La moto de 10 cilindros y 500 CV, la brutal Millyard Viper V10
En el mundo de la moto solo hay un hombre que haya sido capaz de crear un montón de motos artesanales increíbles, como esta Millyard Viper V10…
El padre de esta bestial criatura es un conocido ingeniero británico, Allen Millyard, quien lleva varias décadas dedicándose a crear motos imposibles.
La carrera de Millyard como constructor de motos artesanales diferentes se inició transformando las ya bestiales tricilíndricas de motor 2T de Kawasaki de los años setenta en motos de 5 cilindros.
Solo imaginad una brutal dos tiempos de 750 c.c. transformada a una cinco cilindros y 1.250 c.c…
Más tarde decidió transformar las legendarias KZ tetracilíndricas de ciclo 4T en motos V8, sí, V8, acoplando dos motores de KZ…
Comenzó con una V8 basada en la Z1000 y continuó con una increíble V12 que montaba dos bloques de cilindros de la Z1300, una naked con transmisión por cardán y motor de seis cilindros.
La Millyard Viper V10 tiene un corazón de Dodge Viper de 8.000 c.c. y es capaz de alcanzar los 322 km/H
Pero claro, eran motores de motos por lo que decidió que era hora de pasarse a los coches, decisión que tomó tras ver evolucionar una Dodge Tomahawk en el Festival de Goodwood de 2003.
Tras verla pensó que él podría crear una moto de verdad con su mismo motor… Lo siguiente fue comprar en Ebay un viejo motor V10 de un Dodge Viper de 8.000 c.c. y 500 CV. Y así comenzó todo en 2007.

La moto fue creada en torno al motor V10, por lo que el chasis y la carrocería fueron hechos a medida, evidentemente, así como el tremendo basculante monobrazo.
Las llantas trasera y delantera serían de 20 y de 18 pulgadas, debido a la gran altura del motor, para que el conjunto quedase equilibrado.
Las suspensiones también debían ser a medida ya que toda la moto pesaría más de 600 kg… Una gruesa horquilla invertida y un par de monoamortiguadores traseros inclinados y colocados elevados funcionando como en un sistema Cantilever, sobre el monolítico basculante monobrazo.
Para crearla se inspiró en la gigantesca Dodge Tomahawk
Para frenar emplearía solamente un disco de freno delantero autoventilado mordido por un par de pinzas de freno de cuatro pistones de la marca británica Pretech, más un disco trasero.
Dos años más tarde, en 2009, la moto ya estaba lista para rodar, una hazaña increíble para un ingeniero que trabaja en su garaje de casa…
El conjunto es realmente gigante -y poco práctico-, ya que el motor V10 ocupa toda la moto y es el responsable de su tremenda distancia entre ejes. Incluso el piloto va muy retrasado y alejado del manillar. Por cierto, la transmisión es por cadena y la caja de cambios tiene una única relación.

Por increíble que parezca Millyard logró homologarla y matricularla para su uso en carretera y a día de hoy la sigue utilizando. Eso sí, con consumos de 19 litros a los 100 km…
Su velocidad máxima es de 322 km/h, pero Millyard cree que se podrían llegar a los 400 km/h con un nuevo desarrollo y las condiciones necesarias para ello.
En cualquier caso, es un increíble ejercicio de ingeniería, un sueño de un hombre que parece no tener límites. ¿Cuál será su siguiente proyecto?
Lo podéis seguir en su cuenta de Instagram.
Tomado de solomoto.es