¿Todo bajo control? Mantenimiento de los mandos de tu moto
Los mandos de una moto son muy importantes, ya que te permiten transmitirle tus órdenes y mantenerla bajo control. Por eso es vital mantenerlos en funcionamiento siempre, lo cual requiere de cierto nivel de mantenimiento, el cual puedes hacer tú mismo con las herramientas correctas.
Para garantizar una conducción segura, debemos tener los mandos a punto, ya que fracciones de segundo pueden evitarnos sustos o incluso accidentes. Lo ideal de una moto es que se convierta en una extensión de nuestro cuerpo, por lo cual debe quedar a nuestro gusto y necesidades.
Lo primero es el ajuste. Casi todas las máquinas posibilitan la modificación sencilla por medio de tornillos. Si las manetas de freno y embrague de to moto pueden ajustarse, asegúrate de que se adapten a la longitud de tus dedos de forma natural; así podrás accionarlas con facilidad cuando llegue el momento.
Los mandos que se accionan con los pies también suelen ser ajustables. La palanca de cambios tiene altura regulable porque se monta sobre un eje. Lo importantes es que puedas meter bien el pie izquierdo sin dificultad, ya que debes usarla con mucha frecuencia.
La palanca de freno, por el contrario, carece de ajuste en altura, pero no debe presentar dificultades para accionarse, ya que se acciona con sólo presionar hacia abajo.
Otros elementos que debemos cuidar son las estriberas, espejo, asiento y manillar.
Las estriberas siempre son plegables para que, en caso de caída, no causen daño al piloto ni se rompan. Lo vital en esas piezas es que funcionen sin trabarse, por lo que hay que revisar el mecanismo con frecuencia. El estado de las gomas también es importante: si nuestros pies se resbalan es indicativo de que deben cambiarse. Lo mismo pasa con las del copiloto, aunque éstas no deben ir desplegadas si no se utilizan, ya que pueden atorarse en tu ropa y ocasionar problemas.
Los espejos tienen que darte un punto de referencia mínimo de nuestro cuerpo y abarcar el mayor radio visual posible. Para acomodarlos, colócate en posición de manejo y revisa que puedas ver tus hombros, el carril por el que vas y los exteriores. Ten en cuenta que la posición cambiará si viajas con pasajero, ya que tendrás que abrirlos un poco para no perder la visión integral de todo lo que pasa a tu alrededor.
Si el sillín de tu moto es ajustable, porque no todos lo son, prueba con todas las opciones hasta que encuentres la posición que sientas más natural, tomando en cuenta tu posición de conducción, estatura y longitud de tus extremidades. No siempre la posición más baja es la ideal, así que elige la que te vaya mejor.
El manillar también suele ajustarse en busca de una posición más cómoda de tus brazos, que deben ir relajados y con los codos un poco doblados, ya que llevar los brazos estirados puede ocasionar lesiones en caso de frenadas bruscas o impactos. Para ponerlo en la posición ideal, sólo tienes que aflojar el tornillo central, probar el ajuste perfecto y apretar el tornillo.
Todos estos elementos deben funcionar con cierta suavidad, por lo que es necesario darles mantenimiento constante, que consiste en mantenerlos lubricados y libres de óxido.
Las articulaciones de los mandos son susceptibles de endurecerse y oxidarse, lo que ocasiona problemas cuando queremos accionarlos, empezando por los más vitales, manetas de embrague y freno, y palancas de freno y cambios, pero también con otras, como caballete o pata de cabra.
Mantenerlos en óptimo funcionamiento es sencillo y sólo requiere de un aceite que garantice limpieza, lubricación y protección contra óxido. En el mercado existen varias marcas, como WD40, 3M, Motul, ULINE y Liquiu Moly. El que elijas hará el trabajo sin problemas.
Como estos aceites vienen en tubos de presión, sólo hay que apuntar la válvula hacia la articulación o los cables y accionarlo. En el caso de las partes móviles, hay que enviar el chorro de aceite al eje de giro mientras accionas la pieza para que cubra la zona deseada.
De esta forma mantendrás la suavidad que requieres al accionar los mandos para que tu moto se comporte siempre como una extensión de tu cuerpo.
¡A rodar!
Tomado de revistamoto.com