¿Tienes una clásica y no hay manera de encontrar recambios? Tranquilo, el futuro de las motos antiguas ya está aquí
A diferencia de muchos fabricantes que se centran únicamente en réplicas visuales, Competition Distributing ha hecho de la producción de piezas plenamente funcionales su especialidad, con el objetivo de resucitar motocicletas que en ocasiones superan el siglo de vida. Para lograrlo, la empresa recurre a tecnología de última generación capaz de reproducir componentes metálicos con una precisión y calidad sobresalientes.
Una cosa está clara, existe un magnetismo especial en las motocicletas clásicas, una especie de encanto que las máquinas modernas, por muy tecnológicas y refinadas que sean, difícilmente logran igualar. El ritmo irregular de un viejo motor V-twin al arrancar, la crudeza mecánica al engranar las marchas mediante una transmisión manual, el inconfundible aroma de aceite quemado, cuero y gasolina…
Cada detalle convierte a estas motos en auténticas cápsulas del tiempo. Pero, conservarlas cada vez es más difícil, hay piezas imposibles de obtener. Pero, ahora, y como os estamos contando, esta empresa tiene la solución definitiva.
No obstante, mantener vivas estas joyas mecánicas plantea desafíos considerables. Para cualquiera que haya intentado restaurar una Harley-Davidson, una Indian de preguerra o cualquier otro icono de principios del siglo XX, la búsqueda de piezas originales puede convertirse en una auténtica pesadilla. Muchas de estas piezas, si no han desaparecido completamente, son tan frágiles que su reutilización resulta imposible. Aunque los mercadillos de antigüedades, las subastas especializadas y las redes de coleccionistas aún pueden ofrecer sorpresas, lo habitual es que los proyectos de restauración se frustren ante la imposibilidad de encontrar componentes críticos.
Ahora, en este escenario, la tecnología moderna emerge como una herramienta fundamental para tender un puente entre el pasado y el futuro. Y, aunque algunos puristas recelan de la introducción de tecnologías contemporáneas en restauraciones clásicas, la realidad es que métodos como la impresión 3D se están consolidando como aliados imprescindibles para preservar este legado.
Así funcionan en Competition Distributing
Ahora, y como os estamos contando, una de las empresas que lidera esta revolución silenciosa es Competition Distributing LLC, ubicada en el estado de Pensilvania, Estados Unidos, cuya pasión por las motocicletas antiguas la ha llevado a apostar por soluciones innovadoras. Así pues, a diferencia de otros fabricantes que se limitan a crear réplicas estéticas, Competition Distributing se especializa en la producción de piezas funcionales, diseñadas para devolver la vida a motocicletas que, en algunos casos, superan los cien años de antigüedad.
Para ello, se apoyan en tecnología de vanguardia como la impresora 3D de metal Farsoon FS200M-2, un equipo de doble láser que permite fabricar componentes metálicos con una precisión y calidad excepcionales.
«Estamos hablando de piezas que no se han producido en más de 80 o 100 años«, explica Sean Jackson, director de operaciones de Competition Distributing. «Algunas de ellas nunca se fabricaron en masa, por lo que, una vez desaparecidas las originales, la única opción viable es recrearlas desde cero«.
Antes de adquirir su propio equipo de impresión de metal, la compañía había experimentado con impresoras de polímeros y subcontratado la producción de componentes metálicos. Sin embargo, los métodos tradicionales de fundición resultaban demasiado lentos, costosos y poco flexibles para proyectos de restauración de alta complejidad.
En respuesta, a finales de 2024, Competition Distributing instaló su propia unidad de fusión de lecho de polvo láser (LPBF), lo que les permitió acelerar los plazos de entrega de varios meses a apenas unos días, transformando radicalmente su capacidad operativa.
Aunque la mayoría de sus piezas se fabrican en acero inoxidable 316, Competition Distributing también trabaja con materiales como acero inoxidable 17-4PH (apreciado por su alta resistencia a la corrosión y dureza), aleaciones de aluminio y, en proyectos más especializados: titanio. Cuya combinación de ligereza y robustez lo convierte en ideal para componentes estructurales de alto rendimiento.
Si bien la controversia en torno a la autenticidad nunca desaparecerá completamente, para la mayoría de los entusiastas lo verdaderamente importante es que estas máquinas puedan seguir rodando, conservando su espíritu y su historia, en lugar de quedarse relegadas al olvido en algún rincón de un garaje o un museo.
Tomado de https://soymotero.net/