Motos que ruedan poco: cómo ahorrar en el seguro si solo usas la moto algunos días

Tienes la moto mimada en el garaje, pero apenas le haces kilómetros al año. Sale para alguna ruta en buen tiempo, una escapada puntual o, con suerte, un par de viajes largos. Sin embargo, el seguro lo pagas religiosamente como si fuera tu vehículo de uso diario.
En España, las motocicletas ya rondan el 12 % del parque de vehículos, pero sus usuarios concentran en torno a una de cada cuatro víctimas mortales en carretera. Por eso ir sin seguro no es una opción… aunque la moto ruede poco. La clave está en ajustar bien la póliza al uso real que haces de ella.
En este artículo repasamos alternativas para el “motero de fin de semana”: cómo saber si estás pagando de más y qué opciones tienes para ahorrar sin quedarte desprotegido.
El motero de fin de semana: mucho corazón, pocos kilómetros
Cada vez hay más motos que no se usan a diario: la segunda moto en casa, la clásica que solo sale a concentraciones, la trail de viaje que se queda parada medio año, la deportiva “de capricho”… Todas comparten algo: hacen pocos kilómetros, pero pagan seguros similares a motos que salen a diario.
Al mismo tiempo, la moto sigue siendo uno de los vehículos más vulnerables: en la última década más de 4.000 motoristas han fallecido en España y unos 330.000 han resultado heridos, con un aumento notable de las víctimas mortales respecto a años anteriores.Y solo en 2023 murieron 455 motoristas en siniestros viales, 42 más que el año anterior.
Conclusión: aunque uses poco la moto, necesitas un seguro que responda. La pregunta no es “¿me quito el seguro?”, sino “¿estoy pagando de más para el uso que hago de la moto?”.
La clave para ahorrar no es ir sin seguro, sino contratar solo la protección que encaja con el uso real que le das a tu moto.
¿Sigue teniendo sentido un seguro anual completo para tu moto?
Hay muchos casos en los que un seguro anual sigue teniendo todo el sentido:
- Moto de uso diario (trabajo, ciudad, recados).
- Moto única del hogar.
- Conductores noveles o con historial complicado (siniestros, partes, etc.).
- Motos de alto valor, financiadas o nuevas, donde interesa protección amplia.
Pero si tu moto:
- Duerme siempre en garaje.
- Solo sale con buen tiempo.
- Rueda muy pocos kilómetros al año.
- Comparte protagonismo con otros vehículos en casa.
… es probable que un seguro anual “sobredimensionado” sea un gasto innecesario. No se trata solo del precio: también de pagar coberturas que apenas vas a usar.
Cómo saber si estás pagando de más: 3 preguntas rápidas
Antes de tocar nada de tu póliza, hazte estas tres preguntas:
- ¿Cuántos kilómetros haces realmente al año?
No lo que te gustaría, sino lo que haces de verdad. Mira el cuentakilómetros de un año a otro. - ¿En qué situaciones sueles sacar la moto?
¿Rutas de fin de semana, viajes largos, trayectos urbanos muy puntuales, solo ITV y poco más? El tipo de uso marca mucho el riesgo. - ¿Qué coberturas has usado en los últimos años?
Si llevas años sin un solo parte de daños propios, quizá no compense pagar un todo riesgo en una moto que casi no sale.
Si tu respuesta es “hago pocos kilómetros, la uso muy de vez en cuando y casi nunca he tirado de seguro”, estás en el perfil claro para plantearte alternativas.
Opciones si usas poco la moto
1. Ajustar tu seguro anual (bajar una “marcha” en coberturas)
La primera opción es revisar tu póliza actual con lupa:
- Pasar de todo riesgo a terceros ampliado si la moto ya tiene unos años.
- Renegociar franquicias para bajar el precio.
- Eliminar extras que no usas (vehículo de sustitución, ciertas coberturas premium, etc.).
- Aprovechar la fecha de renovación para comparar ofertas.
Sigue siendo un seguro anual, pero mejor alineado con tu realidad. Para muchas motos de ocio ya supone un ahorro importante sin renunciar a una protección razonable.
2. Pólizas por kilómetros: pagar según lo que ruedas
Algunas aseguradoras ofrecen pólizas que ajustan el precio al kilometraje anual o a un rango de uso estimado. Suelen funcionar así:
- Declaras cuántos kilómetros vas a hacer al año (por ejemplo, menos de 3.000 km).
- El precio se ajusta a ese tramo.
- En muchos casos se hace un seguimiento aproximado (foto del cuadro, revisiones, etc.).
Pueden encajar bien si:
- Haces muy pocos kilómetros, pero repartidos durante todo el año.
