Crítica de Medina Azahara: El sueño eterno

por admin · 1 diciembre 2023

Con más de 40 años de carrera musical y más de una veintena de trabajos editados, es digno de admirar la facilidad que siguen teniendo para componer. Nos han acostumbrado a editar un disco cada dos años y, fieles a su cita, nos presentan ‘El sueño eterno’.

Es cierto que para ver su anterior esfuerzo discográfico hay que remontarse a 2018 con ‘Trece rosas’, pero entre medias quisieron rendir homenaje a Triana con una gira y con ‘Llegó el día’, donde repasaban las canciones de sus paisanos, también leyendas del rock andaluz. Y ese vistazo al pasado ha tenido peso en su nuevo trabajo.

En esta ocasión, marcan distancia con el sonido más heavy que tenían en ‘Trece rosas’ para profundizar más en sus raíces, así como en sonidos más amables, aunque sin mezclar ambas vertientes. Y es que, ‘El sueño eterno’ es un doble CD, pero con una clara diferencia en las canciones que conforman un disco y otro.

En el primero empiezan con toques fiesteros, folk, en “Todo el mundo en pie”, del que también incluyen una versión con José Andrëa al final de este primer plástico. Esa intención de bucear en sonidos menos «habituales» lleva a jugar con el AOR en “La radio siempre está”. En “Dame fe” nos sorprenden con un riff más sucio de guitarra, que contrarresta con una estrofa a batería, piano y voz.

De hecho, no faltan temas muy rockeros como “Hijos de la guerra”, donde se muestran reivindicativos, como siempre, lo mismo que en “Somos”, aunque esta vez en tonos más amables, con un ritmo vivo pero dándole mucho peso a la melodía. Y es que, la segunda parte de este disco está plagada de medios tiempos y baladas, donde es recomendable disfrutar de “He vuelto a recordar” o ponerse más sentimentales con “La canción más bonita”.

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Como decía al principio, el tiempo que han pasado recordando a Triana ha influido en ellos, o por lo menos eso reflejan en “Quien pudiera”, que destila todas las influencias posibles a la banda sevillana. Y parece que han querido bucear en esas raíces de la banda, porque en el segundo CD lo impregnan todo de un sonido mucho más «clásico» de Medina.

El adelanto, “El sueño eterno”, junto a El Barrio, fue muy comentado, porque sacaba a relucir su vena más flamenca, pero es que “Almalucía” es toda una oda a su tierra y a su pasado, con varios guiños con los que es imposible no sonreír. Y siguen elevando el listón, ya que “Busca una salida” es trepidante, clásica y a la vez moderna, una de las más destacadas, sin lugar a dudas.

Con “No sé que daría” y “Tus manos al cielo”, tengo las mismas sensaciones. Son canciones con los típicos teclados del grupo, hemos oído composiciones similares desde siempre, pero son únicas, adictivas, y me veo tarareándolas irremediablemente, ya que se han enganchado a mi cerebro.

Antes hablaba de que han salido sus raíces más clásicas en este segundo CD, los sonidos de siempre, y “Nunca jamás” o “La noche es para los dos” dan buena cuenta de ello. Y si les quedaba alguna pizca de sentimiento que dar, nos lo regalan en el bonus track, “Yo caminaré”, pero no nos lo sueltan a la cara, sino que nos acompañan al lado, dando los últimos pasos hacia un paseo que siempre nos llevará a la mezquita.

‘El sueño eterno’ es un trabajo en el que han arriesgado, hay aromas novedosos, clásicos, los Medina de siempre, pero que demuestran que son un torrente inagotable.

Escucha ‘El sueño eterno’ en Spotify: