Ha empezado el mejor salón de la moto del mundo, el salón de Milán EICMA. De las novedades, una de las mejores y más bonitas sorpresas ha sido la cruiser Royal Super Meteor 650.
A su vez, también recordamos como hace cuatro años fuimos a la presentación del nuevo gran motor de la marca, un gran de cilíndrico paralelo (como marcada tradición británica) de 650 cm³ para pulsar la Continental y la Interceptor.
Éste motor y estos modelos supusieron un gran paso adelante en la dinámica de Royal Enfield, desarrollando motos mucho más eficaces, potentes y cuidadas, enfocadas claramente al mercado occidental. Pues con esta misma base 650, la marca indio británica ha desarrollado un modelo a un más bonito e impresionante.
Se trata de una cruel ser de estilo claramente retro y que entra en guerra con marcas originarias de su mismo país como esTriumph. Se trata de la Super Meteor 650, hermana mayor de la Meteor 350, y sobre su diseño poco tenemos que comentar que no puedas ver en las fotos. Una verdadera preciosidad.
Cuenta con el bicilíndrico “twin” que proporciona 34 kW o 47 CV, por lo que, por supuesto, es limitable para los usuarios del A2, y declara 241 kilos, lo que para una custom se puede considerar un peso más que razonable. Cuenta con llantas de 100 mm de ancho y 19 pulgadas de diámetro delante y 150- 15 detrás, con una sola pieza de doble pistón delante con pinzas Bybre (ya sabes, By Brembo), y una horquilla invertida (buen detalle) de 43 mm delante y doble amortiguador trasero regulable pre carga.
Cuenta con tres versiones: la básica, la Astral Black Super Meteor y la Celestial Red Super Meteor Tourer, esta última equipada con todos los complementos para viajar como maletas o respaldo para el pasajero.
Básicamente es una moto preciosa y seguro que a buen precio (aunque aún no hay ninguna cifra al respecto) básica pero que permitirá muchos enamorarse el mundo de la moto y empezar a rodar. Como dice el dossier de prensa:
“Animando a aquellos que aman el motociclismo, pero que no tienen ni la experiencia en el deseo de conducir una cruiser, a hacer justamente eso: salir de cruising”
