Joan Mir, Fabio Quartararo, Maverick Viñales y Álex Rins, cuatro jinetes a por un cambio generacional en MotoGP
La próxima vez que las MotoGP salgan a pista ya será en los entrenamientos libres del Gran Premio de Catar. La pretemporada ha terminado en Losail con una sensaciones de cambio de ciclo muy acentuada. Suzuki y Yamaha de repente parecen estar al frente de la parrilla, mientras que Ducati y Honda han quedado en zona de nadie.
Los nuevos neumáticos Michelin han dado un giro radical a la parrilla. Ahora el paradigma dominante es el del paso por curva, no el de la aceleración y velocidad punta, así que Suzuki y Yamaha han salido fortalecidas. Aún así, estamos ante la pretemporada menos importante de la historia. Es difícil extrapolar lo que está pasando en febrero a lo que pueda pasar dentro de ocho meses en Cheste.
Segunda victoria virtual de Suzuki en pretemporada
Pero ahora mismo las cosas están como están. Si en Sepang fue Álex Rins quien tuvo un ritmo de carrera demoledor, en Losail ha sido su compañero de equipo, Joan Mir. Cuidado con el antiguo campeón de Moto3 porque se ha destapado muy seriamente en Catar, quizá espoleado por las declaraciones de Rins en las que decía que no era un compañero fuerte.
Si este fin de semana se hubiese disputado una carrera en Losail, Joan Mir hubiese sido el ganador. Es lo que se saca analizando los ritmos de carrera. El piloto español ni siquiera admite comparación con sus rivales, ha estado tan abrumador como lo estuvo Rins en Sepang. Ojo, porque estamos ante la segunda victoria virtual de Suzuki. Ahora faltan las reales.
El único con un ritmo comparable al de Mir en Losail ha sido Fabio Quartararo. El piloto del Petronas no ha lucido tanto como otras veces a una vuelta pero a cambio ha fortalecido uno de sus puntos débiles en 2019: el ritmo de carrera. Quartararo ha estado relativamente cerca de Mir y consistentemente por delante del resto de las Yamaha. Le podríamos otorgar el segundo puesto.
Y por detrás, una lucha encarnizada entre Maverick Viñales y Álex Rins por la tercera posición. Los teóricos líderes de Yamaha y Suzuki han estado más discretos en Losail, pero eso no quiere decir nada. Cuando llegue la hora de la verdad, es de esperar que estos dos den un paso adelante y la batalla se apriete todavía más.
Con lo cual, se nos está quedando un panorama apasionante para el Gran Premio de Catar. Hay cuatro pilotos que indiscutiblemente están en posición de luchar por la victoria. Mir, Quartararo, Viñales y Rins, de momento por este orden, son los grandes favoritos para la victoria. Una nueva generación dispuesta a abrirse paso.
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Se podría añadir a este cuarteto a Franco Morbidelli, aunque su ritmo de carrera ha estado ya un poco más lejos. Aún así, el italiano ha sido el séptimo mejor y su vuelta rápida fue fulgurante, a punto de terminar la pretemporada con el mejor tiempo de los test. Con estos cinco pilotos se podría cerrar el capítulo de los que no tienen dudas tras la pretemporada.
El ritmo de Valentino Rossi es paupérrimo, muy lejos de las demás Yamaha
Cinco pilotos que entre todos no suman ni diez victorias en MotoGP. ¿Dónde están entonces los grandes nombres de la categoría? Pues atrás y con problemas. Por cerrar el capítulo Yamaha, comenzaremos por Valentino Rossi. A ‘Il Dottore’ le está sucediendo algo extraño. Él insiste en que sigue con los problemas de agarre de 2019, aunque es evidente que ninguno de sus compañeros los sufre.
Terminó los test con una caída muy fea de delante, pero lo más preocupante es que sus tiempo no son nada halagüeños, ni en vuelta rápida ni, por supuesto, en ritmo de carrera. De hecho ahí Rossi está en la estratosfera. No es que esté lejos de las otras Yamaha, es que no tiene ritmo ni para estar en el grupo perseguidor. Al menos por el momento.
En Ducati tampoco las tienen todas consigo. Están probando el ‘holeshot’ ya durante toda la vuelta, y parece que les ayuda, pero no es suficiente. Solo el ritmo de Danilo Petrucci le da un halo de esperanza, pero la Desmosedici GP20 de momento está muy lejos en un circuito que es propicio para ella.
