Entrevista a Jorge Lorenzo: «Si hubiese cogido esta Ducati en 2017, otro gallo habría cantado»
«La gente quiere ver rivalidad en MotoGP, no le gusta que todo el mundo sean amigos»
Jorge Lorenzo repasa junto a MOTORBIKE MAGAZINE cómo ha sido su primer año como comentarista de MotoGP y como piloto de coches, y da su interesante punto de vista sobre la situación del campeonato.
Dentro de esa inolvidable e inigualable generación de talentos que fueron aparcando sus carreras deportivas en los últimos años, Jorge Lorenzo Lorenzo Guerrero (Palma de Mallorca, 4/5/1987) fue uno de los que dejó su sello marcado en la historia del campeonato. Dos títulos de 250cc y tres de MotoGP fueron la obra cumbre de la trayectoria del balear, sazonada con 68 victorias, 152 podios, 69 poles y 37 vueltas rápidas. La guinda llegaría después, cuando también entró en ese elenco de Leyendas de MotoGP el pasado mes de mayo.
Tres años después de su retirada, Jorge Lorenzo disfruta de una vida completamente diferente, aunque sin dejar de lado el Mundial de MotoGP, donde se ha estrenado con muy buena nota como comentarista de DAZN. Además, también dio el paso a las cuatro ruedas compitiendo en la Porsche Supercup, certamen en el que ha ido evolucionando carrera a carrera.
Durante el pasado GP de Valencia, en el que estuvo presente para disfrutar de la última carrera del año, Jorge Lorenzo atendió a MOTORBIKE MAGAZINE para hablar de la nueva etapa de su vida como comentarista y como piloto de coches, para repasar momentos de su brillante época como piloto, y para dar su siempre interesante y honesta opinión sobre el Mundial de MotoGP.
Pregunta: Me parece mentira que en el fin de semana de esta entrevista se cumplan tres años de tu retirada, que la anunciaste precisamente aquí en Valencia. ¿Cómo es la vida después de las carreras: pasan los días más rápidos, más lentos…?
Respuesta: «El tiempo vuela. Corre un poco más cuando uno es piloto, porque siempre estás mirando hacia la siguiente carrera, así que siempre estás con la ansiedad de la siguiente carrera, de prepararla, de entrenar el máximo posible… Así que todo pasa muy rápido. Cuando te retiras pasa un poco más lento, porque puedes hacer cosas más variadas, disfrutar sin presión y sin pensar tanto en el futuro. Quizá pase un poco más lento y eso es bueno, porque te alarga la vida de cierta forma».
P: ¿Qué sientes todavía cuando pisas un paddock o un circuito?
R: «Una parte de añoranza o de nostalgia por lo bueno: por las victorias, por celebrar con el equipo, por sentirte ganador, por ganar campeonatos y la importancia que te da eso. Un poco de nostalgia de eso. Pero si lo miras fríamente, un poco de alivio de no tener que seguir sintiendo esa presión; el ponerte en riesgo cuando vas a salir a pista, la exigencia brutal a la que nos vemos sometidos los pilotos cada día… Esa presión y ese esfuerzo continuo. Un poco de alivio también. Es decir, es un mix de sensaciones».
P: ¿Fueron dos días diferentes el día que te retiraste y el día en que asimilaste que ya se había cerrado al 100% esa etapa? Porque después de tu retirada también hiciste tus ‘pinitos’ como probador.
R: «Yo estaba muy feliz de haber tomado esa decisión (la retirada), porque desafortunadamente el último año fue realmente malo a nivel de lesiones. Nunca pude pilotar esa Honda en óptimas facultades físicas, y luego esa lesión en Assen truncó mi carrera o aceleró esa retirada. Yo estaba contento de poder retirarme pudiendo caminar, que no todos los pilotos, desafortunadamente, pueden decir lo mismo. Sí es verdad que tengo alguna secuela, pero es menor, por suerte, y habiendo conseguido mucho más que el 99,9% de los pilotos. Me sentía afortunado y estaba muy contento. Recuerdo que esos meses me fui de vacaciones a Bali, a Tulum y a Dubái, y estaba muy feliz de esta nueva vida. Aunque como te decía antes, no todas las decisiones son perfectas y en cierta forma sí que echas de menos lo bueno. Pero cuando has vivido 18 años de carrera al más alto nivel, también hay cosas muy difíciles y muy duras como piloto, y eso no lo echas de menos. Tenerlo todo en la vida es imposible, así que creo que tomé la decisión correcta. Fue una pena no poder alargar un poco más mi carrera y no haber triunfado también con Honda, o haber seguido en Ducati para conseguir mi objetivo, pero una carrera perfecta también es imposible y siempre hay errores y malas decisiones».
