Cámaras con inteligencia artificial: el futuro de la seguridad en motocicletas

La tecnología avanza a pasos agigantados y ahora, con el auge de los sistemas electrónicos basados en inteligencia artificial, las motocicletas comienzan a beneficiarse de innovaciones diseñadas para incrementar la seguridad en la carretera.

La firma Hitachi Astemo ha desarrollado un sistema pionero que incorpora dos cámaras de visión estereoscópica en motocicletas, capaces de leer y comprender la carretera. Estas cámaras no sólo detectan peligros potenciales, sino que ajustan automáticamente las suspensiones y alertan al conductor en tiempo real.

Inspirado en autos eléctricos

Este desarrollo toma como referencia tecnologías ya presentes en vehículos eléctricos, como el Tesla Vision, que utiliza cámaras inteligentes para analizar el entorno y anticiparse a riesgos en la carretera. Ahora, este enfoque llega al mundo de las dos ruedas, lo que abre nuevas posibilidades para mejorar la seguridad de los motociclistas.

¿Cómo funcionan las cámaras?

El sistema utiliza dos cámaras frontales que imitan la visión estereoscópica humana, lo cual permite calcular distancias y velocidades con gran precisión mediante el paralaje.

Esto hace que sean más eficientes que los radares para identificar objetos en movimiento y medir la profundidad del campo de visión, aunque enfrentan dificultades en condiciones de baja visibilidad.

En su fase prototipo, estas cámaras se han instalado en una Honda Africa Twin, donde han demostrado su capacidad para detectar baches e irregularidades en el asfalto y ajustar las suspensiones electrónicas para una marcha más segura y cómoda; leer marcas viales, señales de tráfico y vehículos cercanos, y alertar al conductor sobre posibles riesgos, como exceder los límites de velocidad o ignorar señales de tránsito.

La información recopilada por las cámaras se refleja en la pantalla TFT de la motocicleta, y genera datos útiles y precisos para que el piloto disfrute de una conducción más informada y segura.

Comercialización

Aunque esta tecnología aún se encuentra en fase de prototipo, se espera que esté lista para su comercialización hacia 2030, lo que marcará un antes y un después en la evolución de la seguridad en motocicletas.

Con este tipo de innovaciones, la industria está enfocada en ofrecer soluciones que mejoren la experiencia de conducción y reduzcan los riesgos asociados a viajar en motocicleta.

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