Crónica de Graham Bonnet en Vitoria: Un arco iris sobre nosotros
Afirmar que un espectacular arco iris estuvo posado durante hora y media sobre la capital de Euskadi a mediados de diciembre y en una franja horaria en la que solo las luces navideñas son capaces de iluminar las calles de la ciudad puede sonar completamente inverosímil, hasta que uno aclara que de lo que realmente hablamos, en sentido metafórico, es del arco Iris más icónico y relacionado con la historia del rock, la imagen icónica de una de las bandas más clásicas y grandiosas del heavy rock, Rainbow.
La banda formada por el grandioso Ritchie Blackmore, legendario guitarrista de Deep Purple, tras la salida del insuperable Ronnie James Dio consiguió reinventarse con la entrada de Graham Bonnet a la voz, este peculiar cantante cuya carrera siempre ha estado asociada a grandes bandas del género más allá de Rainbow, como Michael Schenker Group o Alcatrazz por citar solo algunas.
Fue precisamente este carismático showman, el que nos cautivó con su voz en el histórico disco ‘Down to Earth’, de 1979, quien nos venía a presentar la interpretación de este álbum al completo, al hilo también de su tercer lanzamiento en solitario como The Graham Bonnet Band, titulado ‘Day Out in Nowhere’, y lanzado por el sello Italiano “Frontier Records” sobre el cual ya hemos en más de una ocasión mostrado nuestra devoción.
Madrid y Segovia esperan ya la descarga de Graham Bonnet y los suyos
Para ello, ha mantenido a Beth-Ami Heavenstone al bajo, y al brasileño Conrado Pesinato a la guitarra, músicos que ya participaron en sus anteriores trabajos y sobre quienes también ha recaído el trabajo de producción de su último plástico. El resto de la banda la conforman el joven Kyle Hughes a la batería, y Danny Mattin a los teclados.
La envolvente introducción de “Eyes of the World” de Rainbow daba paso a la aparición estelar de Bonnet interpretando este clásico de manera magistral, con una sala llena hasta los topes para ser un domingo, donde incluso Kutxi Romero de Marea no quiso perdérselo, a quien pudimos apreciar cómodo y distendido entre el público.
En cuanto vimos incorporarse a Bonnet a las tablas de la Urban Rock, cuyos promotores no paran de apostar por la buena música, nos quedó claro que este portentoso músico británico sigue manteniendo intacta esa imagen tan elegantemente típica y personal suya, siempre con su peculiar corte de pelo y sus gafas Rayban, amén de su traje y corbata impoluta.
“All Night Long” y “Loves No Friend”, ambas también de Rainbow, consiguieron que todo el público estuviese volcado desde el comienzo con la banda. Graham dejaba claro que pese a los problemas de salud que pudo arrastrar la última vez que visitó el país, en 2019, se encontraba en un estado vocal sublime, e hizo gala de ello durante toda la actuación.
La intro, espectacular y Ritchie Blackmorera a más no poder, de “Makin’ Love” hacía las delicias de los asistentes para después conseguir con el súper hit originariamente de Rush Ballard que llevó el citado disco ‘Down to Earth’ a lo más alto de las listas de éxitos, “Since You Been Gone”, hacernos sudar la gota gorda.
Fue apreciable y apreciada la constante sonrisa de la bella Beth-Ami Heavenstone al bajo, pareja también sentimental de Bonnet, que tanto peso ha tenido en su carrera en los últimos años.
Tras un virtuoso solo de teclado de Danny, cuyo sonido no hubiese sido difícil ubicarlo 40 años atrás en el contexto de una jamsession donde la banda reflejaba no solo su gran poderío sino también la grandísima cohesión y conexión que existe entre ellos, un guiño al “Mr. Crowley” de Ozzy servía para que el guitarrista Conrado Pesinato, que por momentos hacía las labores de traducción gracias a su dominio del castellano, acometiese con una versión del “Lazy” de Deep Purple. También hubo lucimiento especial de Kyle a la percusión, al que Graham, reconociendo sus 75 palos, referenció que por edad podría ser su hijo.
