“Hola, soy Álex Márquez, dos veces campeón mundial”

El anuncio de la retirada de Jorge Lorenzo, justo en la última carrera de la pasada temporada (Valencia), no dejó demasiado margen de maniobra a la cúpula de Honda para buscarle un sustituto con garantías.
El esperado ‘Drem Team’ que debían formar Marc Márquez y Jorge Lorenzo (entre ambos sumaban 12 títulos en el momento de la firma del balear) no cuajó como se esperaba, debido a una suma de factores, pero especialmente a las caídas y lesiones del mallorquín, que motivaron que en su posterior vuelta a la competición no consiguiera recuperar la confianza en la moto. Jorge había mantenido una trayectoria que era ascendente hasta su famoso ‘strike’ en el GP de Catalunya 2019 y posterior rosario de accidentes. Luego, Lorenzo fue incapaz de salir del profundo pozo en el que se encontró a su regreso.
Las pocas posibilidades para suplir al balear se concretaron en el fichaje de Álex Márquez, recién laureado campeón mundial de Moto2.
No faltaron voces proclamando que su llegada al equipo oficial Honda estaba básicamente destinada a ser un argumento para satisfacer a su hermano Marc, y de este modo poder ofrecerle el impresionante contrato de renovación por cuatro años que el ocho veces Campeón del Mundo firmó en febrero.
Alberto Puig esgrimió que la elección del menor de los Márquez se debía exclusivamente a que era el reciente campeón de Moto2, y por ello merecedor de la moto dejada por Lorenzo, aunque este argumento quedó en entredicho tras oficializarse el fichaje de Pol Espargaró, sin que Álex hubiese disputado una sola carrera con la RC213V.
Ser el hermano de un fenómeno como Marc Márquez posiblemente haya perjudicado a Álex, más que favorecido. Si en lugar de apellidarse Márquez, el menor de ambos se llamase ‘Garcia’, hablaríamos sencillamente de un excelente piloto, que ha sido campeón mundial de dos categorías distintas, algo de lo que pocos pueden presumir.
Álex es de aquellos pilotos que paso, a paso, sin hacer ruido, aprenden y progresan día a día, algo así como Joan Mir. El joven Márquez ha debutado en la categoría reina con la que posiblemente sea la moto más complicada para hacerlo, con la presión de estar en seno del equipo más laureado del campeonato, y al lado de uno de los mejores pilotos que ha habido en la historia del motociclismo. Todo eso es cualquier cosa, menos fácil.
‘El hermano de Álex Márquez’
El menor de ambos hermanos siempre ha tenido claro que está donde está porque se lo merece, y en las dos últimas carreras ha cerrado bocas como debe hacerse: con resultados. Si en Francia ya lo hizo con su primer podio, en Aragón puso el candado a los más escépticos, que podrían argumentar que el segundo puesto de Le Mans fue en mojado, y que eso siempre es una lotería. En Aragón no hubo ‘peros’, realizando un GP impecable y, además, su primera victoria estuvo cerca.
Jorge Lorenzo, el piloto al que ha reemplazado en el equipo oficial Honda, tuiteó: “Felicidades Alex, has demostrado que mereces estar en HRC”, tras finalizar la carrera de ayer.
Álex ha dejado de ser -por si quedaban dudas- ‘el hermano de Marc Márquez’. El propio Marc lo dejó claro en su ‘tweet’, que demuestra reconocimiento e ingenio a la vez en un corto mensaje: “Hola a todos: soy Marc, el hermano de Álex Márquez”.
En el LCR también deben haber descorchado el cava, tras los dos podios de Álex. Con una moto oficial el próximo año, sin la presión de estar en el Repsol Honda ni de tener a Marc al otro lado del box, 2021 puede ser un gran año para Álex Márquez. Puede que el problema lo tenga ahora Alberto Puig.
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Tomado de solomoto.es