Prueba Morbidelli T1002VX
Prueba Morbidelli T1002VX: Una trail un poco para todo
Morbidelli viene con bastantes novedades para el 2025, varias de ellas construidas alrededor de su bloque motor de 997 cc. Un bicilíndrico en V eficiente y versátil que ya pudimos ver en la cruiser C1002V que probamos hace no mucho. La Morbidelli T1002VX viene a hacerse un hueco en el apretadísimo mercado de las motos trail con este mismo motor V2; y un equipamiento muy orientado al viaje y al confort, que aporta un aspecto moderno a la moto a un precio muy atractivo.
La Morbidelli T1002VX es una trail más bien asfáltica de buen tamaño. Pero presenta ciertos toques aventureros y sin duda es capaz de recorrer pistas y caminos sin asfaltar de forma ocasional. Está pensada para viajeros sensatos que quieran una moto grande, pero accesible y que se pueda utilizar en diferentes escenarios, incluyendo salidas de fin de semana o cruzando la ciudad para ir al trabajo. Donde más brilla sin duda es en su capacidad para tragar kilómetros y es al confort y al viaje donde se orienta la mayoría de su equipamiento, que incluye: control de crucero, acelerador electrónico o puños y asiento calefactados.
Prueba Morbidelli T1002VX: Ergonomía y diseño de la T1002VX

Esta Morbidelli T1002VX tiene un diseño trail digamos “tradicional”, que presenta varias características estéticas observadas habitualmente en motos de este tipo y en todas las marcas. El frontal con un pico afilado y una óptica que recuerda un poco a una fiera enfadada, evoca para algunos la imagen de las trail de Triumph. Mientras que la parte trasera, con un escape sobredimensionado y una buena parrilla portaobjetos se asemeja un poco a la V-Strom 1050. La mezcla no consigue darle una estética especialmente singular, pero desde luego sí resulta una moto atractiva y con presencia, con cierto impacto visual gracias a sus volúmenes musculosos.
Se nota claramente que Morbidelli ha cuidado mucho la ergonomía de esta moto para situarla como una fiel compañera de viaje. La postura de conducción es muy buena, relajada y erguida, con las piernas en posición cómoda y todos los mandos en su lugar preciso. Igualmente la protección aerodinámica es estupenda. Mis 186 cms se acomodan fácilmente tras el parabrisas, que además es regulable mediante un sencillo sistema manual. El manillar es ancho y el asiento es muy cómodo, presentando la firmeza justa para sostener sin molestar. Mantiene su buena cara también en la parte del pasajero, que va a disfrutar de bastante espacio y una postura relajada también.
El asiento queda a 820 mm del suelo, lo que la hace accesible a la gran mayoría de usuarios y su centro de masas queda recogido abajo y en el centro, facilitando las maniobras a baja velocidad. Es una moto grande, con 1.581 mm de distancia entre ejes, que le dan también mucha estabilidad de marcha.
Prueba Morbidelli T1002VX: Motor V2 de 997 cc para la T1002VX

Morbidelli está sacando partido del estupendo motor que ha sido desarrollado por el conglomerado chino Quianjian, que ya viene teniendo penetración y aciertos en Europa gracias a sus marcas propias y algunas que se abren paso utilizando sus motores y tecnologías. Se trata de un propulsor de 997 cc con 8 válvulas en culata, refrigeración líquida e inyección electrónica por supuesto. Sus cifras de potencia y par son más que respetables (especialmente la de par, que lo hace un motor muy divertido): entrega 87 CV de potencia máxima a 7.500 rpm y ofrece un par máximo de 90 Nm a 5.250 rpm (89 en realidad). Es un motor con carácter, que brilla en medios y que hace muy fácil sostener velocidades altas durante largo tiempo con solvencia.
La conexión entre el puño y el motor es electrónica y dispone de cuatro modos de conducción que se adaptan a diferentes situaciones y usos: Estándar, Deportivo, Lluvia y Off-Road. Los modos adaptan la entrega de potencia y según el fabricante, también la sensibilidad del control de tracción (que por cierto, no es desconectable en ninguno de los modos, mientras que sí lo es el ABS en el modo Off-Road).
Otra característica muy de agradecer de este propulsor es su fantástico sonido a V-Twin de la vieja escuela que le da a la Morbidelli T1002VX cierto carácter distintivo y en general cabría decir que resulta una buena elección de motor para una moto viajera y versátil.
Prueba Morbidelli T1002VX: Parte ciclo con componentes de entidad

