Crítica de Khëlleden: Historias para no dormir
Desde las tierras levantinas de Alicante desembarcan los piratas de Khëlleden con las ideas muy claras: llevar su folk metal hasta cualquier puerto al que pueda llegar su barco cargado de fiesta, diversión y mensajes llenos de carga social.
Este estilo musical está viviendo sus años dorados, fuera de nuestras fronteras con Alestorm, por citar un ejemplo, o dentro con Mägo de Oz o Saurom, y tiene en este grupo alicantino una continuación más que digna, que te va a poner a botar y a pensar a la vez con un trabajo que tienes que escuchar al menos dos veces.
En la primera, prepárate para disfrutar, sin más pretensiones que eso, mientras suenan las canciones por tus altavoces. Será la mejor terapia para venirte arriba cuando algo te vaya mal. Pero en la segunda, vas a descubrir que las letras te van a cabrear con alguna que otra «historia para no dormir», como reza el título de este disco, con la realidad que nos aplasta, aunque también te invitan al optimismo.
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El mejor ejemplo lo encontramos tras un “Prólogo” muy épico, casi cinematográfico, que nos mete de lleno en “El Edén”, una canción muy propia de los últimos Mägo, guitarrera, con una parte más folk en el solo que es pura fiesta y ese trasfondo político en la lírica que comentábamos.
Después del más powermetalero “Sigo en pie”, llegan un par de temas que, para mí, abanderan este disco. Por un lado, nos dejan una “Historia para no dormir” con ritmos ska que te pueden recordar a los italianos Talco, hablando de alguien que se marchó a Arabia después de haber cazado elefantes; y por otro lado, el más metalero, “La tierra olvidada”, que tiene un toque celta en el solo y una construcción a lo largo de sus seis minutos que engancha, emociona y se disfruta.
Ellos mismos reconocen ponerse moñas en la instrumental “La figa por un beso” y en “Vente conmigo (a vivir)”, donde vuelven a sacar su vena folk antes de arremeter con “La venganza del capitán Pescanova”, la más grave y pesada de todo el disco, que nos cuenta la historia de este vil navegante. Para despedirse, qué mejor que contar con Lèpoka en “Canción de galeras”.
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Tenemos nuevos piratas dispuestos a abordar el trono del folk metal, y lo hacen llevando la fiesta por bandera (como se demostrará en el concierto con Runa Llena en Alicante), sabiendo mezclar el cachondeo con la denuncia social, un cóctel que suena ideal para tomarlo con el primer trabajo de Khëlleden como banda sonora.
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Graduado en periodismo con el rock como banda sonora y como filosofía de vida. Salud y libertad
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Tomado de https://mariskalrock.com
