[Vídeo-prueba] MT Helmets KRE+: El casco mundialista diseñado en España

Antes de diseccionar el KRE+, echemos un vistazo a su posicionamiento en el mercado. Como hemos dicho es el buque insignia hoy por hoy de MT Helmets, que han lanzado ya al mercado por un precio recomendado de 499€ en las tallas homologadas por la FIM, 420€ en el caso de las tallas XL y XXL. Es un casco que hemos visto lucir en el mundial a pilotos como Pedro Acosta o Sergio García, por tanto como rivales hemos de echar un vistazo a estas alternativas deportivas de alta gama.

Como contendientes directos encontraríamos cascos como el Scorpion EXO R1 Air (369 €), más concretamente su versión Carbon (469 €) o el el Airoh GP 550 S (Desde 399 €), con precios muy cercanos al MT pero sin la homologación FIM de serie. Tampoco podemos dejar de lado cascos como el HJC RPHA 1 (Desde 699 €), el Shoei X-Spirit 3 (Desde 719 €) o el recién llegado X-SPR Pro (Desde 799 €), el AGV Pista GP RR (Desde 1.600 €), el Shark Race-R Pro GP FIM Racing (Desde 999 €) o por supuesto el Arai RX-7V EVO (Desde 899 €), cascos que podemos ver en las parrillas del mundial pero todos ellos se situados en un rango de precios muy superior a los anteriormente mencionados.

Abrimos la caja y lo primero que nos vamos a encontrar es una nueva bolsa de transporte con asas y cremallera muy lograda, que le da un toque premium considerable al producto. Dentro, la clásica bolsa de tela y por supuesto, el casco. Como accesorios encontramos una pantalla oscura de serie –a parte de la transparente que viene montada–, un Pinlock y un juego de ‘tear-offs’.

La calota del casco está fabricada íntegramente en fibra de carbono, evidentemente con un diseño orientado para competición. Como adelantábamos, el diseño se ha centrado en poder cumplir con la exigente normativa FIM, que te permitiría literalmente competir en MotoGP con este casco aunque lo hubieras comprado en la tienda de tu barrio. Esta normativa obliga a los fabricantes a cumplir unos rigurosos estándares de seguridad, por lo que es necesario que el casco incorpore suficiente cantidad de material en la calota y el EPS para absorber con seguridad los fuertes impactos que se pueden suceder en competición. Es por ello que nos encontramos un casco con un peso aproximado de 1.700 gramos, nada que ver con otros cascos de normativas menos exigentes pero un peso realmente habitual en cascos que cumplen dicha homologación.

Se han desarrollado 3 calotas diferentes para ajustarse a cada talla –XS/S, M/L y XL/XXL–, y la aerodinámica del casco así como las entradas de aire han sido desarrolladas mediante análisis de dinámica de fluidos, una técnica digital habitual en ingeniería aeronáutica. Por otra parte, tanto la aleta como las entradas de aire son totalmente desmontables, lo que permite su fácil reemplazo en caso de roturas.

En cuanto al interior, nos encontramos unas espumas totalmente desmontables –incluido la funda de las cintas de cierre–, por supuesto lavable, y con un tejido antialérgico e ignífugo, de un característico color verde en toda la gama. Por supuesto contamos con un cierre de doble hebilla, el único homologado para la competición, además de incluir en las carrilleras laterales el sistema de extracción de emergencia. Y como guinda, se ha incluido un espacio en el EPS para hacerlo compatible con dispositivos bluetooth.

En cuanto a la pantalla, contamos con dos únicas opciones de momento, clara y oscura, ambas incluidas de serie. También contamos con dos sistemas antivaho, el clásico Pinlock –de serie– o una opción muy interesante desarrollada por la marca que han llamado Fogoff, un sistema similar al anterior pero que se caracteriza por un sellado adhesivo para garantizar un mejor funcionamiento, así como la posibilidad de adquirir un Fogoff de material fotocromático. Incluye también la pantalla un sistema de cierre de seguridad frontal para evitar que se abra en caso de caída.

Lo primero que se percibe al tener el KRE+ en las manos es su sensación de calidad y gran nivel de acabados. Por supuesto notamos que no estamos ante el casco más ligero que hemos probado, pero no hace falta ni siquiera salir a carretera para percibir la sensación de seguridad que transmite. La calota es muy rígida, si intentas deformarla haciendo presión por la base apenas se mueve. Además, al ponértelo notas que ajusta perfectamente –al menos para mí y mi talla M–. Se nota muy buen acolchado interior y que ajusta con firmeza por todo el perímetro de la cabeza y carrilleras, pero sin llegar a ser molesto. De hecho, lo he llevado en rutas largas sin ningún tipo de problemas.

Llama la atención en especial que las carrilleras llegan bastante hacia delante, prácticamente me llega a la comisura de los labios, pero precisamente eso es lo que me transmite más seguridad, ya que será difícil llegar a «besar» el frontal del casco cuando te levantes en circuito a 250 por hora.

El cierre es el clásico de doble hebilla así que tendrá su miga ponértelo con guantes como cualquier otro casco, pero si estás acostumbrado, cero inconvenientes incluso al enganchar el sobrante de la cinta en su broche. Vamos, todo en su sitio. Punto positivo también para las entradas de aire, no tanto por la cantidad de caudal de aire que introducen –que es más que correcto– sino porque se accionan con comodidad con los guantes puestos, cosa que no siempre ocurre.

Con respecto a la pantalla, en mi caso llevaba instalado el sistema Fogoff y nada que destacar al respecto, un funcionamiento perfecto. Me ha gustado especialmente tanto el cierre, muy fácil de accionar también con los guantes, como el hecho de que la pantalla tenga las típicas «posiciones preestablecidas» cuando la levantas. De hecho, cuenta con una primera posición que apenas abre un centímetro aproximadamente, lo que resulta comodísimo cuando vas a velocidad media y necesitas un extra de ventilación pero no quieres abrir la pantalla por completo. No me ha convencido tanto el sistema de desmontaje, no tanto por el tipo de mecanismo –que es super sencillo–, sino porque viene excesivamente ajustado y resulta complicado extraer la pantalla. En cualquier caso, ya nos han confirmado que las actuales versiones que están llegando a las tiendas cuentan con un sistema mejorado, así que no hay que preocuparse por ese aspecto.

Respecto al nivel de ruido, evidentemente no es el casco más silencioso que puedes comprar, para eso están los cascos touring, pero tiene un nivel de ruido correcto para su segmento. Esto se debe a que los cascos deportivos cuentan con poco perfil por la zona de la nuca para poder acoplarse bien con la moto en las rectas, cosa que deja poco margen de maniobra a la hora de amortiguar el ruido por la zona baja del casco.