La T1002VX presenta un chasis de doble cuna que alberga el conjunto motor construido en aluminio. La suspensión está compuesta por horquilla invertida ajustable KYB, con barras de 43 mm y un recorrido de 184 mm (183,8 en realidad). El monoamortiguador trasero está instalado sobre un sistema de bieletas que le añaden cierta progresividad, es también ajustable en precarga y rebote y viene firmado igualmente por KYB con un recorrido más corto, de 77,4 mm.
El sistema de frenado es probablemente de lo mejor de la moto, y es que monta sistema con pinzas y bombas J.Juan y ABS Bosch. Los discos delanteros son de 320 mm y los muerden pinzas de 4 pistones. El disco trasero es de 260 mm y lleva una pinza de un solo pistón y el conjunto en general, muestra una alta calidad.
Se agradece encontrar neumáticos Pirelli Rally STR tubeless, montados de serie en llantas de radios, de las que tienen los radios por el exterior, que quedan estéticamente muy bien además de resultar más cómodas en caso de pinchazo. Los tamaños de rueda son los clásicos 120/70 – 19 delante y 170/60 – 17 para la rueda trasera, que delatan un poco la orientación asfáltica de esta trail viajera.
Completando algunos datos sobre tamaños y capacidades de la Morbidelli T1002VX, encontramos un depósito de 20 litros de capacidad, una distancia entre ejes de 1.581 mm y un largo total de 2.287 mm con una altura de 1.475 mm y una anchura de 931 mm. Es una moto grande, con un peso de 265 kg en orden de marcha, que no es poco, pero que como hemos visto incluye esos 20 litros de combustible.
Prueba Morbidelli T1002VX: Equipamiento, una de las grandes apuestas de la T1002VX

Morbidelli ha dotado a la T1002VX de un muy buen equipamiento. No solo es extenso, sino que también es acertado. Tiene esa combinación racional de elementos que no incluye nada superfluo y que al mismo tiempo hace que no se eche nada en falta.
La posición del piloto está presidida por una pantalla digital de 7 pulgadas que presenta una muy buena visibilidad y es fácil de leer. Es aquí también donde accederemos a los menús para configurar el sistema y gracias a un botón dedicado (buen punto) también podemos hacer el cambio de modo de conducción (siempre con la moto parada). La instrumentación tiene conectividad Bluetooth para nuestro móvil y gracias a una app de la marca (Morbidelli Connect), tendremos acceso a estadísticas, localización de la moto e historial de viajes, entre otras cosas.
Buscando el confort viajero, la T1002VX incorpora calefacción en puños y asiento y un intuitivo control de crucero. Por supuesto encontramos iluminación full LED, dos tomas de USB, de tipo A y C respectivamente y toma también de 12 V; cubremanetas, cubrecarter de aluminio, defensas para el motor y muy de agradecer también, un sistema de medición de presión de los neumáticos.

A todo esto hay que añadir el acelerador electrónico, que ya hemos mencionado y los sistemas de seguridad como el ABS y el Control de Tracción, que según ficha técnica, se adaptan según el modo de conducción (Road, Rain, Sport y Off-Road). Como ya hemos comentado, el ABS se desconecta en modo Off-Road y el Control de Tracción está siempre activo.
La marca nos ha comentado que pronto estará disponible un juego de tres maletas originales y específicas para la Morbidelli T1002VX, construidas en aluminio y de apertura superior. No hemos podido probarlas, pero sí parece seguro que la moto las recibirá bien, con robustos anclajes y amplia capacidad para albergarlas. Estas maletas estarán disponibles a un precio reducido en una agresiva promoción de lanzamiento.
Prueba Morbidelli T1002VX: Morbidelli T1002VX: comportamiento dinámico
Prueba Morbidelli T1002VX: Así lo ha visto Teo

