Toma de contacto Ultraviolette F77
Toma de contacto Ultraviolette F77, introducción
Si eres asiduo lector de este medio, seguro que ya has oído hablar de la marca Ultraviolette. Detrás de este nuevo fabricante indio de motos eléctricas, se halla un gigante de la industria como es Rhino Electric Motors, empresa matriz que también auspicia a Velca.
En el caso de Ultraviolette, la apuesta es clara: un diseño que no deje indiferente a nadie; mucha tecnología; y también ciertas características técnicas que, como pasa con Zero Motorcycles, buscan llamar la atención de usuarios no tan fanáticos de la moto.
La Ultraviolette F77 es una moto eléctrica similar a una 125 en lo que a normativa se refiere, pero no en lo tocante a las prestaciones. Como anticipo, y volviendo a mencionar la estrategia de Zero, este modelo es capaz de desplegar durante un corto periodo de tiempo una potencia muy superior a lo que legalmente permite la ley.
Su puesta de largo en España ha sido con la F77, que llega en dos variantes, Mach 2 y Super Street, y que hemos podido probar en el circuito Ángel Burgueño. Vaya por delante que la pista no es el hábitat natural y que la elección de tal escenario atiende más a cuestiones de marketing que a “una prueba de fuego real”, aunque sí nos ofrece unas primeras pinceladas de lo que ha preparado la fábrica india para asaltar el mercado de motos eléctricas, cuyo uso se extiende a más allá de la ciudad.
Toma de contacto Ultraviolette F77: la Ultraviolette F77 Mach 2
La Ultraviolette F77 Mach 2 es la variante deportiva de este dúo de eléctricas; y se puede apreciar por la configuración de manillar cerrado, adelantado hacia adelante y con un pivote trasero que obliga al cuerpo a cargar el peso delante. La apuesta por el diseño es total, con una imagen futurista a través de un bloque extremadamente compacto y de líneas muy afiladas. La idea es poder dejar atrás la ciudad y disfrutar de una buena carretera de curvas.
La Ultraviolette F77 Mach 2 homologa un peso de 207 kg, lo que no es una cifra exageradamente alta teniendo en cuenta el paquete de baterías que monta. También es una moto “amigable” para los moteros de baja estatura, pues su asiento está colocado a 800 mm del suelo, lo que permite llegar con facilidad con los dos pies. En el circuito, esos 207 kg, no se notaron en ningún momento, permitiendo mover la moto con la facilidad con la que se ejecuta un pensamiento.
Mecánicamente, desarrolla una potencia pico de hasta 40 CV (30 kW), mientras que la potencia nominal se sitúa en los 11 CV (9,5 kW). De esta forma, los usuarios del carnet A1 o B con tres años de experiencia, se benefician de una interesante patada en los primeros metros tras acelerar a fondo.
Esto no sólo aumenta la diversión, sino también la seguridad a la hora de circular por entornos urbanos. Por supuesto, cortesía también de unos nada desdeñables 100 Nm de par instantáneos. En pista, al tratarse de curvas muy cerradas, se hacía muy evidente esa aceleración, aunque había que ejercer cierta cautela, pues el tacto del gas era muy sensible. A esto, se suma una velocidad máxima de 155 km/h, lo que es perfecto para circular por autopista.
La parte ciclo de esta Ultraviolette F7 7Mach opta por una horquilla invertida con botellas de 41 mm y un monoamortiguador, ambas opciones con precarga ajustable. Los frenos los firma Bybre, con una pinza de cuatro pistones que muerde un disco de 320 mm delante, así como una pinza monopistón y un disco de 230 detrás. También hay ABS de doble canal.
Como ya he avanzado antes, el circuito no es el escenario en el que pensaban los indios a la hora de lanzar dicho modelo. Las suspensiones se sienten blandas y el equipo de frenos se estresa pasadas unas pocas vueltas. Los neumáticos MRF van en la misma línea y adolecen mucho del sobrecalentamiento si hay mucha temperatura ambiente. Sin embargo, son sensaciones que sin duda desaparecerán en cuanto esta moto circule por carretera. Sí que tiene mérito que llega a ser una moto divertida en pista, sin cambios de marcha para sólo disfrutar en afrontar cada curva.
Y qué hay de su autonomía. En el circuito no es un sitio donde uno se preocupe por tales cosas. No obstante, la Ultraviolette F77 Mach 2 homologa una autonomía máxima de 231 km a través de una batería de 10,3 kWh de capacidad, siendo capaz de cargarse del 20 al 80% en aproximadamente 2,5 horas.
A nivel tecnológico es donde la F77 Mach 2 sobresale más. A través de su pantalla totalmente digital, se puede acceder a tres modos de conducción, hasta 10 niveles de freno regenerativo, marcha atrás, cuatro niveles de control de tracción o hasta un control de pendiente. Sin duda, funcionalidades que hacen la vida más fácil en la circulación del día a día.
Aprovechando su modo de frenada regenerativa en el modo más alto, se puedo uno olvidar de accionar el freno delantero, ganando en el proceso unos valiosos kilómetros extra de autonomía.
Toma de contacto Ultraviolette F77: la Ultraviolette F77 Super Street
Esta variante ofrece algo más de polivalencia a través de un manillar algo más elevado e inclinado hacia el piloto. Esto favorece una postura más erguida y una conducción más eficaz en entornos urbanos.
Por lo demás, tenemos las mismas especificaciones técnicas, con 40 CV de potencia pico; 155 km/h de velocidad máxima o unos 231 km de autonomía que para la ciudad permiten pasar varios días sin tener que recargar la moto. Evidentemente, en circuito, su postura más light la convierten en una moto no tan efectiva y menos divertida que su hermana más deportiva.
Tomado de https://soymotero.net/





