Eddie en El Banquete de Belshazzar

Hoy fue15 de Julio de 2021. Iron Maiden ha descorrido la cortina para develar su nuevo sencillo “The Writing on the Wall”. Y ha agitado las aguas como hace mucho tiempo no lo hacía una canción nueva de ellos.
Bueno. Hay que hacer notar que su último sencillo, “Speed of Light”, de su álbum No. 16 “Book of Souls” salió en julio de 2016. Dos giras mundiales y una pandemia que aún no acaba de irse, se atravesaron entre ese y “The Writing on the Wall”. ¿Valió la pena la espera?
Totalmente.
En un mundo en que la mayoría de los consagrados del Rock y el Metal están bien resignados a vivir de las regalías, sacándole jugo a su pasado, es encomiable y digno de respeto que Harris y Co. se preocupen por mantenerse activos, sacando música nueva y bien cuidada, no al chilazo como se dice acá en Mexicalpán de las Tunas.
“The Writing on the Wall” es un medio tiempo contundente. Tiene una calidád sonóra muy orgánica. No suena para nada hiperprocesado. Suena tremendo en los audífonos, lo cual no es novedad actualmente, pero directamente en los parlantes, a todo volumen, es rompedora. La grabación tiene un amplio rango dinámico (al menos las versiónes de You Tube y Spotify).
La batería suena tremendamente orgánica. El bajo, fuerte, claro y bien metálico. Las guitarras excelentes y de la voz de Mr “Air Siren” Dickinson ¿qué se puede decir? Pleno a sus casi 63 años. Kevin “Caveman” Shirley volvió a sacarle a Iron Maiden un sonido muy humano, y hartamente poderoso. Épico.
¡Benditas sean la WWW y la conectividad! Antes, las bandas sacaban un nuevo disco y había que esperar meses para que llegara a México y Latinoamérica. Hoy ya no. Iron Maiden han sabido comprender muy bien cual es el juego que hoy se juega, he idearon una muy buena pre-campaña publicitaria para que todo el mundo estuviéramos expectantes de esta fecha. Vuelvo a preguntar: ¿Valió la pena?
Totalmente.
“The Writting on the Wall” comienza con unas guitarras acústicas que suenan a la desolación que el video muestra. Luego un riff muy exótico, oriental, al que se le van sumando las liras y el bajo, que jala pa’ arriba, más cuando entran las guitarras armonizando. Para cuando llegan los primeros golpes de Nico McBrain, la maquinaria se hecha en marcha. Bruce canta con pasión las estrofas, y cuando llega el coro, este tiene toda la personalidad de Iron Maiden. Otro verso, pre-coro y coro y se vienen los solos. Por lo que se escucha, Dave Murray, Janic Gears y el cierre (apoteósico) de Adrian Smith. Algo tienen esos dos minutos de guitarreros solos, que evocan al pasado maidenesco y emocionan.
Tras unos redobles de Nico, Bruce retoma el coro y se dirige al final, flanqueado por las guitarras (de Murray y Smith seguramente, pues se escuchan muy “KIllers”). El final, es un final muy Iron Maiden, ¡Pero lo gozas cabrón! Porque, repito, que en el siglo XXi una banda de las consagradas se preocupe por hacer música nueva es remarcable. ¡Y que suene así de sabroso…UFFF!!!
¡El video es una gozada! Ambientando en un distópico lugar que podría ser la Australia de Mad Max, o la América del “The Stand” de Stephen King. El concepto, la realización y lo bien que dinámicamente embona con la música es excepcional. La temática es para poner a pensar a más de uno. La manera en que se coreografió el ataque de los cuatro jinetes motorizados con la música no tiene progenitora. Y la escena del minuto 6:00 haría que me corrieran de la escuela y de la iglesia, por el significado intrínseco. Genial desde el principio.
Me quito el sombrero ante Iron Maiden. De esas pocas bandas en que la organización y los miembros, desconocen lo que es el óxido.
Nos queda esperar por el álbum. Y que este sea igual de macizo y sabroso como este sencillo.
Tomado de https://elrockescultura.com