Tuomas Holopainen ordena los discos de Nightwish desde el que menos le gusta hasta su favorito

23 marzo, 2023 3:23 pm Publicado por  Redacción –

Mientras el teclista y fundador de Nightwish, Tuomas Holopainen, tiene la mente ya puesta en el que será décimo lanzamiento de estudio de la banda finlandesa, el progenitor de los nueve álbumes que han puesto a Nightwish en la cima del género sinfónico ha ofrecido su propio orden desde el que menos le gusta hasta su disco favorito.

«Son mis hijos. ¿Cómo se van a sentir si ven este ranking? ‘Wishmaster’ podría ponerse muy triste», comenta a Loudersound el teclista antes de ofrecernos su visión de sus propias creaciones.

9. ‘Wishmaster’ (Spinefarm, 2000)

«Llegó al número 1 en Finlandia, pero para mí ‘Wishmaster’ es uno de esos álbumes intermedios. No me llama la atención a nivel personal. No tiene nada de revolucionario después de ‘Oceanborn’ (1998). Se hizo con muy buen espíritu, todos en la banda estaban contentos tras el éxito de ‘Oceanborn’, así que fue una continuación natural de aquello.

Pero no introdujo nada espectacularmente nuevo para mí personalmente. Creo que ese es mi problema. Si tuviera que elegir una canción favorita, creo que elegiría «Dead Boy’s Poem», líricamente, está muy en la esencia de Nightwish».

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8. ‘Angels Fall First’ (Spinefarm, 1997)

«Nuestro debut suena tan inocente porque se hizo como una maqueta. Se suponía que nunca iba a salir a la venta, pero se lo enviamos a la discográfica y nos dijeron: «Vamos a publicarlo». Todavía tiene la dirección de casa de mis padres en el libreto.

Cuando fundé Nightwish, en julio de 1996, sólo quería hacer música acústica. Como Emppu (Vuorinen) y yo teníamos una sólida formación metalera, fue una transición natural hacer algo más heavy, pero esa idea original de banda acústica se puede oír con fuerza. No encontrábamos a nadie que cantara, así que cavé un agujero y caí en él yo mismo.

«Tocamos «Elvenpath» años más tarde en la gira «Decades», y no puedo entender cómo Floor fue capaz de mantener la cara seria cantando esas letras… ¡en su honor, lo consiguió! Me acuerdo del niño que era entonces, escribiendo esas canciones, y echo de menos a ese niño, porque todo giraba en torno al Pato Donald, los libros de fantasía, los muñecos de nieve y las cosas fantásticas.

¿«Nymphomaniac Fantasia»? No es mi momento de mayor orgullo. Pero se hizo porque había un chico joven que tenía algunos, no sé… problemas, (risas). Una vida amorosa que salió mal o algo así. Eran otros tiempos».

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7. ‘Century Child’ (Spinefarm, 2002)

«Después de ‘Wishmaster’, me planteé seriamente dejar la banda, sobre todo por la marcha del bajista (Sami Vänskä) y mi ligero agotamiento. Luego me fui de excursión a Laponia con Tony Kakko, de Sonata Arctica, y él me convenció.

Necesitábamos un nuevo bajista y un manager, porque hasta entonces éramos Jukka (Nevalainen), el batería, y yo los que nos ocupábamos de los negocios. Así que conseguimos un manager y contratamos a Marko (Hietala), que ya era un gran nombre en el metal finlandés, todos éramos grandes fans.

También pasaban muchas cosas malas en la banda, eso se refleja en el álbum. «Slaying The Dreamer» fue una forma de deshacerse de toda esa frustración. Artísticamente encontré música de cine, Hans Zimmer sobre todo, y eso realmente se puede escuchar en ‘Century Child’. Pero el álbum no nos llevó mucho al siguiente nivel. Artísticamente lo hizo, pero no comercialmente».

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6. ‘Dark Passion Play’ (Nuclear Blast, 2007)

«Fue un álbum muy fácil de componer, porque todas las emociones estaban ahí con mucha fuerza, después de lo que pasó con Tarja (Turunen), y de todo en mi vida personal. Estaba a punto de perder la salud mental, y entonces hacer las canciones de este disco me salvó.

Soy una persona muy reservada, pero escribo sobre cosas muy personales, y esta gente, Anette (Olzon) para este disco, las canta para que las oiga todo el mundo. Necesitaba hacer una canción como «The Poet and The Pendulum», en la que me suicidaba en la letra; tenía que hacerlo por mi salud mental, y acabó siendo una pieza musical maravillosa».

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5. ‘Imaginaerum’ (Nuclear Blast, 2011)

«De nuevo, este fue un álbum bastante fácil de componer: todos nos lo pasamos bien con él. Cuando se trata de escribir canciones, soy una persona madrugadora. Me levanto sobre las seis cuando estoy en casa, me tomo un litro de café y me pongo manos a la obra. Suelo acabar a las dos o las tres. Escribo las canciones arriba, en mi pequeño estudio casero, con un teclado y vistas al lago. En el estudio con la banda, los otros miembros y los ingenieros son más noctámbulos. También en el autobús de gira siempre soy yo el primero en levantarme y hacer café abajo.

Estaba claro desde el principio que esto acabaría siendo una película. Pensamos: «¿Qué no hemos hecho todavía? Hagamos un vídeo musical para cada canción del álbum, y luego combinémoslos de alguna manera para convertirlos en esta película realmente extraña». Es un álbum muy optimista. Te hace sonreír».

