La policía estatal de New Hampshire ha dado a conocer una de sus últimas y más sorprendentes detenciones: la de un motorista que reventó el límite de velocidad de la pistola-radar de uno de sus agentes y que, para más inri, acabó dando positivo en el test de alcoholemia, un combo que podría acarrearle una pena de prisión si así lo estima el juez.

Los hechos se produjeron hace unos días, concretamente el pasado 21 de mayo; a eso de las 17:15 de la tarde, el agente Brian Hanna estaba realizando un control de velocidad rutinario cerca de la población de Exeter, en una carretera limitada a un máximo de 55 mph (88 km/h). 

En ese momento, un motorista a lomos de una moto deportiva de gran cilindrada pasó a toda velocidad junto al control, registrando en ese momento 120 mph, es decir, casi 200 km/h. Según el testimonio del agente, el motorista siguió acelerando todavía más cuando superó el control, por lo que avisó a su compañero, el agente Seth Parker, que estaba ubicado unos kilómetros más adelante.

Este último preparó su pistola-radar, apuntó al motorista cuando pasó a su lado y registró una velocidad récord de +171 mph (275 km/h), lo máximo que puede registrar el dispositivo electrónico. Tras ver la cifra, los agente se coordinaron y lograron darle el alto al motorista, un hombre de 36 años llamado Christopher Unghire.

Las malas noticias para el protagonista de esta historia no acabarían ahí; tras detener el vehículo, los agentes le realizaron un test de alcoholemia y dio positivo. Además, le acusaron de conducción temeraria, por lo que fue detenido en el mismo lugar y su moto confiscada y llevada al depósito de la policía de Hampton.

Tras prestar declaración, Christopher Unghire fue puesto en libertad bajo fianza y ahora está a la espera de juicio en el Tribunal de Hampton el próximo 1 de junio de 2023. La multa económica por haber superado en más de 41 mph la velocidad máxima ronda los 700 dólares, y a eso habrá que sumar los puntos que el juez sumará al carnet de este motorista (como nuestro sistema de puntos en el carnet, pero al revés) y la posibilidad de que la acusación solicite una pena de prisión que podría llevar a este incauto motorista a visitar una cárcel estatal durante varios meses en función de sus antecedentes.

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Varios residentes de la zona han puesto en el grito en el cielo al enterarse de que el detenido fue puesto en libertad a las pocas horas. En las redes sociales de la policía de New Hampshire se pueden leer quejas como la de Deanne, que se pregunta «¿cómo es posible que una persona que conduce a esta velocidad pueda quedar en libertad?», o Shannon, que también ha sido crítica con la decisión: «¡¡¡No puedo creer que esté en libertad!!! ¡Eso es ridículo! Algo está muy mal con la situación. Podría haber matado a sólo Dios sabe cuántas personas. Es triste, muy triste que tenga esa falta de respeto por la vida humana. ¡¡Y tenemos que vivir con eso!!».

#LargaVidaalMotociclismo #BikerSonora #SonoraRiders #MotociclismoyRocknRoll #Motociclismo #MotociclistasdeMexico
Tomado de Todocircuito.com

La policía estatal de New Hampshire ha dado a conocer una de sus últimas y más sorprendentes detenciones: la de un motorista que reventó el límite de velocidad de la pistola-radar de uno de sus agentes y que, para más inri, acabó dando positivo en el test de alcoholemia, un combo que podría acarrearle una pena de prisión si así lo estima el juez.

Los hechos se produjeron hace unos días, concretamente el pasado 21 de mayo; a eso de las 17:15 de la tarde, el agente Brian Hanna estaba realizando un control de velocidad rutinario cerca de la población de Exeter, en una carretera limitada a un máximo de 55 mph (88 km/h). 

En ese momento, un motorista a lomos de una moto deportiva de gran cilindrada pasó a toda velocidad junto al control, registrando en ese momento 120 mph, es decir, casi 200 km/h. Según el testimonio del agente, el motorista siguió acelerando todavía más cuando superó el control, por lo que avisó a su compañero, el agente Seth Parker, que estaba ubicado unos kilómetros más adelante.

Este último preparó su pistola-radar, apuntó al motorista cuando pasó a su lado y registró una velocidad récord de +171 mph (275 km/h), lo máximo que puede registrar el dispositivo electrónico. Tras ver la cifra, los agente se coordinaron y lograron darle el alto al motorista, un hombre de 36 años llamado Christopher Unghire.

Las malas noticias para el protagonista de esta historia no acabarían ahí; tras detener el vehículo, los agentes le realizaron un test de alcoholemia y dio positivo. Además, le acusaron de conducción temeraria, por lo que fue detenido en el mismo lugar y su moto confiscada y llevada al depósito de la policía de Hampton.

Tras prestar declaración, Christopher Unghire fue puesto en libertad bajo fianza y ahora está a la espera de juicio en el Tribunal de Hampton el próximo 1 de junio de 2023. La multa económica por haber superado en más de 41 mph la velocidad máxima ronda los 700 dólares, y a eso habrá que sumar los puntos que el juez sumará al carnet de este motorista (como nuestro sistema de puntos en el carnet, pero al revés) y la posibilidad de que la acusación solicite una pena de prisión que podría llevar a este incauto motorista a visitar una cárcel estatal durante varios meses en función de sus antecedentes.

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Tomado de Todocircuito.com