Moto del día: Honda NSR250R MC28 SP

La Honda NSR250R MC28 SP es la vuelta de tuerca definitiva a la saga NSR de calle: una 250 de dos tiempos pensada para convivir con el límite de 40 CV japonés, pero preparada para que el propietario con contactos en HRC la convirtiera en una casi‑GP. A partir de la ya muy avanzada MC28, Honda creó una versión SP con todo el arsenal posible: llantas de magnesio, embrague en seco, suspensiones totalmente regulables y la famosa tarjeta inteligente PGM‑IV que convertía la llave de contacto en un cartucho electrónico con mapas de motor con sabor a paddock.​

Frente a una NSR “normal”, la ficha de la SP no impresiona por las cifras, que siguen declarando los mismos 40 CV a 9.000 rpm y 3,3 kgm a 8.500 rpm que marcaba la ley japonesa para las 250. Lo que cambia es la forma de llegar ahí y, sobre todo, lo que hay debajo de la superficie.

El dos cilindros MC16E de 249 cc, admisión por láminas y válvula de escape sigue siendo el mismo, pero el embrague pasa a ser un multidisco en seco de tacto racing, las suspensiones adoptan cartucho y regulación completa, y las llantas Magtek de 17 pulgadas reducen masas no suspendidas y afinan el comportamiento en curvas rápidas. Todo esto va montado en el ya conocido chasis doble viga de aluminio con basculante monobrazo Pro‑Arm, una de las señas de identidad de las últimas NSR de calle.​

La electrónica es el otro gran rasgo diferencial de la SP. En lugar de una llave convencional, la MC28 utiliza una tarjeta PGM‑IV que se inserta en el cuadro y que, además de activar el contacto, define el mapa de encendido y el comportamiento de la válvula de escape. Con las tarjetas estándar, la moto respeta escrupulosamente los 40 PS legales y ofrece una entrega sorprendentemente civilizada. Con tarjetas específicas de HRC o de circuito, la misma base se libera para uso en pista, acercándose al rendimiento que muchos aficionados asocian a las NSR de carreras.

Esa dualidad entre ficha “capada” y potencial oculto, unida a las decoraciones especiales Rothmans, Repsol o HRC y a una producción limitada a mediados de los noventa, ha hecho de la NSR250R MC28 SP una de las réplicas 250 más codiciadas del mercado gris, y una candidata perfecta para contar hasta dónde llegó la fiebre por las dos tiempos deportivas en Japón antes de su desaparición.​

Merece la pena destacar que Honda siempre tuvo reticencias con respecto a los motores dos tiempos, pero, sin embargo, tuvo una de las mejores motos con ese tipo de motor y fue una de las máximas referencias en cuanto a prestaciones en el Mundial de Velocidad durante décadas.