Cómo alargar la vida de tu batería
A estas alturas del calendario ya son muchos los que tienen la costumbre de poner a hibernar su montura. En esos casos alargar la vida de la batería durante el frío parón es una cuestión vital. Y no sólo en estas circunstancias. La batería suele ser uno de los elementos que más quebraderos de cabeza nos provoca.
Un solo dato lo avala, la mayoría de compañías de seguros afirman que más del 40% de las asistencias en carretera están relacionadas con fallos de la batería.
Tan delicado asunto no ha variado mucho con el paso de los años, hoy en día disponemos de sofisticadas baterías de litio, pero aún así si no vigilamos su funcionamiento son igualmente susceptibles de darnos algún que otro disgusto.
Así que si prefieres evitar contratiempos y alargar la vida de tu batería al máximo, no estará de más que tomes una serie de precauciones y lleves a cabo un mantenimiento periódico. Al fin y al cabo su vida no es ilimitada, ya que depende de factores tan aleatorios como la temperatura ambiente, el tipo de trayectos, el uso del vehículo… Pero si te sirve de referencia la mayoría de mecánicos consideran que si una batería dura entre dos y cuatro años, ya puedes darte por satisfecho.
En cualquier caso y para tratar de prolongar al máximo su vida, no estará de más seguir una serie de consejos:
1- En caso de prever un largo parón, sobre todo en los meses más fríos del año, lo ideal es desmontar la batería. Normalmente se localiza bajo del asiento, aunque dependerá de la marca y el modelo de la moto, algunas pueden estar también debajo del depósito de combustible o en el caso de los scooters, en la base de la plataforma reposapiés.
Para desmontarla correctamente lo primero que hay que hacer es quitar los tornillos que unen los bornes a la batería (primero el negativo y luego el positivo), además, también hay que quitar el tubo de desagüe y de desgasificación.
2- Con la batería desmontada no acaba el trabajo, es muy importante revisar su estado y el nivel de carga. Hay varias maneras:
– Emplear un voltímetro. Este aparato indica la carga. Puede ser una unidad externa que se conecta a los bornes de la batería o un medidor instalado en la moto.
– Usar un mantenedor de batería. Se trata de un aparato cuya función es evitar que una batería se descargue. Es una herramienta muy práctica, pero no sirve para cargar la batería.
– Utilizar un cargador inteligente. Son dispositivos electrónicos y adecúan la carga a las necesidades reales de la batería.
– Emplear un cargador tradicional. Con estos dispositivos es preferible cargar la batería a una décima parte de su capacidad durante 10 o 12 horas en lugar de seleccionar un proceso de carga rápida.
3- Algo tan simple como obvio y que contribuye a evitar que se descargue la batería es mantener la moto a buen recaudo. Lo ideal sería en un garaje y ya puestos, para una mayor protección no estaría de más protegerla con una funda, transpirable, eso sí.
4- Si tienes posibilidad, puedes poner en marcha la moto al menos una vez a la semana y hacer un pequeño recorrido.
5- Instalar un pequeño pero efectivo desconectador de batería, que evitará que esté conectada y se descargue.
Por supuesto, también es fundamental realizar un buen mantenimiento periódico a lo largo del resto del año por si las moscas.
Una revisión a tiempo seguro que nos evita sorpresas desagradables y para calcular el celo que hemos de mostrar en esa supervisión, debemos saber que tipo de batería que tenemos en nuestra moto. A saber:
Baterías húmedas
Son las tradicionales de toda la vida. En la parte superior poseen unos tapones que deben retirarse para comprobar el nivel del electrolito en su interior. Es aconsejable realizar revisiones mensuales.
Baterías selladas
Fabricadas con separadores Absorbed Glass Mat (AGM). Son modelos de ácido con vasos de electrolito cerrados. La revisión se deberá realizar cada dos meses.
Baterías de gel
Similares a las selladas. Especialmente indicadas para motos de pequeña y media cilindrada. También habrá que revisarlas cada dos meses.
Baterías de litio
Se caracterizan por ser ligeras, resistentes y potentes, además de ofrecer una mayor duración. Su revisión puede ser trimestral.
En cualquier caso e independientemente del tipo de batería, el objetivo es que el nivel de carga no se encuentre por debajo del 50 % en ningún momento.
Para ello hay pequeños detalles que no dejan de revestir importancia, como por ejemplo algo tan sencillo como limpiar los bornes de la batería. Con un cepillo y una mezcla de bicarbonato de sodio y agua será suficiente y después sólo habrá que cubrirlos con una ligera capa de grasa o vaselina.
También podemos comprobar la sujeción de la batería. Así evitaremos sacudidas o vibraciones que puedan ir dañándola con el paso del tiempo y los kilómetros.
Así que ya lo sabes, un poco de cuidado y alguna que otra revisión y conseguirás alargar la vida de tu batería y no te quedarás sin chispa.
Tomado de solomoto.es