Jack Miller estuvo bastante rápido a una vuelta, pero su ritmo fue pésimo, y Andrea Dovizioso anda en tierra de nadie. Sí, el subcampeón del mundo es un piloto de carreras, así que es de esperar que pueda hacer el domingo de Gran Premio lo que Petrucci está haciendo ahora, pero si ni en Losail le salen los tiempos fácil a Ducati, mal asunto.
Marc Márquez mejoró a última hora… con la Honda de 2019
Caso aparte es el asunto de Honda. Marc Márquez dedicó el último día de test a probar una moto híbrida con piezas de 2017, 2018, 2019 y 2020. Y ni siquiera se descarta avanzar algo de 2021. El caso es que una medida tan desesperada parece que ayudó al equipo. Al menos ahora saben dónde está el problema de la moto de 2020, en la parte ciclo.
Además, el ritmo de Márquez no fue tan malo dadas las circunstancias. De hecho fue el quinto mejor, prácticamente empatado con Morbidelli. Sí, lejos de los cuatro más rápidos, pero por delante por ejemplo de Andrea Dovizioso, el que ha sido su gran rival estos últimos años. Y eso con problemas en el hombro, con una moto híbrida y en un circuito que, según Márquez, no le va a Honda.
Pero que las peripecias de un genio como Márquez no impidan ver la realidad. La Honda sigue siendo un desastre. Álex Márquez y Cal Crutchlow son incapaces de pilotarla. Los dos pilotos, con un talento contrastado, han estado siempre entre los cinco peores de cada una de las sesiones. La moto de 2020 es intratable.
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La prueba de ello es que con la de 2019 Márquez ha vuelto a ir muy estable, incluso con problemas de hombro, y Takaaki Nakagami ha estado constantemente marcando los mejores tiempos de Honda. Ayer el campeón le robó la moto al japonés durante gran parte del día, pero aún así Nakagami consiguió terminar octavo. Y su ritmo de carrera es admisible.
Frenazo a las ilusiones de Aprilia y KTM
Losail ha supuesto un frenazo importante en las aspiraciones de las dos marcas que más ilusión tenían tras los test de Sepang. Aprilia y KTM han vuelto a la dura realidad, aunque los italianos se consuelan con el ritmo aceptable de Aleix Espargaró. Pero de podios nada, la lucha será por estar en el top diez.
Además, en Aprilia tienen un problema con Bradley Smith. El británico es incapaz de ser competitivo con la RS-GP 2020. Ha sido último en todas las sesiones. Ahora mismo Aprilia necesita a Andrea Iannone como sea. En cuanto a KTM, ahora mismo parecen los peores, tanto en ritmo como en velocidad a una vuelta. Al menos Brad Binder se sacó un vueltón que le dará confianza.
Los neumáticos Michelin solo han agravado males recurrentes de Honda y Ducati
Parece que 2020 puede suponer un cambio de ciclo en MotoGP. No porque Marc Márquez no vaya a ganar, porque evidentemente sigue siendo el favorito, pero en general el panorama y los colores pueden cambiar bastante. El proyecto de Ducati con la Desmosedici corre serio riesgo de agotarse, mientras que Suzuki aspira a ocupar su lugar.
Como telón de fondo, el cambio de neumáticos de Michelin tan cacareado. Ahora todo se justifica con las gomas, pero el más honesto, una vez más, fue Alberto Puig cuando salió a hacer balance del desastre de Honda: «Han hecho un buen trabajo porque tiene más agarre y es lo que pedíamos todos. Ahora nos toca adaptarnos», decía el español.
Porque sí, es evidente que el neumáticos Michelin perjudica a Ducati y Honda, pero también lo es que el proyecto Desmosedici de los italianos ya se había visto superado en la segunda mitad de 2019 por Yamaha, y con otros neumáticos. Y tampoco se puede achacar a Michelin que nadie salvo Marc Márquez pueda pilotar la Honda. Solo son males recurrentes que se han visto agravados.
Ahora todas las pruebas están hechas y lo siguiente será fuego real. Lo más importante es no darle más importancia de la que merece a una pretemporada de quince días que precede a la temporada más larga de la historia, con sus 20 carreras y casi ocho meses por delante. Será ahí, en la evolución y la constancia, donde se decida quien será campeón del mundo de MotoGP en 2020.
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Tomado de Motorpasion – Moto
