que esto comporta. Hay verdaderas filigranas, y hoy os ofrecemos una de ellas.
En este caso no es un ejercicio de diseño de un prestigioso preparador. Puede que sea la excentricidad de un genio loco. Estamos hablando de la “Yambretta”, la Lambreta más bestia creada por un aficionado a las dos ruedas que, con los restos de un par de motos, creo esta preciosidad.
Kelvin, como así se llama el británico propietario y creador, tomo el bastidor de una Lambretta y le adaptó el motor de una ¡Yamaha RD350 2T! que tenía abandonada en el garaje. El caso es que de dos monturas no operativas surgió esta preciosidad. Ya os adelantamos algo sobre las interesante preparaciones con base Yamaha RD350 que circulan por Reino Unido hace algún tiempo. Ahora profundizamos en una de ella.
El proyecto le llevo un año, aproximadamente, con muchas horas de trabajo y numerosas pruebas de “ensayo y error”, hasta dar con la tecla de lo que funcionaba en cada momento. Ya sabemos lo que dicen, ¡sarna con gusto no pica! Además, para no ser profesional, hay que reconocer que el resultado es absolutamente espectacular. Tanto en lo referente a los acabados, como al cuidado puesto en cada detalle.
Kelvin se hizo todo solo, desde los escapes artesanales, a los alojamientos para los relojes de la Yamaha RD350 tras el escudo. ¡Creatividad al poder! Para el cableado se la ingenió reutilizando y combinando los de Yamaha y Lambretta. Mientras que, recurrió por ejemplo, a la bomba de agua de un Volvo o la de combustible de una R1. El radiador se localiza dentro del escudo, y se ve al abrir la guantera.
La decoración Kenny Roberts es lo único que no hizo Kelvin, algo que dejó en manos de un taller especializado. Con todo, el “juguete” le costó unos 6.500 €. A cambio obtuvo un año muy entretenido y una moto tan única como exclusiva y llamativa, claro.
Las prestaciones que es capaz de desplegar son desconocidas. Una de las Lambrettas con este motor alcanzaba los 230 km/h…
La RD350 desarrollaba 59 CV de potencia máxima, y la Lambretta 9 CV. Así que el propietario y conductor, que no es piloto, no está dispuesto a ver hasta donde sería capaz de llegar al límite. Ni que nadie lo haga por él claro.
Da gusto ver como la gente saca imaginación para desarrollar proyectos tan interesantes, como el de la “Yambretta”, la Lambretta más bestia, del amigo Kelvin.
Tomado de solomoto.es
