Remy Gardner: «No sé qué está pasando, pero sinceramente, ya no me importa»
El cuerpo de Remy Gardner sigue en el Mundial de Motociclismo, pero su cabeza lleva tiempo fuera de la máxima competición desde que la fábrica de Mattighofen decidiese prescindir sin previo aviso de sus servicios. Desde luego, sus resultados este año no parecen haber estado a la altura para KTM, que no ha dudado en buscarle un sustituto a la primera de cambio al piloto australiano. Así, la próxima temporada correrá con una GRT Yamaha del Mundial de Superbikes, que probará por primera vez en Jerez a mediados de diciembre. O quizá antes.
El próximo fin de semana será la última cita de Gardner con MotoGP, en Valencia. Después, dice a Crash.net, su «primer test es del 11 al 13 de diciembre, en Jerez«, aunque añade que «espera poder conseguir una R1 antes de final de año y dar algunas vueltas con los Pirelli, más que nada para poder entender un poco los neumáticos y que no sea todo completamente nuevo«.
Echando la vista atrás, puntuó en casa, en Phillip Island, (aunque solo un punto) después de ocho carreras de sequía y con un 15º puesto. Los resultados no han sido alentadores para Gardner, que venía de firmar hasta tres vigésimos puestos en esta temporada. «No es divertido, no es bueno«, valora él mismo, aunque sabe que no es el único con problemas en KTM por sus ya archiconocidos síntomas de falta de agarre trasero.
El pasado GP de Sepang no fue más que otra prueba de esos problemas de agarre en tren trasero: «No tenemos agarre, no hay agarre trasero. El neumático trasero no paraba de caer y se sentía como si estuviera en el hielo. No me quedaba nada«… Firme y contundente, señala que ya no es cosa suya: «¡Ya no me importa, para ser honesto!».
Ya aseveró en Misano, cuando KTM le dio la noticia, que le habían roto el corazón, así que parece estar ciertamente impasible ante esta última etapa de la mano de la fábrica austriaca: «Siempre he dado el 100%, y desafortunadamente no creo que fuera lo suficientemente bueno para su estándar. Mi intención era quedarme aquí y dar lo mejor de mí. Y, siendo sincero, me han roto el corazón»
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Una de las imágenes más llamativas que dejó Sepang fue el increíble burnout rodante que hizo ante la afición de KTM. La única manera, dice, que le quedó para divertirse algo: «Una vez que se puso en marcha, no iba a dejar de hacerlo. Pensé que al menos me divertiría un poco. El neumático trasero se destrozó en los últimos metros antes de llegar al pitlane. Eso está en los libros de historia como uno de los burnouts rodantes más rápidos, ¡al menos para mí!».
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Tomado de Todocircuito.com