P: En parte, este año has vuelto de cierta manera a MotoGP con este nuevo rol como comentarista. Hablando de esto con compañeros de profesión, con otros pilotos, incluso con amigos que ven las carreras… Todo el mundo coincide en lo bien que lo haces como comentarista. ¿Cómo te has visto tú en esta nueva faceta?
R: «Es una faceta nueva y no es fácil, tampoco. Es cómoda, porque al final estoy hablando de cosas sobre las que controlo. Si me tocase hablar de política, de tecnología o de mecánica lo pasaría mucho peor. Pero al final, no por haber sido un gran piloto, un campeón, quiere decir que sepas comunicar bien. Comunicar no es nada fácil y tienes que tener un cierto talento o cierta práctica para hacerlo. Sí que es verdad que cuando llego a algún Gran Premio después de un mes o dos del anterior, me cuesta un poco coger el ritmo, sobre todo en Moto3, que al principio no conocía muy bien a los pilotos. Pero luego te vas aclimatando bastante rápido y llego muy bien al sábado y domingo. Sobre todo, creo que aporto mucho valor en el sentido de saber qué está sintiendo y pensando el piloto encima de la moto, y sobre todo al adelantarme a las acciones que van a hacer los pilotos. Eso junto con Ernest Riveras, que es un gran narrador y yo no podría hacer su trabajo, mientras que él al no haber sido piloto no lo puede ofrecer al público y yo aporto esta vertiente».
P: Hablando hace años con Alberto Puig sobre cómo era ejercer de comentarista, él me decía que era algo así como una válvula de escape, algo que le gustaba. ¿Se disfruta en cabina? ¿Se sienten nervios?
R: «En la cabina todo es mucho más fácil. Es como cuando estás viendo un partido de fútbol y dices ‘¡Pero pásala! ¡Pero tira a puerta!’: es muy fácil desde fuera, pero cuando estás en primera persona todo se vuelve más complicado y con toda la presión es dificilísimo. Desde la barrera se ven muy bien los toros. Realmente, el trabajo difícil era cuando competía. Ahora es todo mucho más fácil y la verdad es que estoy encantado».
P: ¿Te gustaría seguir haciendo esto durante varios años?
R: «Si, sí. Ha sido una primera toma de contacto. Yo creo que DAZN está contenta y yo también estoy contento del trabajo, y ahora vamos a ver si renovamos por más años».
P: ¿Te ves haciendo otra cosa en el paddock o has centrado un poco el tiro en esta faceta?
R: «Yo creo que es un buen compromiso. Vengo aquí sabiendo qué es lo que tengo que hacer y cuando termina mi labor estoy bastante libre. No tengo la obligación ni el compromiso de tener que estar pendiente de todo en las 24 horas, o buscar patrocinadores si fuese Team Manager o dueño de un equipo… Es un buen compromiso, y lo que estoy haciendo también como piloto de coches me divierte mucho sin tanto riesgo y presión».
P: Formasteis Rossi, Pedrosa, primero Stoner y luego Márquez, y tú una época gloriosa. Pero entre la retirada de todos vosotros y la lesión de Márquez da la sensación de que ha habido como un vacío de poder. ¿Puede que esto haya provocado una bajada de interés en MotoGP en los últimos años?
R: «Yo creo que MotoGP ha ido creciendo y mejorando a lo largo del tiempo. Dorna ha hecho un gran trabajo, pero la figura de Valentino Rossi ayudó mucho al deporte en cuanto a popularidad. Eso es innegable. Luego, los grandes rivales de Valentino Rossi nos hemos visto en cierta forma beneficiados de su popularidad, porque al ser máximo rival parte del foco también nos lo llevábamos nosotros. Además, teníamos un carácter fuerte y diferente al de Valentino. Por tanto, siempre había varios caracteres diferenciados, con nuestra personalidad muy marcada. Y teníamos mucha personalidad. Ahora mismo, sobre todo en España no se hacen en abierto, entonces el público es un poco menor, más selectivo. No es un deporte tan popular, quizá, o tan accesible al público general. La gente poco a poco se tiene que ir acostumbrando a los nuevos pilotos. Y en todos estos nuevos pilotos, aparte de Márquez, que tiene mucha personalidad también y Quartararo, que también la tiene aunque un poco menos, veo cierta falta de ese carisma o carácter marcado que había antes. Igual es mi percepción y que todavía no me he acostumbrado a esos nombres nuevos, o igual no hay ningún dominador como había antes. Yo me acuerdo que cuando no estaba Schumacher en F1 no era lo mismo, porque era un gran dominador; cuando faltó Michael Jordan en el basket, cuando falten Messi y Cristiano Ronaldo también se verá un bajón. Son un poco todos estos factores».
