Quartararo vs Bagnaia no suma igual que Yamaha vs Ducati
Ganó merecidamente el título de MotoGP el año pasado, gracias a un pilotaje prácticamente sin fisuras y, especialmente, a haber madurado mucho. Sin embargo, para Fabio Quartararo las cosas se han torcido esta temporada.
O mejor dicho, a mediados de la temporada. Justo al revés de lo que le pasó a su principal rival, Francesco Bagnaia que, como todos los pilotos de Ducati que montaban la GP22, empezó con mal pie. La nueva moto italiana no estaba lo suficientemente desarrollada, y tanto ‘Pecco’, como Miller o Martín tuvieron unas primeras carreras muy irregulares… por no decir malas.
Bagnaia se quejó, no sin razón, de que en las sesiones de entrenamientos de aquellos primeros GG.PP., en lugar de enfocarlas a hacer los ajustes para la carrera, se dedicaban a probar un sinfín de piezas nuevas. Dall’Igna reconoció que su piloto tenía razón y se cambió la política a partir de entonces. Los resultados empezaron a llegar.
Para Fabio, las cosas eran muy distintas: si en Ducati nunca se duermen en los laureles, no sucedió lo mismo en el box de Yamaha. El motor que había solicitado el de Niza para este 2022, que debía reducir el margen con las veloces motos italianas, no funcionó. En realidad, el propulsor previsto para esta temporada sí era algo más potente, pero también más frágil. En la marca de Iwata no quisieron arriesgarse, y el ‘tetra’ 2021 volvió al chasis de la M1.
“Tuvimos un problema de fiabilidad con la unidad que debíamos introducir este 2022 y que estuvimos desarrollando durante 2021. Por eso no pudimos homologarla. No tiene sentido usar un motor más potente si no es fiable”, dijo Lin Jarvis a Motorsport.
“Evidentemente, el primer problema al que nos enfrentamos fue tener que decírselo a Fabio, como campeón del mundo. Este año ha corrido con el mismo nivel de potencia que en 2021, y eso, evidentemente, no le gustó”, reconoció el mánager del equipo japonés.
No, no le gustó en absoluto y, de hecho, estuvo dejándose querer por otros equipos al principio de temporada a la hora de negociar su nuevo contrato.
Sin embargo, Quartararo es un buen chaval: “Fabio podría haber sido mucho más duro con nosotros de lo que lo ha sido, y eso se lo agradecemos”, contó Jarvis. Eso sí, el francés renovó con la firme promesa por parte de Yamaha de que empezarían a trabajar desde ya con la moto de 2023 y, sí, están en ello.
Aún así, el actual campeón mundial no empezó mal y llegó a Assen líder, con tres victorias y tres segundas posiciones.

Las cosas cambian (especialmente si se hacen bien)…
Por parte de Ducati, poco a poco las cuatro GP22 empezaron a ir como debían, y las GP21 de los equipos de Gresini y de Rossi seguían siendo competitivas: de las ocho motos de Bolonia, siete de ellas han logrado, por lo menos, una pole en lo que llevamos de año, incluidas las de los ‘rookies’ Di Giannantonio y Bezzecchi. Tan sólo Marini no lo ha conseguido. En más de una sesión hemos visto a siete de ellas en el ‘top 10’: eso es hacer bien las cosas.
Si a esta potentísima escuadra le sumamos un ‘Pecco’ que, como hizo su oponente la temporada pasada, este año ha dado un claro paso adelante, llegamos a un final de campeonato con Bagnaia como claro líder, especialmente después del traspiés de Fabio en Phillip Island.
Desde Assen, ‘Pecco’ ha logrado seis victorias, un segundo y dos terceros puestos. Sin hacerlo mal, esta segunda mitad de temporada de Quartararo no ha sido ni mucho menos comparable a la de su rival.
Y si hablamos de los equipos, hay que mentar la clara superioridad de Ducati frente a Yamaha: como en el caso de Honda, tan sólo una de las motos de Iwata ha estado delante, y esa no es otra que la de Quartararo. El compañero del francés, Franco Morbidelli -que fuera subcampeón del mundo en 2020- se halla en un pozo en todos los sentidos: anímicamente, en cuanto a resultados y también en la clasificación general: si Fabio está segundo en la tabla, con 232 puntos, Franco está en la 19ª posición, con sólo 36. Es decir, a casi 200 puntos de su compañero… y con la misma moto.
No hablemos del equipo satélite de Yamaha, el RNF WithU: el tres veces subcampeón de MotoGP, Andrea Dovizioso -ya retirado-, es 21º, y el ‘rookie’ llegado de Moto3, Darryn Binder, 22º.
¿Quartararo vs Bagnaia?
Es decir, que el ‘pack’ Bagnaia-Ducati ha hecho muy bien las cosas, y por eso está donde está. No hay que quitarles ningún mérito, todo lo contrario.
El que ha jugado en inferioridad de condiciones ha sido Fabio Quartararo, y esa es una realidad. El francés ha contado con una mecánica inferior a la de su rival, especialmente en lo que respecta a motor. La única manera que tiene de ganar carreras es intentar salir delante, tirar y escaparse. En caso contrario es prácticamente imposible superar a las Ducati, además de arriesgado.
Por otro lado, no ha contado con la ayuda de Yamaha, ni técnica ni tácticamente, ni siquiera con el soporte de sus compañeros de marca. Fabio ha estado solo, y más lo estará el año que viene, con únicamente dos motos en pista.
¿Que el domingo puede pasar de todo? Claro que sí, y la lo hemos vivido en alguna ocasión -precisamente en Valencia- pero es poco probable, y tanto ‘Pecco’ como Ducati saben lo que deben hacer.
Si no hay una debacle, el domingo Francesco Bagnaia le dará a Ducati su segundo título de MotoGP, y nadie podrá decir que no sea merecido. Fabio sabe que lo suyo es casi imposible, así que ha cambiado el chip y ha decidido disfrutar de la carrera. Este chico es así.
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Tomado de solomoto.es