Nada más acercarme a la Morbidelli T1002VX observo un aire de familiaridad estética. Se me parece a las motos trail de Triumph, seguramente por el pico corto y afilado junto con el doble faro delantero que dibuja una mirada felina. Las tapas laterales y las gráficas de los plásticos, me recuerdan a otras motos que han venido llenando el mercado de las trail medias en los últimos años, como las Benelli o las motos de QJ. Pero esta vez estamos ante una moto un poco más grande y con muy buena presencia. La cilindrada le sienta muy bien, 500 cc se me antojan cortos para viajes largos con pasajero y más de 1000 cc parece quedar reservado de momento a las grandes maxitrail de marcas premium.
La sensación de moto grande continúa cuando me subo y me pongo a los mandos. Estoy ante un manillar ancho y un parabrisas que ofrece muy buena protección aerodinámica, incluso para mis 186 cms de altura. Pero por extraño que parezca, la altura del asiento al suelo se mantiene en unos muy accesibles 820 mm y eso me permite moverla con soltura en parado. Su elevado peso desaparece en cuanto nos ponemos en marcha y gracias a la buena distribución de masas, casi diría que ese peso aporta más de lo que resta. Aporta porque tenemos un depósito de gran capacidad y eso multiplica la autonomía y además, añade aplomo a la pisada, dando una sensación de confort muy alta.
Una de las cosas que más me gustan de esta moto es el sonido del escape. Alrededor de las 4.000 vueltas entra un rugido grave y lleno, que se disfruta según el motor acelera. Es un verdadero sonido V2 que hará las delicias de los más exigentes.
Siguiendo con el motor, diría que es una elección lógica para una moto como esta. Es una cilindrada grande y el propulsor genera unas cifras generosas de potencia y par. Pero sí que podría entender que haya quien eche en falta 10 o 15 caballos más de potencia. Este extremo se compensa en parte con una patada de par muy intensa que aparece en el medio régimen. Es un motor que no tiene sentido estirar mucho más allá de las 7.000 vueltas y tampoco se comporta de forma especialmente suave por debajo de las 3.000, donde por otro lado, pocas veces querremos llevarlo.

Para todo uso, donde mejor vamos a poder aprovechar la moto es desde las 4.000 rpm hasta las 7.000 rpm. Ahí es donde el motor hace su mejor trabajo, donde aparece todo el par (5.000) y donde intuitivamente acabas llevándola siempre, gracias a cómo está casado con el cambio. Un cambio que funciona muy bien, sin falsos neutros y con un accionamiento suave y preciso.
En carreteras de curvas muy reviradas podríamos encontrar mejores recuperaciones, pero a nada que la carretera se “estire” un poco y se vuelva más rápida, enseguida disfrutamos de un paso por curva rápido, aplomado y que transmite gran sensación de seguridad. La parte ciclo colabora en todo momento manteniendo un tren trasero fuerte y una horquilla que, aunque podría ser más firme, no provoca bamboleos ni excesivos hundimientos en la frenada. Si tuviera que destacar un apartado del comportamiento dinámico de esta T1002VX, sin duda sería su frenada, que me ha sorprendido por su potencia y progresividad.
Los modos de conducción me parecen acertados, pero sobre todo me gusta no haber encontrado holguras ni retardos en el accionamiento del acelerador (falla de la que padecen muchas motos de fabricación china últimamente). La conexión del puño con el eje trasero es directa, progresiva y controlable.
Sí, es una moto con la que se puede divertir uno en carreteras reviradas, si no espera obtener prestaciones de nave espacial. Pero cabe señalar que donde es imposible sacarle alguna pega es en vías rápidas. Con control de crucero, asiento cómodo y buen parabrisas, resulta un gusto viajar por autovías. El motor parece diseñado para mantener velocidades altas sin esfuerzo ni dificultad, resultando en que la T1002VX sea una excelente compañera de viaje.
Prueba Morbidelli T1002VX: Así lo ha visto Pipe