“Imposter”, primer single del último redondo del británico, y donde Graham tuvo un bonito gesto hacía el problema de alopecia que su predecesor en Rainbow, Joe Lynn Turner, ha confesado sufrir, pese a ser un tema menos reconocido, sonó con muchísima fuerza gracias en parte a un excelente arreglo de teclados.
“S.O.S” también de Graham Bonnet en solitario, no dejaba que saliéramos del sonido con reminiscencia puramente clásica, con un tarareo súper peculiar a modo “tiroriro”, muy en la línea del que tanta fama le dio a Freddy Mercury.
Gracias a “Desert Song”, de Michael Schenker Group, del exitoso ‘Assault Attack’ de 1982, se consiguió el momento álgido y de mayor clímax de la noche, con toda la sala dando palmas y llevando en volandas al combo gracias a que este LP es muy valorado por los amantes de hard & heavy rock.
“Night Games”, también de su etapa en solitario, templó un poco el ambiente y nos retrotrajo, mención especial incluida por parte del cantante, a esa época ochentera del disco ‘Line Up’, cuyo videoclip con Cozzy Powell a la batería o Jon Lord a los teclados todos recordamos.
La noche llegaba a su fin, y en el tramo final nuestro gentleman bajaba del escenario para que la banda interpretase el “Jet To Jet” de Alcatrazz a modo instrumental, cuyo broche lo puso un sensacional solo de batería.
La más contemporánea “Into the Night” (cuyo videoclip grabado en 360º es algo tan curioso que no deberías perderte) y el clasicazo y emotivo “Assault Attack”, nuevamente de Michael Schenker, ponían el broche final a una noche del más puro y auténtico rock & roll clásico.
La increíble ovación por parte del público llegó a tal punto con algo que ya es tan nuestro como lo es el corear como posesos el “¡Oeee, oe, oeoe!” que el propio Bonnet, y después la banda, optaron por convertirla casi en canción antes de hacer su ultima aparición para regalarnos el gran bis de la noche con “Lost in Hollywood” y desatar la histeria colectiva, consiguiendo así que la velada arrancase y cerrase exactamente con los mismos fabulosos cortes que contenía “Down to Earth” de Rainbow, del que solo faltaron “No Time to lose” y “Danger Zone” para que el disco hubiese llegado a ser interpretado al completo.
Pese a que el origen de la leyenda de Graham Bonnet se gestó gracias al background forjado principalmente en los años 80 tras su participación fugaz pero histórica en Rainbow, su acertado planteamiento de traer al presente sonidos clásicos con aires renovados, unido a su carisma y presencia escénica, en conjunción con una voz talentosa y que conserva en plena forma, además de fidelizar a sus seguidores de siempre, el tiempo que le quede sobre la tablas, que esperamos sea mucho, es muy probable que consiga atraer a aquellos amantes del hard y heavy rock para los cuales en su día Bonnet pudo pasar desapercibido.
Del mismo modo que no es sencillo ver un arco iris sobre una ciudad del norte en pleno diciembre, tampoco lo es poder gozar de la presencia de leyendas clásicas internacionales como Graham Bonnet, quien desde luego consiguió grabar en nuestras retinas otra noche mágica más para el recuerdo, tras la cual, la sensación que predominó entre todos los afortunados de asistir a esta noche histórica, podría tranquilamente condensarse rescatando para ello el dialogo final que acompañaba a aquella maravillosa balada “Somewhere over the Rainbow”, compuesta para la película ‘El Mago de Oz’, de 1939, y con la que Rainbow arrancaba sus conciertos allá por el 76: “We must be over the Rainbow!”.
Setlist de Graham Bonnet en Vitoria:
Eyes of theWorld
All Night Long
Love’s No Friend
Makin’ Love
Since You Been Gone
Lazy
Imposter
S.O.S.
Desert Song
Night Games
Jet to Jet
Into the Night
Assault Attack
Lost in Hollywood
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Tomado de https://mariskalrock.com
