Una Triumph TR6C, coprotagonista de la nueva película de Bruce Springsteen
La película “Springsteen: Deliver Me From Nowhere”, que ya puede verse en cines de toda España, incorpora un guiño tan discreto como significativo para los aficionados a las motos clásicas: una Triumph TR6C de 1971, que se convierte en parte esencial de la atmósfera de la película.
En busca de la máxima autenticidad, Jeremy Allen White, encargado de dar vida a Bruce Springsteen, no solo conduce la moto real de aquel año, sino que además aparece en pantalla con una camiseta original de la marca británica. Un detalle que subraya la conexión estética y cultural que rodeaba al músico a principios de los ochenta.
Secretos de la TR6C de la película de Springsteen
Por cierto, esa misma Triumph, la TR6C del 71 que aparece en la producción, viajó recientemente hasta Alabama para ser exhibida en el espacio Isle of Triumph del vigésimo Barber Vintage Festival, uno de los encuentros más populares de Estados Unidos.
Allí, el público pudo contemplar la moto a escasos metros mientras, durante la noche del viernes, se proyectaba el tráiler oficial del largometraje, seguido de un avance exclusivo que mostraba varios fotogramas inéditos donde se, aprecia tanto la icónica estampa de la montura, como al actor caracterizado con la histórica camiseta de la marca británica
La cinta, producida por 20th Century Studios, inició su recorrido en el Festival de Telluride antes de pasar por un preestreno especial en el Festival de Cine de Nueva York. En su núcleo narrativo, esta película se adentra en el complejo proceso de gestación de Nebraska, el disco que Bruce Springsteen grabó en 1982 con una sencilla grabadora de cuatro pistas en su habitación de Nueva Jersey.
Aquel álbum, áspero, minimalista y cargado de un desasosiego casi fantasmagórico, supuso un punto de inflexión en la carrera del músico. Con canciones que retratan a protagonistas desorientados y al borde del abismo, Nebraska está considerado uno de los trabajos más profundos y duraderos de su trayectoria, una obra que aún hoy define el lado más introspectivo del artista.
Así pues, como os estamos contando, Triumph, cuya presencia cinematográfica se remonta a varias décadas, vuelve a estar en el centro de una producción del séptimo arte. De hecho, la marca ya ha dejado huella en Hollywood en repetidas ocasiones: desde la Speed Triple pilotada por Tom Cruise en “Misión Imposible 2”, hasta las Scrambler 1200 y Tiger 900 utilizadas en la última entrega de James Bond, “Sin tiempo para morir”.
También encontramos motos de esta fábrica incluso en clásicos del cine, como Salvaje (1953), en la cual Marlon Brando inmortalizó la Triumph Thunderbird 6T como símbolo de rebeldía juvenil. Más recientemente, Chris Pratt montó una Triumph Scrambler en Jurassic World (2015).
En “Springsteen: Deliver Me From Nowhere”, la presencia de la TR6C no responde a escenas de acción desbordada, sino más bien a una búsqueda de atmósfera: el retrato de un Springsteen joven, introspectivo y en plena transformación personal. Un equilibrio perfecto entre la narrativa biográfica y la identidad cultural que siempre han representado las motos de Hinckley.
Tomado de https://soymotero.net/