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4. ‘Once’ (Nuclear Blast, 2004)

«Una de las mejores épocas que ha vivido esta banda fue entre 2003 y 2004, cuando grabamos el álbum ‘Once’ y la primera parte de la gira posterior. A finales de 2003 volamos a Londres para grabar las orquestas. Llamé al timbre del estudio y Rick Wakeman me abrió la puerta. Creo que dije: «Emmm… (ruido incoherente de asombro) ¡Gracias!»

Fuimos al estudio, empezamos a tocar «Ghost Love Score» y se me derritió la cara. En plan: «Estoy al lado de Wembley, escuchando a la orquesta tocar una canción que escribí yo, esto es realmente la vida en su máxima expresión».

Algo sucedió con ese álbum: todas las estrellas se alinearon. Recuerdo que miré las listas de álbumes y vi «Nightwish, Michael Jackson, Anastasia» y me dije: «¡¿En serio?!» Creo que ninguno de nosotros estaba preparado. Te ves absorbido por este mundo masivo de grandes giras y la adoración de los fans, entonces el dinero empieza a fluir y es fácil perder la perspectiva. ¿Compras impulsivas? Di la vuelta al mundo por mi cuenta, fue maravilloso. Pero el dinero tiene muy poco significado para mí».

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3. ‘Oceanborn’ (Spinefarm, 1998)

«Nuestra ambición se disparó después de ‘Angels Fall First’, porque todos nos dimos cuenta de que esto es realmente divertido. Yo estudiaba biología, Tarja estudiaba canto, creo que en Alemania, Jukka estudiaba ingeniería informática y Emppu trabajaba en una fábrica de alfombras.

La música era sólo un hobby. Y entonces nos dimos cuenta: «Aquí pasa algo, así que vamos a centrarnos en Nightwish durante unos años, a ver qué pasa». Pasábamos ocho horas diarias en el local de ensayo, tocando las canciones y sintiéndolas de verdad. Fue un álbum decisivo para nosotros, nos llevó al siguiente nivel.

Todos los chicos acabábamos de salir del ejército, así que llevábamos el pelo corto y no teníamos ni idea del mundo del metal. Éramos unos pueblerinos a los que nos gustaba la música metal y nos dieron la oportunidad de demostrar lo que podíamos hacer con un contrato de tres álbumes. No debería haber funcionado sobre el papel, pero de alguna manera lo hizo».

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2. ‘Endless Forms Most Beautiful’ (Nuclear Blast, 2015)

«Si Floor no hubiera aparecido, creo que habría sido el fin de la banda. Superamos un feo divorcio una vez (con Tarja), luego otro con Anette, y entonces llega Floor y todo vuelve a brillar. Se aprendió el setlist en 48 horas. Cuando la llamé, estaba en la boda de su hermana. Desde el primer concierto, los fans la abrazaron. Así que aprovechamos muchas de esas buenas sensaciones para ‘Endless Forms Most Beautiful’.

Fuimos al camping de Röskö, en Finlandia, para grabar. Es una zona de cuatro hectáreas junto a un lago en medio de la nada, que pertenece a los Boy Scouts. Nos quedamos tres meses. Cada mañana ensayábamos unas horas, almorzábamos, volvíamos, ensayábamos y luego pasábamos la noche juntos junto a una hoguera, haciendo barbacoas, tocando la guitarra acústica, cantando, yendo a la sauna y hablando todo el rato de las canciones. «The Greatest Show On Earth», esa es la canción de Nightwish para la isla desierta. Seguro que la tocaremos al final del setlist hasta el infinito.

«Grabamos la parte de Richard Dawkins en Oxford. Es todo un personaje. Soy un gran fan, así que estaba realmente impresionado. Hizo su parte de maravilla, terminó en 30 minutos y nos llevó de vuelta al centro de Oxford en su Tesla. Y a mitad de camino nos preguntó: «¿Sois músicos o algo así?» (Risas) Así que su cabeza está en alguna parte… ¡todo el tiempo! Pero es un tipo maravilloso».

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1. ‘Human. :II: Nature.’ (Nuclear Blast, 2020)

«Inmediatamente después de ‘Endless Forms Most Beautiful’ supe que «vale, tenemos que hacer más canciones sobre esto». Así que la idea de ‘Human. :II: Nature.’ era primero tener canciones sobre la humanidad, y luego poner el otro CD y relajarte y adentrarte en la naturaleza. Mis recuerdos de la grabación del álbum son de momentos felices, sin conflictos. Volvimos a Röskö para hacerlo.

Cuando llegó la pandemia, fue como: «¿Deberíamos posponer el lanzamiento?» Pero ya estaba todo impreso y los anuncios habían salido en los medios. Así que la discográfica dijo: «Sigamos adelante. Quizá la gente tenga más tiempo para concentrarse en él…».

«Noise» fue un gran single, pero también tiene algo «Shoemaker». Está en el lado artístico, pero no de forma pretenciosa.

Darse cuenta de lo que es la evolución… es darse cuenta de nuestra mortalidad, al menos para mí. Y eso ha marcado la diferencia. Cuando me di cuenta de que probablemente ésta sea la única vida que tengamos, empecé a abrazar a mi padre. Nunca había abrazado a mi padre antes de eso. Desde entonces me siento mucho más liberado y en la luz».

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Tomado de https://mariskalrock.com