35 años del día en el que Alice Cooper casi muere ahorcado sobre el escenario
7 abril, 2023 5:17 pm
En un espectáculo como el que ofrece Alice Cooper a sus fieles que incluye decapitaciones, ahorcamientos y algún que otro numerito peligroso no es descabellado pensar que se produzcan accidentes. Hace un tiempo, el maestro del shock rock destrozó su bastón en pleno concierto y los fragmentos golpearon en la cabeza a su guitarrista Nita Strauss, un episodio que apenas reviste importancia si lo comparamos con aquella ocasión en la que el cantante casi muere ahorcado en el escenario. Al cumplirse 35 años de ese día, Alfredo Villaescusa rescata ese episodio.
Alice Cooper se labró una leyenda por sus impactantes shows en directo en los que podía acabar ajusticiado en una silla eléctrica o en una horca. De hecho, una de sus estampas más características hacía alusión a su propio ahorcamiento en el escenario. Sin embargo, este famoso truco se torció completamente durante un ensayo en el Wembley Stadium en abril de 1988.
Con la ayuda de los servicios del mago James Randi, el montaje incluía una horca para ejecutar al vocalista durante sus actuaciones y utilizaba un arnés conectado a una gruesa cuerda de piano desde el techo para proteger a Cooper.
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Así lo recordaba el rockero en declaraciones a EW: “Cuando voy al circo y hay un tipo en una jaula con doce tigres, siempre existe la posibilidad de que uno de los tigres no haya captado el mensaje. Cuando ves a un tipo en la cuerda floja, es posible que en un segundo contemples una tragedia. Siempre quise eso en nuestro espectáculo. Que lo que vean pueda ser la última noche de Alice Cooper”.
El frontman tenía depositada toda su fe en la cuerda de piano: “Nunca pensé en cambiarla. Me imaginé que duraría para siempre. Hasta que en un momento dado sucedió lo inesperado.
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De esta manera lo relataba: “La cuerda se rompió. Escuché cómo golpeaba mi barbilla y en un instante eché mi cabeza hacia atrás. Eso debió producirse en una fracción de segundo porque si hubiera cogido mi barbilla, el resultado habría sido diferente. Me cayó por el cuello y me hizo una quemadura importante”.
Una vez que estuvo en el suelo, sacó el cuello de la cuerda y se desplomó, “casi a punto de perder el conocimiento”. Siguió con el espectáculo como si tal cosa una vez que pudo sustituir la cuerda de piano.
En ese contexto encajaba bastante ese mantra con el que solía agasajar a sus compañeros de grupo: “Os van a pagar, vais a ver el mundo y os van a dar puntos de sutura”. Toda una constatación de que aquel trabajo no era desde luego para todo el mundo.
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Eclecticismo en vena. No hay nadie que no dispare el viernes por la noche, ni hay quien esquive los disparos.
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Tomado de https://mariskalrock.com
