Esta Honda RS500R que salvó la categoría de 500 en los ’80 puede ser tuya
Hoy en día la parrilla de MotoGP está prefijada con antelación y los pilotos son estrellas. Pero no siempre fue así, y los pilotos de 500 estaban divididos entre los oficiales y los privados, pero privados de verdad. Hablamos de que a finales de los ’70 y durante gran parte de los ’80, todavía iban conduciendo su furgoneta hasta el circuito de turno sin tan siquiera saber si les dejarían salir a pista.
La organización del campeonato no estaba en manos de Dorna, el IRTA no existía y las plazas permanentes tampoco estaban establecidas de la misma manera que ahora. Así que, en ocasiones, viajaban hasta la pista de turno sin tener la certeza de poder salir a competir. Lo hacían además con máquinas que, en la mayoría de los casos, ellos mismos preparaban, reparaban, transportaban…
El problema es que a principio de los años ochenta, esas motos estaban bastante desfasadas. Motos de finales de los setenta en un momento en el que los cambios estaban siendo extraordinariamente rápidos, y había una evolución que hacía que no tuvieran oportunidad ninguna.
Entonces llegó Honda con su RS500R, la moto con la que Honda aparcaba la pesadilla que supuso la NR500 de cuatro tiempos y se ponía seria con los dos tiempos. En su segundo año, en manos de Freddie Spencer, la RS500R con un motor tricilíndrico lograba el título antes de que Honda pasara a la NSR500.
La Honda RS500R es una moto histórica en muchos sentidos
Ahí nació su segunda faceta, la más importante, la de convertirse en una moto relativamente económica, accesible y competitiva para los pilotos privados. Desde las primeras unidades de 1983, cuando comienzan a llegar, hasta la última fabricada en 1986, hubo actualizaciones en chasis y motor para llegar a los 130 CV del último modelo, que estuvo en pista hasta finales de la década en manos de diferentes pilotos. Luego llegaron las ROC y Harris Yamaha, y con una RS500R obsoleta la aventura llegó a su fin.
Pero fue una moto que salvó al campeonato, pues sin ella las parrillas habrían menguado como lo hicieron después de desaparecer. Y es que en los ’80 hubo parrillas de 500 de más de 30 pilotos.
El caso es que un pedazo de esta historia puede ser tuya gracias a la subasta de una unidad de 1985, que era más competitiva que la del 83, pero menos que la del 86 y que está decorada en honor a Joey Dunlop luciendo la mítica decoración que lució en la NW200. Y es que las RS500R luego siguieron dando tumbos por el mundo en pistas, y en carreras en carretera en manos todavía más privadas.
En esta ocasión esta pieza casi única y restaurada saldrá a subasta a final de mes, concretamente el 29 de octubre a las 10:00. Aunque es una subasta, se espera que la cantidad recaudada se sitúe entre las 40.000 y 50.000 libras, que al cambio actual es una horquilla aproximada de entre 46.000 y 57.500 euros. Una cantidad inferior a las últimas 500 que hemos visto subastadas o en venta.
Tomado de https://soymotero.net/