P: De estos cuatro nombres que te mencionaba, ¿quién crees que ha sido el más duro de batir o el que más te ha hecho sudar?
R: «Buff… Stoner y Pedrosa, cuando tenían la jornada y todo en su puesto, eran rapidísimos y no los podías batir. Pero en un cuerpo a cuerpo con Márquez y con Rossi, no podías estar tranquilo hasta el final. La verdad es que Valentino me ganó más duelos que yo a él, también porque me faltaba un poco de experiencia cuando llegué a MotoGP. Con Márquez sí que digamos que estamos 50%-50%; yo ganaba a veces y él otras, pero era muy incómodo. Márquez siempre quería ganar, independientemente de si se encontraba cómodo o de si le gustaba el circuito o no, nunca tiraba la toalla. Quizá Márquez en eso era más canibal. Pero Rossi era un gran frenador, el que más tarde frenaba y era muy creativo, se podía inventar un adelantamiento en cualquier momento».
P: Imposible decantarte por uno, ¿no?
R: «Quizá Stoner el que más talento tenía y el más explosivo, en el cuerpo a cuerpo Rossi y Márquez… Es difícil decir a alguno».
P: ¿No crees que en el MotoGP actual falta esa rivalidad?
R: «Sí, sí. La gente quiere ver rivalidad, no le gusta que todo el mundo sean amigos. Se está viendo un poco de rivalidad entre Bagnaia y Bastianini y eso le genera un poco de interés al público. La gente quiere rivalidad; la F1 creció en su momento a finales de los ’80 por esa rivalidad tan fuerte entre Prost y Senna, la rivalidad entre Doohan y Crivillé también despertaba expectación, la mía con Rossi, o las que tuve con Márquez o con Pedrosa… La gente quiere ver rivalidad y genera morbo ver que no te llevas bien, y el ‘qué dirá’ el uno del otro en las ruedas de prensa es un poco la salsa. Cuando en Austria veo que todos se paran en la primera curva al final de carrera y se saludan como amigos… Está bien, porque es buen ambiente, pero en realidad no es lo que vende. El ser humano es así, quiere ver rivalidad y confrontación».
P: Volviendo al Jorge Lorenzo actual y a este momento, ¿cómo está siendo esa etapa en los coches? ¿Se disfruta de una manera similar a las motos?
R: «Es muy parecido, en el sentido de la adrenalina que te da y los nervios que pasas antes de la salida, porque está todo muy igualado y tienes que competir contra 40 coches que van muy rápido. El time-attack de la clasificación, el mejorar tu pilotaje y también mejorar el coche… Eso es igual que con la moto. Pero a nivel de seguridad y a nivel de que no necesitas estar tan entrenado como un atleta en MotoGP, eso a mí me gusta mucho más. El pasarte ocho horas en el gimnasio haciendo de todo cada día y jugarte la vida cada fin de semana, no es fácil. En coches puedes tener mala suerte y que te pase algo, pero la posibilidad es mucho menor y realmente no necesito prácticamente entrenar para ser competitivo en coches. Eso está bien, porque puedo tener un ‘lifestyle’ que me gusta, estar mucho tiempo de vacaciones y no notarlo en la pista».
P: Has pasado a los coches en el mismo año en el que lo han hecho Dani Pedrosa y Valentino Rossi, aunque en tres competiciones diferentes. ¿Nos haríais soñar algún día con una carrera en la que estéis los tres?
R: «Estaría bonito. Es posible. Hay tantos campeonatos en coche que es difícil que eso suceda, pero por ejemplo ver en Le Mans, en una de las carreras más importantes del mundo, a los tres que luchábamos por Mundiales en aquellos años sería bonito».
P: ¿Te habría gustado probar esta Ducati actual en época de facultad de condiciones?
R: «Hombre… Si yo hubiese cogido esta Ducati en el 2017, con lo completa que es, otro gallo habría cantado. Seguramente hubiese ganado ya carreras o incluso el Mundial desde el primer año, y ahora posiblemente seguiría en activo con Ducati. Pero no, cogí una Ducati muy potente, con mucha tracción, pero que desafortunadamente no giraba en las curvas y tuve que adaptar mucho el estilo de conducir. Lo tuve que cambiar completamente para ser competitivo y eso quizá me costó la renovación».
P: ¿Ves alguna similitud entre Pecco Bagnaia y tú llevando la Ducati?
R: «Sí, sí. El estilo de pilotaje, cómo se descuelga en la moto… También va un poco sobre raíles, como yo. Quizá yo era un poco el extremo más evidente de finura, de pocos movimientos y elegancia. Pero sí, veo que tienen cosas mías Quartararo, Jorge Martín y Bagnaia».
Tomado de https://www.motorbikemag.es/feed/