Iker Lecuona corrió sin guardabarros delantero en Estoril: «Escuché una explosión»
Iker Lecuona demostró este pasado domingo que es posible acabar una carrera del Mundial de Superbikes sin el guardabarros delantero de la moto. El piloto del Team HRC arrancó la jornada dominical de carreras en Estoril con una prometedora cuarta posición en la Superpole Race, asegurándose así una plaza privilegiada en la parrilla de salida de la Race 2, donde Lecuona encabezó la segunda fila.
Sin embargo, la carrera del piloto valenciano se torció antes de apagarse el semáforo; en plena vuelta de calentamiento, el guardabarros delantero de su CBR 1000 RR-R salió volando en la primera frenada, y eso obligó a Lecuona a completar las 21 vueltas de la Race 2 de Portugal sin esta pieza, un hándicap que rápidamente se tradujo en problemas de vibraciones en el tren delantero y una falta constante de feeling en el sistema de frenos al no canalizar correctamente el aire que circulaba sobre la rueda delantera.
«¡He frenado y he escuchado una explosión llegando a la curva 1 y no he podido hacer nada!«, dijo Lecuona a WorldSBK.com en referencia a sus problemas con el guardabarros. «He escuchado algo en la moto y luego algo de la moto me ha pasado muy rápido por el lado derecho. He pensado, ‘¡de ninguna manera! no es posible ahora que salgo desde la cuarta plaza’«.
Durante la vuelta de calentamiento, Lecuona mostró un pilotaje errático que le llevo incluso a salirse de la pista en algún sector mientras intentaba entender qué le estaba pasando a su máquina: «El freno se ha venido abajo, no tenía freno, me he ido un poco a la tierra porque me he despistado mirando delante. Me he colapsado un poco y he pensado en entrar en el pit lane. De hecho, me he apartado, pero he empezado a frenar y he visto que volvía un poco el freno, ajustándolo, y he decidido ir a parrilla, a ver qué pasaba».
Por fortuna para el español, su problema no fue a más, y fue capaz de pelear en carrera por la cuarta plaza frente a Alex Lowes y Andrea Locatelli, conformándose al final con una trabajada sexta posición: «Ha sido difícil manejarlo, tenía mucha vibración, tanto en la recta como frenando, no podía inclinar con freno, o sea, tenía que parar la moto y soltar el freno antes, he tenido que adaptarme mucho durante la carrera».
Iker lamentó lo ocurrido, especialmente por sus aspiraciones en esta Race 2 de Estoril en la que arrancó por detrás de los tres mejores pilotos del campeonato: «Ha sido una locura, porque estaba muy convencido del potencial, quizá no para luchar por el podio, pero sí para escaparme con los de delante, estar ahí y pelear por una cuarta posición».
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El expiloto del KTM Tech 3 ocupa ahora mismo la quinta plaza en la general del WorldSBK con 76 puntos, separado del líder del campeonato, Álvaro Bautista, por 85 puntos.
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Tomado de Todocircuito.com
