RESEÑA: THE NEW ABNORMAL, DE THE STROKES

• 

A mitad de cuarentena y Semana Santa, The Strokes regresan para hacernos compañía con su nuevo trabajo, The New Abnormal, publicado el 9 de abril del 2020. Su sonoridad, como lo presagiaban At The Door, Bad Decisions y Brooklyn Bridge to the Chorus, manejan líricas introspectivas bajo el efecto hipnótico de sintetizadores y guitarras características de los 80’s (¿acaso es su fetiche sonoro?). La portada del disco es ‘Bird on Money’, pintura neo-expresionista de 1981 de Jean-Michel Basquiat. Con esto en mente, podemos dejar de preguntar y abordar el tren a ‘Strokegwarts’.

THE ADULTS ARE TALKING

¿Alguna vez tus padres te han echado de una conversación seria, con la excusa de que ”los adultos están hablando”? Ese es el sentir que transmite The Strokes en la The Adults Are Talking (canción inaugural del álbum), que dedica su descontento a los líderes, quienes desprecian las opiniones del pueblo por no estar “a la altura”, y toman decisiones con arbitrariedad (a pesar de profesar democracia). Encendiendo revoluciones a través de sintetizadores y guitarras con poco gain, The Strokes logra enganchar al oyente en una dulce melancolía.

[embedded content]

SELFLESS

Tras el primer track, Selfless aparece para aminorar la velocidad que estaba tomando el disco. Orquestada por sintetizadores, rasgados de cuerda, y golpes de platillos más pausados, esta canción puede convertirse en un clásico, una vez le tomas cariño. Es dulce, y se presta para diversas interpretaciones del amor, como de una madre, de un hijo, de un mejor amige, o generalmente, de ti hacia tu crush. Un amor desinteresado que soportará hasta el final.

[embedded content]

BROOKLYN BRIDGE TO THE CHORUS

Arrancando con un riff pegadizo del sintetizador (está claro que su fetiche con los 80’s), Brooklyn Bridge to the Chorus pega fuerte con la batería de Fabrizio Moretti, haciéndolo un clásico inmediato. Apto para oírlo mientras conduces, bailas, ejercitas, haces el delicioso, o simplemente mientras miras el techo con nostalgia. Pero en disonancia con la luminosa instrumental, la lírica es oscura (como un buen clásico ochentero), al hablar de la etapa destructiva de la banda.

Como sabrán, tras alcanzar el éxito con Is This It (2001), y establecerse con Room on Fire (2003), los integrantes de The Strokes se sumieron en los excesos para soportar el peso de la fama. En este caso, la canción se centra en Julián Casablancas (vocalista), y sus problemas con el alcohol. Es sumamente interesante conocer los pensamientos de ‘Jules’, en una etapa que muchos se atreverían llamar ”gloriosa”.

[embedded content]

BAD DECISIONS

Considerada el single oficial del disco, Bad Decisions juega con la instrumentación de antaño para confundir y criticar a los fanáticos, músicos y expertos puristas que, álbum tras álbum de The Strokes, fruncen el ceño porque ”no se parecen a Is This It”. Pero no sólo queda relegada a un pensamiento interpersonal, sino que es capaz de adaptarse a cada oyente. Malas decisiones, ¿acaso no las hemos cometido en pos de preservar nuestra posición en la sociedad? Da mucho, pero mucho para pensar.

Como dato curioso, la canción interpola la melodía principal del éxito de Billy Idol en julio de 1981 Dancing With Myself.

[embedded content]

ETERNAL SUMMER

Si en The Adults Are Talking realizaban una crítica a la corrupción de nuestros gobiernos, y en Bad Decisions daban paso a una introspección, Eternal Summer protagoniza una crítica hacia nuestro estilo de vida.

Acompasado de un riff juguetón, con arpegios de palm mute, la batería y sintetizadores toman el protagonismo para llevarnos en un viaje psicodélico, que obedece el concepto de la canción: Vivimos una vida de entretenimiento, descuidando nuestro contexto y aspectos sociales.

[embedded content]

AT THE DOOR

Hasta el momento, el disco iba tomando un ritmo vertiginoso, que nos incitaba a movernos. Bueno, en At The Door todo frena de golpe. Prescindiendo de la batería, la única guía es la voz de Casablancas, que juega con distintos tipos de canto, como el falsete, hasta evaporarse bajo el auto-tune.

A simple vista, la canción podría interpretarse como una relación de amor fallida, rumbo a la ruptura, pero tomando en cuenta su vídeo musical, podemos moldearla como una canción sobre la decadencia, y posterior liberación, de un ser sujeto al vicio.

Como curiosidad, durante el outro, la siguiente línea “I’ll be waiting from the other side. Waiting for the tide to rise” hace referencia a su canción ‘On the Other Side’, de First Impressions of Earth (2006).

[embedded content]

WHY ARE SUNDAY’S SO DEPRESSING?

Tras un mes de cuarentena, ¿no sienten que los días perdieron su nombre y, en medio de todo el tiempo libre, sólo recordamos el pasado? Por ahí dicen que cuando el futuro deprime, el pasado da esperanzas, y esta canción lo demuestra. Es la más simple del disco como instrumental, pero como concepto, cumple.

[embedded content]

NOT THE SAME ANYMORE

En contraposición con el track anterior, Not The Same Anymore tiene una composición más detallada, acompasando la lírica que evoca un pasado melancólico, un pasado que todavía aruña como recriminación tras recordar momentos que, de haberse tratado diferente, sus repercusiones en el presente serían mejores. Es sincera, cruda, y efectiva como previa al final.

[embedded content]

ODE THE MEETS

Para finalizar The New Abnormal, se presenta Ode The Meets, una canción tranquila, que va tomando fuerza mientras los minutos se acercan a los 5:51 minutos de duración, para explotar y desvanecerse al final. Tal cual sus antecesores, el track conceptualiza la nostalgia (equilibra melancolía y amor) de los tiempos pasados por The Strokes en Nueva York, su etapa de idiotez, experimentación y camadería. De eso ya han pasado 20 años…

[embedded content]

A diferencia de la opinión de muchos críticos sobre el disco, El Rock es Cultura ha decidido darle a The New Abnormal 8/10. No es perfecto, claro que no, pero representa una etapa importante de la banda, que vocifera estar viva e interesada en seguir en órbita. Cada track compagina muy bien la instrumental y la lírica, dándole peso y significado a las canciones, ¿acaso ese no es el fin de la música? Por el momento, es el álbum de Abril y 2020.

Tomado de https://elrockescultura.com