Sentía curiosidad por probar la T1002VX. En mayo pasado asistí a la presentación de la Morbidelli C1002V (88,4 CV, 9.990 €), una custom muy eficaz e imagen rompedora por menos de 10.000 €. Entonces me pareció que el enfoque era muy adecuado, pues la C1002V mira a sus rivales a los ojos con unas capacidades dinámicas iguales, cuando no superiores, a un precio muy inferior que sus rivales.
En el caso de la T1002VX hay que cambiar el prisma. Las diferencias respecto a sus rivales en precio son también muy superiores, sólo cuesta 9.690 €; pero en este caso, los 87 CV de potencia y 90 de par máximo son cifras inferiores a la competencia. La más cercana en cuanto a concepto (trail asfáltica bicilindrica en V con rueda de 19”) es la Suzuki V-Strom 1050 Tech (106 CV, 16.149 €). También bicilíndrica, pero en paralelo, es la Honda CRF1100L Africa Twin Adventure Sports (102 CV, 19.850 €), que cuesta casi el doble.
Así que el espacio que ocupa la Morbidelli T1002VX es el destinado a los grandes viajeros que no precisan de prestaciones fulgurantes, pero sí el par y la fuerza suficientes como para rodar con pasajero y equipaje (o no) sin tener que revolucionar el motor. Éste es el punto importante, porque a nivel parte ciclo y de equipamiento, es una moto que está a gran altura.
Quizá no tenga quickshifter o radar, pero sí tiene control de crucero, calefacción en puños y asiento, pantalla regulable o incluso aviso de presión de neumáticos. Sus componentes son de marcas reconocidas, como KYB en suspensiones o J.Juan en los frenos y funcionan a las mil maravillas.

Tampoco es la más ligera, pero su reparto de pesos es óptimo. Su comportamiento es muy neutro y da mucha confianza en la entrada en curva, así como una estabilidad muy buena. No es la más ágil en los cambios de dirección, ahí están los kilos, pero se trata de una moto noble, con tacto de calidad en su rodar, incluido su sonido. El motor da lo mejor de sí en la zona media, es decir, la parte en que circulamos casi siempre. Es capaz de subir más de vueltas, pero más a costa subir los Db que de ganar prestaciones.
Sin embargo, esos decibelios suenan a gloria. Incluso al ralentí, el motor suena de maravilla, igual que lo hacía su hermana la C1002V. La Morbidelli T1002VX está aquí para seducir a aquellos que quieren una moto rutera eficaz, fiable y confortable, que les lleve muy lejos con poco consumo, pero que tampoco quieren pagar por aquello que no van a usar. Me parece una idea magnífica.
Prueba Morbidelli T1002VX: Capacidades Off-Road de la Morbidelli T1002VX

La Morbidelli T1002VX tiene un peso elevado que no le penaliza en carretera gracias a su potente par motor y a su buena distribución de masas. Al mismo tiempo, cuenta con una alta capacidad de depósito, que en parte es culpable de dicho exceso. Pero sí es una característica a tener en cuenta en campo, y eso junto con su configuración de tamaños de rueda (19 y 17 pulgadas), aconsejan considerarla una moto más bien asfáltica.
Dicho esto, es obvio que se trata de una moto trail que podemos internar por caminos sin asfaltar y pistas forestales de forma ocasional sin miedo de causarle daños o sufrir falta de capacidad. El recorrido de suspensiones delantero es más generoso (184 mm) y es el amortiguador trasero el que podría hacer tope más a menudo con sus 77 mm de recorrido.
La postura de conducción cuando vamos de pie es más que correcta y el modo Off-Road regula la entrega de potencia para que no tengamos que trabajar demasiado. Es una moto que traslada el confort a estas circunstancias también, con unas suspensiones progresivas que filtrarán bien terrenos irregulares.

Tomado de https://soymotero.net/