8 trucos y consejos para conducir un scooter deportivo a nivel PRO
8 trucos y consejos para conducir un scooter deportivo
1. Equipamiento de seguridad
Ante todo, seguridad. Todos hemos visto aguerridos pilotos en bermudas y chancletas. Déjame decirte que el asfalto, además de muy duro, es abrasivo y tiene querencia por llevarse la piel por delante. Solo el casco es obligatorio, pero guantes y una chaqueta con protecciones son imprescindibles. Es asombrosa la cantidad de gente que circula por la ciudad sin guantes.
Has de saber que, cuando caemos, por instinto ponemos las manos por delante. Con las dos palmas raspadas, ¿te imaginas que te tengan que dar de comer, vestir o limpiar el culo durante unas semanas? Por supuesto, nada de ir “de corto”. Los pantalones, largos; y si pueden ser específicos para moto con protecciones, mejor. Lo mismo para el calzado: botas que, al menos, protejan los tobillos.
2. Posición de conducción
Los scooter suelen tener un escudo con unas plataformas donde apoyar los pies con las piernas estiradas. Olvídate de ellas en conducción deportiva. Los pies en la plataforma horizontal, lo más retrasado posible, siempre en una posición cómoda.
Nada de ir en modo sofá: la espalda, recta; codos semiflexionados y pantorrillas bien apoyadas contra el túnel central -si lo hubiere-, para ir bien sujetos y liberar la presión en el tren superior. Esto baja tu centro de gravedad y mejora el control en curvas.
He visto a muchos forzar la posición hasta poner los pies en las estriberas del pasajero. Tampoco es eso; aparte de inapropiado, es ridículo.
3. Mirar lejos, muy lejos
Como en cualquier motocicleta, en las curvas hay que mirar lejos; ¿cuánto? Al final de la curva. La moto se dirige siempre hacia donde miras. No es necesario mirar a los veinte o treinta metros que hay inmediatamente delante del scooter, porque pasarás por encima de ellos, lo quieras o no.
Cuando miras al final de la curva, tu trazada converge hacia ese punto, sí o sí. Al principio puede suponer una cuestión de fe, pero a poco que lo pruebes, te darás cuenta de que te facilita la trazada y la conducción. Este fenómeno es extrapolable a los automóviles, el monopatín o el snowboard.
4. Aprende a frenar
En las rectas, es una costumbre bastante extendida usar solo el freno delantero, sobre todo en scooters con frenada combinada o asistente de frenada, como es el caso del TMAX. También es común emplear los dos frenos a la vez. No es que sea incorrecto, pero en conducción deportiva, en un scooter hay que tener en cuenta que, debido a su fisonomía, posición de conducción, el reparto de pesos carga más en el tren trasero que en el delantero, al revés que en la inmensa mayoría de las motocicletas.
Si apretamos en primera instancia el freno trasero, aplicaremos carga en el tren delantero, momento en el que podemos empezar a frenar con el delantero. Se trata de un trasvase de trabajo orgánico, enseguida lo detectarás y hará tu frenada más fácil. En caso de tener que frenar en curva, ya sea porque entras pasado, ya sea porque frena el que te precede o hubiera un obstáculo, es imperativo primero el uso del freno trasero.
Si usas antes en curva el freno delantero, el scooter se levantará y tenderá a seguir la tangente de la curva, es decir, salirse hacia fuera de la misma. Usando primero el freno trasero, la moto decelera y en última instancia, cierra la trazada, momento en el que puedes empezar a aplicar suavemente el delantero. Haz pruebas en un entorno controlado, sin tráfico, e incorporarlo con naturalidad a tu conducción habitual, no sólo en conducción deportiva.
5. Repelar el gas y la zona dulce
Al contrario que en las motos con cambio de marchas, al cortar gas, los scooter no tienen apenas freno motor. Para evitar esa sensación de “ir vendido”, hay que repelar gas. Repelar es dar gas, un poquito por encima del punto intermedio entre cortar gas y la carga plena de gas, para que la correa está en tensión y puedas sentir la moto estable.
Es conveniente llevar el motor en su zona dulce de rpm. En el caso de la Yamaha TMAX, que entrega 48 CV a 7.000 rpm y 55 Nm a 5.250 rpm, esa zona se encuentra entre 6.000 y 8.000 rpm, si bien su motor se siente casi eléctrico: entrega su potencia máxima contínuamente desde 60 km/h hasta su velocidad punta, por encima de 160 km/h.
De todos modos, tampoco necesitas la ficha técnica, ni tampoco cuentarrevoluciones. El punto dulce se halla en ese rango de revoluciones donde más empuja: no hace falta mirar los relojes, tampoco en la TMAX: se siente.
6. Contramanillar
Es esencial mantener el control en todo momento, pero sobre todo, en los cambios de dirección, porque es cuando cambias el apoyo del scooter de una banda a otra. Requerirá menos esfuerzo cuanto más corta sea la distancia entre ejes -y cuanto menor sea el peso-. Hay una técnica realmente eficaz para ello: el contramanillar.
En puridad, cada vez que comienzas a inclinar la moto desde la vertical, estás haciendo contramanillar, aunque no conscientemente. Es fácil comprobarlo si coges en el aire, con las dos manos, una rueda de bicicleta por su eje. Si al hacerla rodar, giras el eje (como si fuera un manillar) a la izquierda, comprobarás como la rueda se inclina a la derecha y viceversa.
En marcha en el scooter ocurre lo mismo, pero no hay que exagerar el gesto: con apenas proponerlo ligeramente, ocurre la magia. No sólo es útil para los cambios de dirección, sino también para la entrada en curva, por supuesto.
7. Trazar con fluidez
Los pesos y las inercias no funcionan igual en un scooter que en una moto y requieren movimientos fluidos, más aún en modelos como el TMAX, que pesa 219 kilos en orden de marcha. Aunque tiene una gran capacidad de aceleración y frenada, estas están reservadas a arrancadas fulgurantes entre semáforos y a recuperaciones en adelantamientos.
A la hora de afrontar un tramo de curvas no es amiga de las frenadas “hasta la cocina” y de salidas de curva “a fuego”, sino que es capaz de rodar más deprisa -y más seguro- trazando con fluidez, adelantándose a los acontecimientos. Quizás debiera ir en el punto 2 (Posición de conducción), pero también es interesante sacar el tronco superior al interior de las curvas, cabeza incluida. De este modo hay que inclinar menos el scooter y tenemos reserva de neumático por delante, para ir más rápido o para inclinar más.
No es un aspecto baladí, pues la inmensa mayoría de los scooter disponen de caballete que, para nuestra desgracia, rozan por a izquierdas, que es el sentido de las rotondas en España (es decir, más de un 50% de las curvas). En mojado, todavía tiene más sentido, si bien exagerar la postura es contraproducente: todo en su justa medida.
8. Monta neumáticos deportivos
Es una obviedad, pero para realizar una conducción deportiva hay que montar neumáticos deportivos, vigilar sus presiones y estar atentos a su desgaste, so pena de llevarnos un susto y/o disgusto. En el caso de la Yamaha TMAX, equipa Bridgestone Battlax SC2 en medidas 120/70-15 y 160/60-15, que proporcionan muy buen rendimiento, tacto e información.
Ten en cuenta que los neumáticos son el contacto entre el scooter y el asfalto; de ellos depende el buen rendimiento de tu moto, más que las prestaciones que pueda desarrollar.
Tomado de https://soymotero.net/






