El nuevo Álex Márquez: «He recibido muchas críticas y mucha gente ha dudado de mí»
Álex Márquez ya está de regreso rumbo a España con una sonrisa de oreja a oreja. El piloto de Cervera constató en Malasia que su nueva Desmosedici GP22 poco o nada tiene que ver con la Honda RC213V que ha pilotado durante las tres últimas temporadas, y así lo demostró acabando 9º en la tabla combinada de tiempos a medio segundo del piloto más rápido en Sepang, su compañero de fábrica, Luca Marini.
En sólo tres días, el #73 ya ha mejorado de forma sustancial los cronos que marcó en 2022 con la Honda, bajándolos en más de medio segundo a pesar de que su adaptación a la máquina italiana todavía no está acabada. El menor los Márquez definió como «muy positivo» todo lo ocurrido en Malasia cuando fue abordado por DAZN, asegurando que «además del tiempo por vuelta, hemos hecho un buen trabajo. Sufro en la frenada, detrás falta un poco de contacto, es donde tenemos que trabajar de cara a Portimao para intentar ser un poco más constantes».
El bicampeón del mundo insiste en que todavía «no me he hecho al 100% a la moto, todavía me lleva un poco ella, hay algunos movimientos que espero poder hacer diferentes, pero es porque el carácter de la moto es muy diferente a la que llevaba hasta ahora».
Parte del trabajo que Álex tenía programado en Malasia pasaba por probar los nuevos sensores de presión de neumáticos en tiempo real que entrarán en vigor este año, limitando el umbral mínimo de presión a 1,9 bares delante y 1,7 bares detrás, con el fin de evitar que los pilotos rueden con presiones excesivamente bajas comprometiendo así la integridad de los neumáticos.
El catalán cuenta que «hemos trabajado también en el nuevo reglamento de presiones de neumáticos», y al mismo tiempo recuerda que «aquí en los test siempre se juega un poco con esto. Hemos querido hacer pruebas con esto, porque es verdad que si bajas la presión del neumático trasero, ganas bastante. En el delantero, dudo que la pongan obligatoria, pero detrás sí, así que es donde hay que trabajar».
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De momento, la sintonía entre Márquez y el equipo Gresini no podía ser mejor, al menos eso es lo que se desprende de sus palabras: «El equipo y yo nos vamos conociendo día a día. Ha sido el primer test real. Valencia fue una toma de contacto, pero demasiado corta. Es el primer test real, una lástima que lloviera el sábado. Me gusta trabajar, que me digan las cosas claras, y lo han entendido. Me siento bien y con confianza. Por parte de Ducati también, eso es importante para el piloto. No me sentía así desde el primer año. En el box no tengo nada que achacar, ya dije que en el LCR Team hubo muy buen ambiente siempre, aunque los resultados no fueran los mejores. Pero el sentirte bien encima de la moto hace que el resto sea mucho más fácil».
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Por último, el piloto de Cervera no oculta que dejar Honda para intentar triunfar con Ducati «es un reto» y un revulsivo que necesitaba: «Siendo sincero, he recibido muchas críticas y mucha gente ha dudado de mí. Me dije que tenía que coger la mejor moto para intentar demostrarme a mí mismo que sigo siendo rápido. A veces cuando estás en una situación tan límite como estuve el año pasado, te entran dudas. Es así. Yo creía que no, pero en ese momento lo piensas».
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Tomado de Todocircuito.com