- Usas la moto tanto en ciudad como en carretera, de forma discontinua.
- Quieres tener siempre el seguro activo, pero pagando algo menos que una póliza estándar.
3. “Hibernar” la moto: cuando prácticamente no circula
Hay motoristas que deciden dejar la moto parada durante largos periodos:
- Moto clásica que se está restaurando.
- Moto que pasa uno o dos años sin salir, por trabajo o cambios de vida.
- Vehículo que solo se usa en circuito (sin pisar vía pública).
Aquí hay que tener claras varias cosas:
- El seguro de responsabilidad civil es obligatorio para circular por vías públicas.
- Aunque la moto esté de baja temporal o “hibernada”, sigue existiendo riesgo de robo, incendio o daños mientras está guardada.
- Dar de baja el seguro por completo tiene sentido solo si estás seguro de que no la vas a sacar ni un metro a la calle.
Si te planteas “hibernar” la moto, conviene consultarlo con tu mediador o aseguradora para entender bien qué cubre la póliza durante ese tiempo.
4. Seguro temporal: ideal para momentos muy concretos
Para muchos “moteros de fin de semana”, la realidad es esta: la moto está parada casi todo el año, pero hay momentos en los que sí o sí tiene que salir:
- Llevarla a la ITV.
- Trasladarla al taller.
- Hacer una escapada corta o un viaje puntual.
- Probar una moto que acabas de comprar o estás a punto de vender.
En estos casos, el seguro temporal (por días) puede ser una herramienta muy interesante:
- Pagas solo por los días en los que vas a circular.
- La contratación suele ser 100 % online y la póliza llega al correo en minutos
- Puedes añadir coberturas como asistencia en carretera, pinchazos u hospitalización, según el proveedor.
Dentro de este apartado de opciones, podría aparecer un bloque como este (donde iría el enlace):
- Seguro temporal: si tu moto pasa meses parada, pero de vez en cuando necesitas moverla, plataformas especializadas como AseguraPorDías permiten contratar un seguro por días para motos para esos días concretos, con precios que arrancan en torno a los 3,50 €/día según el perfil y la moto.
Este tipo de póliza encaja especialmente bien con:
- Motos de ocio que salen solo en vacaciones o puentes.
- Motos que están entre cambios de seguro anual (venta, compra, cambio de compañía).
- Motos paradas que necesitan ir a ITV o taller.
Consejos extra para ahorrar sin recortar en seguridad
Más allá del tipo de póliza que elijas, hay algunos hábitos que ayudan a ahorrar y, de paso, a reducir el riesgo:
- Invierte en equipamiento, no solo en seguro
Casco homologado, chaqueta y guantes de calidad, espaldera… El mejor siniestro es el que no ocurre, y el segundo mejor es el que se salda con lesiones leves. - Formación continua
Cursos de conducción segura, especialmente si llevas tiempo sin rodar. Muchos siniestros se deben a falta de práctica, malas trazadas o frenadas incorrectas. - Mantén la moto al día
Neumáticos, frenos, suspensiones e ITV al día reducen el riesgo de sustos. La DGT insiste en que un porcentaje relevante de los siniestros con moto implican vehículos con algún defecto previo o falta de mantenimiento. - Compara ofertas, pero fíjate en las coberturas
No te quedes solo con el precio. Revisa límites, exclusiones y asistencias. A veces una pequeña diferencia de prima cambia radicalmente el tipo de ayuda que recibirás en un siniestro. - Sé honesto con el uso que haces de la moto
Declarar correctamente el kilometraje, quién la conduce y dónde duerme ayuda a ajustar el precio sin sorpresas en caso de parte.
Conclusión: adapta el seguro al tipo de vida de tu moto
No todas las motos viven lo mismo: algunas son guerreras de diario y otras solo despiertan en fines de semana soleados. Sin embargo, muchas se aseguran como si llevaran la misma vida.
Si tu moto rueda poco:
- Revisa si tu seguro anual está sobredimensionado.
- Valora pólizas por kilómetros si haces pocos pero repartidos durante el año.
- Si la moto pasa largos periodos parada, entiende bien qué implica “hibernarla”.
- Y para momentos muy concretos (ITV, traslados, escapadas puntuales), ten en el radar el seguro temporal, que te permite pagar solo cuando realmente sales a la carretera.
La moto es ocio, pasión y libertad… pero también responsabilidad. Ajustar tu seguro al uso real que haces de ella es una forma inteligente de ahorrar sin jugar con tu seguridad ni con la de los demás.
Tomado de https://soymotero.net/




