Sylvain Guintoli explica las diferencias entre frenos de acero y de carbono
Estos días os hemos ofrecido algunos vídeos donde el piloto francés de Suzuki, Sylvain Guintoli, cuenta las diferencias entre una deportiva de serie y una MotoGP, ofreciendo unos magníficos vídeos ‘on board’, rodados en una GSX-R1000R de serie, primero con los ajustes de fábrica y en otro vídeo ya con los ‘settings’ de pista.
El simpático Sylvain, afincado en el Reino Unido, explica en otro vídeo las diferencias entre los frenos de carbono de las MotoGP y los de acero que montan las deportivas de calle y las SBK:
“Los discos de acero tienen una mordida mucho más incisiva. De hecho, están diseñados para funcionar bien incluso en motos estándar, a cualquier temperatura e incluso bajo la lluvia. Sin embargo, hay que decir que cuando alcanzan temperaturas realmente muy altas, de más 600º, los discos de acero pierden eficiencia”.
“Los discos de carbono son mucho más suaves en mordiente y, en general, cuanto mayor es la temperatura, mejor es su respuesta de frenado. El rango perfecto de uso para los discos de carbono es entre 200º y 800º. Incluso las pinzas de freno están diseñadas para funcionar de manera diferente, según los discos utilizados, y también los ajustes de la palanca de freno en el manillar a menudo cambian mucho entre los dos tipos de discos de freno”.
Cuestión de peso
Una de las mayores ventajas de los frenos de carbono frente a los de acero es la diferencia en peso:
“Aquí hay una gran diferencia entre los dos tipos de discos: un par de discos de carbono pesan entre 1 y 1,2 kg, mientras que los de acero pesan alrededor de 1,4 kg. Las pastillas de freno que usan también pesan muy poco: las de los discos de carbono pesan alrededor de 50 gr, mientras que las de los discos de acero pesan unos 125 gr.
“El peso ahorrado en este punto es muy importante, tanto porque está colocado en la parte inferior como porque hablamos de masas giratorias no suspendidas. La masa de los discos, cuando las ruedas giran rápidamente, crea una fuerza giroscópica que te lleva hacia el exterior de la curva. Por eso es muy importante tener poco peso en las llantas, y en esto el carbono es inmejorable”.
Es decir, cuanta menos masa giratoria, menos efecto giroscópico, que es lo que hace que la moto se mantenga derecha y cree una resistencia a la inclinación. Menos peso = mayor agilidad en curva.
… Y de precio
Otro tema es la diferencia de precio entre unos frenos de acero y unos de carbono:
“En MotoGP el precio es fijo y es de 75.000 euros por piloto, independientemente del proveedor. Esto incluye todo lo necesario para la temporada, pero luego están las caídas, los daños y los gastos que siempre son más. El carbono es muy frágil y se necesita muy poco para que se rompa”.
“La razón por la que encontramos los discos de acero en las motocicletas de la serie es que son muy versátiles, fáciles de usar, baratos… La única limitación se refiere a los problemas con el aumento excesivo de la temperatura”.
“Los discos de carbono, por otro lado, para trabajar correctamente, exigen temperaturas de funcionamiento superiores a 200 grados, unas condiciones que son bastante difíciles de encontrar en carretera”, concluye el francés.
Tomado de solomoto.es
