Jimi Bell revela por qué no fue el guitarrista de Ozzy Osbourne
En 1987, tras la salida de Jake E. Lee, la banda de Ozzy Osbourne se vio en la necesidad de encontrar un nuevo guitarrista. La búsqueda culminó con dos finalistas: Zakk Wylde y Jimi Bell. Aunque finalmente el puesto fue para Wylde, Bell ha compartido los detalles de aquel memorable proceso de audición y los motivos detrás de la decisión final.
La audición
En una entrevista con Guitar World, Jimi Bell recordó cómo su audición surgió de forma inesperada. El presidente de Kramer Guitars, Dennis Berardi, un gran partidario de Bell, le informó sobre la vacante y le dijo que le había enviado un video a Sharon Osbourne. Jimi Bell se vio de repente con una oportunidad única, que le obligaba a tomar un vuelo el mismo día. Afortunadamente, ya conocía varias canciones de Ozzy, como “I Don’t Know”, “Crazy Train”, “Flying High Again” y “Suicide Solution”.
La primera etapa de la audición se llevó a cabo con el baterista Randy Castillo y el bajista Phil Soussan. Sharon Osbourne estuvo presente para evaluar a los candidatos y, según Bell, quedó impresionada. Al día siguiente, el proceso continuó en un lugar diferente, esta vez en el escenario con el mismísimo Ozzy. Bell describió la experiencia como “surrealista”.
La elección final
La segunda audición fue un éxito para Bell. Tocó con la banda y se mantuvo fiel a las canciones, pero añadió su toque personal. Ozzy Osbourne se acercó a su amplificador mientras tocaba, una clara señal de aprobación. Después de la audición, Ozzy y Sharon le confirmaron que solo quedaban él y Zakk Wylde. Incluso cenaron juntos y pasaron un tiempo en la casa de los Osbourne.
A pesar de su buena sintonía con Sharon, la decisión final fue de Ozzy. Según Bell, “Zakk era el más adecuado para el rumbo de Ozzy”. Él cree que las similitudes de Zakk Wylde con el fallecido Randy Rhoads jugaron un papel crucial en la elección. Bell no está seguro de si Ozzy llegó a ver su maqueta, pero tiene claro que la audición en vivo fue lo que realmente importó. Para él, lo más valioso fue que Ozzy lo vio tocar en directo, a solo unos centímetros de su amplificador, un momento que dice “más que cualquier maqueta”.
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